capítulo 8

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Año nuevo, una fecha en la cual muchos esperan para ver si la suerte o el destino estaba de su lado y decidía hacer el siguiente año de uno mejor y lleno de recuerdos lindos.

También es triste para unos puesto que, el año en el cual habían formado amistades nueves, momentos hermosos y hasta nuevos amores se estaba acabando. Nadie sabe que nos depara destino, solo nos queda ser pacientes y agradecer lo que este tiene planeado para nosotros.

Un Sunoo, JungWon, Riki y Jake estaban reunidos en el departamento del último mencionado para despedir el año.

Al principio pensaron en hacer una cena como en navidad pero decidieron que sólo harían un brindis cuando las manecillas del reloj dieran las doce.

─ Y también agradecerles por estar conmigo y nunca dejarme y también... ─ Nishimura se encontraba dando un discurso para acabar el año, todos ya habían dicho el suyo y decidieron dejar a Ni-ki como lo último ya que sabían que el menor se pondría sentimental y más que un discurso recitaría un testamento.

─ Miren, falta menos de un minuto para las doce. ─ interrumpió JungWon. ─ Puedes decirnos el resto por mensaje Ni-Ki.

─ Solamente porque no hay mucho tiempo te haré caso.

─ 5...4...3...2...1... ¡Feliz año nuevo! ─ el departamento y todo el edificio en sí, se llenaron de los gritos de felicidad y emoción de todos los inquilinos.

─ ¡Por otro año lleno de felicidad y prosperidad, Salud! ─ dijo Sunoo.

─ ¡Salud! ─ le siguieron los tres restantes.

Y por fin, el año nuevo llegó dándole fin al ahora año viejo, dejándole el paso a más recuerdos hermosos con la persona que quieres. Para Jake fue importante dejar atrás su pasado donde solo era él y nadie más que él, ahora, tenía a sus amigos de vuelta los cuales nunca abandonará de nuevo y confía que ellos harán lo mismo con él.

También tenía a SungHoon, su extraña, pero sin duda agradable amistad fue una de las mejores cosas que le pudo pasar. No sabía cómo, pero el tritón le dio un giro de ciento ochenta grados a su vida, gracias a él ya no se sentía ni estaba solo y no es que diga que sus amigos de la universidad no le hagan compañía, sino que con el hermoso ser con cola lo había sentir, de alguna forma, completo. Como si toda su vida se hubiera sentido vacía e incompleta y gracias a SungHoon ese vacío desapareció.

Los tres menores comenzaron a mostrar sus habilidades y aprendizajes que obtuvieron en la universidad. Ni-Ki llevó un teclado portátil y comenzó a tocarlo siguiendo a las instrucciones de Sunoo quien había compuesto una canción mientras que JungWon, con su hermosa voz deleitaba los oídos de los demás. Jake estaba sentado en un pequeño mueble mientras observaba a sus amigos. Intentaba prestar atención a sus amigos, de verdad que lo hacía, pero cierto chico ojiazul no salía de su mente.

De nuevo.

Sólo podía pensar en cuánto le gustaría estar con él para hacerle compañía, no quería ni imaginarse lo solo que se debe sentir y algo en su interior le decía que debía estar con él, que a pesar de que SungHoon sea mayor, quería protegerlo de todo mal, quería contarle todo lo que había hecho en el día, quería pasar el resto del día con él, quería...

─ ¡HYUNG! ─ gritaron los tres menores al mismo tiempo.

La burbuja de Jake explotó.

Y como si nada hubiera pasado, Jake se levantó de donde estaba sentado y comenzó a aplaudir extrañando a sus amigos por sus acciones. ─ Lo hicieron muy bien chicos. ─ siguió aplaudiendo con una sonrisa algo forzado en su rostro.

─ ¿Te sientes bien?

─ Sí, Ni-Ki. Sólo tengo algo de sueño.

─ Siempre tan activo, hyung. ─ bromeó JungWon.

El castaño, rubio y pelirrojo entendieron la indirecta y después de un fuerte abrazo grupal y algunas selfies juntos se despidieron de su mayor y abandonaron su residencia.

Y Jake no perdió más tiempo.



ˏˋ 🐚 ˎˊ



Era alrededor de la una de la madrugada, Jake llevaba un abrigo negro con una prenda gris de manga larga debajo de esta, unos pantalones de cuero, sus tenis favoritos y una bufanda que calentaba su cuello.

Estaba caminando o más bien, corriendo hacia la playa. Al llegar a dicho lugar ignoró el bello paisaje de la luna en lo más alto del cielo con el mar debajo del satélite natural y se adentró a la cueva donde le ser marítimo habitaba.

─ Hyu... Hyung ─ habló entrecordao al estar dentro de dicha construcción de piedra. Apoyó sus manos en sus rodillas tratando de recuperar el aliento y de que su ritmo cardíaco regrese a la normalidad.

Jake no tuvo que esperar mucho ya que se empezaban a ver unas hebras rosadas saliendo del agua lo que indicaba que SungHoon lo había escuchado y estaba saliendo de las profundidades, muy lento, pero estaba saliendo.

─ ¿Hyung? ─ se acercó a la laguna, apenas y se notaban los orbes axules de SungHoon y que sin duda alguna, Jake reconocería esos ojos en cualquier lugar. ─ ¿Por qué tardas tanto en salir? Soy yo. ─ el azabache se sentó crezando las piernas.

─ Twu dwijwistwe... ─ el tritón, al ver la cara de confusión del menor salió lo suficiente para que su boca ya no estuviera bajo el agua. ─ Tú dijiste que vendrías y... ─ bajó la mirada. ─ No lo hiciste.

─ Oh~ SungHoonnie hyung. ─ Jake estaba preocupado, creyó que tal vez SungHoon se había lastimado o algo parecido, pero la preocupación se convirtió en ternura al escuchar su confesión. ─ Ya estoy aquí, siento mucho no cumplir mi promesa.

El ser con cola nadó hacia Jake y como casi todos los días, tomó soporte en sus manos para poder sentarse en la orilla. ─ N-no me gusta estar solo. ─ sorbió su nariz.

Desde que el ojinegro había llegado a su vida ya no tenía la enorme tristeza que lo acompañaba toda su vida debido a la soledad, se sentía bien con Jake, pero aún tenía miedo, miedo de que el azabache lo abandone y lo deje solo de nuevo, preferiría cualquier cosa, cualquier dolor menos al dolor de la soledad y de no tener a Jake cerca.

─ Oh no, no llores por favor. ─ de las mejillas del mayor resbalaban pequeñas lágrimas haciendo un recorrido que comenzaba desde sus hermosos ojos azules hasta terminar en su barbilla. ─ Hoonnie hyung. ─ Jake ya tenía la confianza de llamar al mayor por ese apodo.

Shim giró todo su cuerpo en dirección del mayor, tomó su rostro entre sus manos y con sus pulgares limpiaba sus lágrimas. ─ Siento muchísimos el no venir pronto pero quiero que sepas algo ─suspiró. ─ No tienes que temerle a nada, ya nunca más estarás solo mientras yo siga vivo, jamás te dejaré y ni siquiera pensaría en eso, eres una pers- un ser. ─ corrigió. ─ Increíble y... ¿por qué sigues llorando?

El pelirrosa no dijo nada, simplemente tomó impulso y se abalanzó hacia Jake atrapándolo en un abrazo rodeando su cuello con sus brazos habiendo que este caiga de espaldas y SungHoon salga completamente del agua.

─ Quéd-quédate... ─ susurró cerca de su oreja. ─ Por favor...quédate lo que resta de la noche.

Aquella acción y comentario lo tomaron desprevenido, solo pudo reaccionar posando sus manos en la blanca piel de su espalda acariciando esta con ternura para intentar calmar su casi inaudible llanto. ─ Yo... ─ sintió a SungHoon esconder su rostro en su cuello haciendo que su bufanda topara con la pequeña nariz del tritón. ─ Me quedaré. ─ dijo decidido. 

Merman ◇ JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora