Capítulo 1

1K 67 40
                                    

Les tengo una pregunta...

¿Qué necesita mas un niño?

¿Un padre o un papá?

¿Cuál es la diferencia?

En mi opinión, casi cualquiera puede ser padre, pero no todo el mundo tiene la paciencia y la devoción para ser papá.

En cuanto a mí...

—¿Alguien ya atrapó una mariposa?

Se veía al diablillo caminando con un grupo de pequeños demonios corriendo por todos lados.

Yo siempre quise ser papá.

Y déjenme decirles que me encanta.

—¡Eso, eso! —animaba a su equipo de niños en el básquet, hasta que uno anota— ¡Si!, ¡Si! —celebra felizmente.

Todo el público aplaude con emoción.

Y me encanta mi camioneta, se conduce de maravilla, ¿Y saben qué? No vacío mi cuenta del banco. Tiene espacio para toda la familia.

Si, me encanta ser papá.

Y amo a estas dos adorables bolas de plumas.

Blitzø estaba ya vestido de manera formal para irse a su trabajo.

En eso, un pequeño búho de plumas beigs con negro y cuatro ojos rojos se acercaba a la cocina donde él estaba.

—¡Hola Orion! Buenos días —saluda con una sonrisa el imp.

—Me da igual —sigue caminando sin siquiera verlo, ignorándolo por completo.

Lo acepto. No soy su papá biológico.

Otra pequeña lechuza de plumas azuladas como las de su padre y ojos amarillos se acerca a él.

—Hola, buenos días señor Blitzø.

Soy su padrastro.

—¡Buenos días, Via! —sonríe a la pequeña.

—¿Puedes poner esto en el refrigerador? —dice de manera inocente mientras le entrega un papel.

—Claro pequeña —lo toma y mira el papel— ¿Acaso hiciste otro dibujo de nuestra familia? —sonríe emocionado

—Ajá —observa el papel junto al diablillo— ahí estamos Orion, papi y yo —señala tres garabatos de dos bolitas emplumadas y una alta.

—Que lindo —observa fascinado su dibujo.

—Y por aquí, muy, muy, muy lejos, estás tú -
le señala la esquina del papel.

—Oh... Oye, ¿Traigo puesta una gorra de béisbol? —entrecierra sus ojos ya que no entendía mucho los pequeños garabatos.

—No, ese es un cuchillo que yo te clavé justo en el ojo derecho —lo dice de manera inocente mientras lo mira.

—Awww —se le hizo muy adorable ese detalle ya que, pues, era Blitzø— y adoro que me hayas hecho cabello aunque no tenga —sonríe.

—No es cabello, es popó —agrega la pequeña para luego irse tranquilamente a la mesa donde estaba su hermano.

—...E-Está bien dibujada —le halaga— ¿Y es de perrito ésta popó?

—Es popó de vagabundo —finaliza.

—Oh... Correcto... —cuelga el dibujo en la puerta del refri.

Guerra de papás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora