- ¡Qué atroz es atentar contra la propia vida! -
Comentaron todos en tú funeral.
Tú madre no deja de echarse la culpa, tú padre está muy enojado, tus amigos lloran & el resto de tú familia reza por tú alma, porque estará pérdida en el infierno.
El suicidio es un problema, pero, muchas veces en nuestra mente, aparece como una gran solución. Ninguna persona con exactitud, tiene la culpa de un suicidio, no encontrarán una razón por la cual ocurrió, eso sólo lo supo quien ya partió.
Nosotros somos almas encerradas, en el clímax de nuestras vidas, nos sentimos acorralados & no queda más remedio que escapar... Eso es la muerte, soló un escape de una incómoda situación, si suicidarse es de cobardes, lo seremos con razones.
Vemos en la muerte una gran amiga, que nos proteje & hasta nos entiende de los malditos miedos, a vivir & enfrentar conflictos, conflictos de los que ni somos causa, pero estamos obligados a ser la solución.
Solo hay un culpable & ese es el crudo mundo, quizá la poca atención que nos prestaron, sus patéticos problemas fueron los que nos mataron, pero no se preocupen, MUERTOS SOMOS MÁS FELICES.