9. Pago extra con pizza

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Entre las cosas que Christopher pensó le resultarían más extrañas de la vida, le pareció curioso que más extraño que descubrir las sirenas existen, sea el terminar llevándose bien con Han Jisung, sobre todo luego del puñetazo que le dió cuando pudo verlo regresando al trabajo. Jisung se acercó con un caja con chocolates dispuesto a disculparse, sabiendo de antemano que el chico lo odiaría por ello y apenas se acercó lo suficiente el puño de Chris impactó contra su mejilla, para sorpresa de todos en la oficina excepto para Rosé, que ya sabía la situación pues cuando Jisung se le acercó en la mañana preguntando por Christopher le explicó lo sucedido. El chico no se quejó por el golpe, dijo que se lo merecía, en cambio lo que Jisung no esperaba es que Chris extrañara ese lugar al punto de suspirar cada día mientras miraba por la ventana.

Y aún así, entre suspiros y "¿Sabían qué en Nordkapp..?" ya habían pasado once meses desde entonces.

Chris seguía trabajando en el mismo edificio, en la misma calle y la misma oficina. Junto a él, Rosé terminaba de estirarse mientras se quejaba por cuarta vez en el día del mismo cliente que más que una solución pedía un milagro.

— No sé, a la gente deberían pagarle por ser estúpida y ya no habría más deudas en el mundo —dijo la chica mientras tomaba su bolso—, en fin, el día ya terminó.

— ¿Tienen planes? —preguntó Han, acercándose a los chicos mientras sostenía en una mano su té frío y en otro el saco de su traje—. ¿Les parece si vamos a cenar algo?

— Tengo que terminar unas cosas —dijo Chris, elevando su diestra en un ademán—, pero pueden ir ustedes.

— Hombre, ¿Sigues trabajando? Te dará un coma laboral o algo así.

— Debo dejar todo listo para mis vacaciones.

— Ah, sí, la amada Nordkapp pesquera —respondió Jisung poniendo sus ojos en blanco—. En fin, ¿Vamos?

La chica asintió, terminando de apagar su computadora antes de tomar su abrigo. Le dijo por última vez a Chris que no se exija mucho y finalmente salió de las oficinas. Lo único que se escuchaba ahora era el teclado de Bang, todos los de su área ya se habían ido pues era viernes y la necesidad de salir a comer y tomar un poco se sentía desde la mañana, pero aunque él se viera un poco tentado al respecto deseaba terminar con su trabajo pronto para no tener muchas cosas qué hacer después de sus vacaciones. Se encontraba muy emocionado y al mismo tiempo avergonzado. Había pasado bastante desde su viaje, casi un año. No sabía nada de Minho desde entonces y aunque a veces intercambia unos cuantos mensajes con Felix, no eran muy constantes por la diferencia de horario, de hecho, su último mensaje había sido hace tres meses dónde le pedía por favor, dejar un bote de papas y una barra de chocolate cerca del muelle cuando cayera el sol. Al chico le pareció una petición extraña pero accedió y desde entonces no hablaban.

Extrañaba a Minho, deseaba saber cómo estaba, si ya lo había perdonado y si se había encontrado con sus hermanos en ese año, pero no tenía forma de comunicarse ni saber de él.

— ¿Christopher? Vaya, sigues aquí.

El chico levantó la mirada, sonriendo al ver a su jefe de piso.

— Estoy terminando unas cosas pero pronto me iré, siento molestar.

— No, no, está bien, de hecho estaba por mandarte un mensaje —dijo el hombre, sacando su celular para buscar algo en su agenda—. Tienes tus vacaciones la siguiente semana, ¿Cierto?

— Así es, por eso me estoy apresurando con todo esto, no quiero ser un irresponsable.

— Están planeadas por quince días, ¿Es correcto?

SUKHA ❀ Minchan [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora