SUKHA ❀ Minchan [✓]

6. Canción de cuna

*nota: traducción de la canción en los comentarios en cada párrafo. Si pueden escucharla conforme minho cante, mejor.

Chris despertó cuando sintió la brisa salada finalmente pesar en su rostro, cuando abrió los ojos el sol se empezaba a ocultar, entonces se sentó de golpe sobre la arena, ¿Cuánto tiempo habían dormido? Cuando llegaron podía ver el cielo claro, o al menos lo más que permitía el ambiente nublado, y ahora podía percibir que el día estaba por acabar. Minho estaba sentado, su aleta se movía un poco, chocando contra el agua como un pequeño jugueteo mientras miraba el cielo.

— Debiste haberme despertado, se hace tarde.

— Supuse que necesitabas el descanso, caíste dormido apenas tuviste oportunidad.

— Me sorprende haber dormido mejor al exterior que en la habitación donde me hospedo.

— Conoces la naturaleza, pero no una habitación extraña, es cuestión de confort.

Chris no dijo nada, supuso que tenía razón, así que simplemente se quedó sentado junto a Minho, solo entonces mirando sus manos, avergonzado de las marcas en su piel, víctima del contacto largo con el agua. Entonces vió a Minho, notando algo diferente en él pero no sabía qué, además de la sonrisa de satisfacción que tenía en su rostro. Éste pareció notarlo, así que tomó aire y lo dejó salir con orgullo.

— Es la primera vez que mi cabello está seco.

— ¡Ah! —Chris se sintió tonto por no notarlo, pero cuando lo vió, fue algo extrañamente maravilloso.

— Se siente extraño, aunque mi piel no puede estar seca, se siente un poco más... ¿Mortal?

— ¿Tener el cabello seco es de mortales? —preguntó Chris con diversión.

— Tener el cabello seco es de mortales —repitió Minho igual entretenido con ello—. Es raro que esté fuera del agua tanto tiempo, en toda mi vida nunca había experimentado que mi cabello se seque, y hablo de muchos, muchos años.

Chris miró la piel de los brazos de Minho, brillante, parecía tener una capa de agua siempre. La aleta subía y bajaba con lentitud, consideró que era lo equivalente a cuando él balanceaba sus pies y le pareció adorable pensarlo de esa forma. Aún así, terminó apoyando su cabeza en el hombro de éste, sintió como se tensaba por un momento aunque cuando se relajó, pudo dedicarse a apreciar mejor la vista del lugar, el sol escondiéndose por completo mientras el color del cielo empezaba a darle vida al igual que las estrellas tomando protagonismo. Le resultaba increíble aún saber que existen paisajes así y que se estaba perdiendo de ellos, cómo si realmente estuviera empezando a vivir y la sola idea de pensarlo así le aterraba porque era como pensar que antes no estaba viviendo y no sabía qué tan sano era pensar de esa forma. Pero tampoco encontraba otra forma de decirlo, porque sus días se limitaban a intentar vivir un día a la vez, ir a un trabajo que no le llenaba pero que era lo mejor que podía encontrar, no tener la capacidad de sostener una relación de pareja, ni siquiera de amistad, posiblemente había intercambiado más palabras con Enok en esos días que lo que había hablado con alguien además de Rosé, aunque su relación se limitaba al trabajo pues cuando su horario laboral terminaba no solían hablarse aunque tenían el contacto del otro por mera formalidad.