Lovephobia

XXV

Podía sentir sus lágrimas,su corazón agitado,su cuerpo temblando entre sus brazos,se apartó y pegó sus frentes mirándose a los ojos.

-Te quiero a mi lado, aquí, allá, en todos lados y contigo a nuestras hijas-ella frunce el entrecejo.

-¿Y sin mí no vas a querer a mis hijas?-se va a apartar pero él no lo permite.

-Las quiero a mi lado pero no voy a enfrascarme en una batalla legal que seguramente ganaría por mi posición social,no te lastimaría así.

-Mamá,tengo hambre-Entra Setsuna restregando sus ojos, entonces se detiene y ve al hombre de pie en la cocina, luego a su madre,su mirada reflejaba tantas emociones; miedo, sorpresa, felicidad,anhelo, tenía sus manitas contra su pecho y un pies hacia adelante,su labio inferior temblaba ligeramente como si no supiera que hacer.

-Setsuna-dijo él despacio,la niña abrió más los ojos y apretó los puños y los labios mordiendo ahora su labio inferior, él se apartó de Rin y fue hasta la pequeña agachándose en su presencia-¿Sucede algo hija?-ella negó, él acarició su rostro-¿Quieres un abrazo de tu padre?- asintió y él volvió a abrazarla.

-Papá-dijo ella dejando escapar un sollozo que oprimió su pecho, él hacia su vida solo con el dolor de la soledad al no tener a Rin,pero ellas habían sufrido,Rin había admitido que le había hecho falta y por la actitud de sus hijas a ellas aún más, él no había estado ni un solo día para ellas y aún tenía una duda o mejor dicho varias-¿Te quedarás con nosotras ahora?

-No-la niña lo mira sorprendida-debo hacer algunas cosas antes de que sea definitiva nuestra reunión ¿Comprendes?

-Mamá dice que trabajas mucho, en otro país.

-Sí,en Japón.

-¿Puedo ir contigo?

-Setsuna...-quiso interrumpir Rin pero él alzó la mano un segundo impidiéndole continuar y responder él.

-¿Dejarias a tu madre y hermana pera irte lejos conmigo?-ella lo pensaba-si vienes no podrías volver pronto,no podrías verlas cuando quieras xq estarán muy lejos.

-¿Te vería a ti?

-Sí,en mis tiempos libres,soy el presidente de la compañía y debo estar al pendiente de todo,es mucho trabajo.

-¿Cuando sea grande puedo trabajar contigo?  Así no estarías tan ocupado.

-cuando seas grande-dice acariciando su cabello-¿Vendrás conmigo?

-¿Cuando terminarás tus asuntos pendientes?-él sonrió ligeramente.

-Espero pronto-miró ligeramente a Rin,ella era su asunto pendiente,debía reconquistarla, que su corazón fuera suyo enteramente como el de él era de ella y sus hijas-¿Towa sigue dormida?-ella asiente-¿Xq no te preparas mientras tanto para ir a cenar los cuatro?

-¿A la calle?

-Sí.

-¡¿A dónde que queramos?!

-Setsuna-interviene Rin-no a donde quieran, hay límites que no permito-la niña se encoge en brazos de su padre sonrojada y luego mira a su padre.

-A mamá no le gusta ir a...

-Setsuna-volvió a esconderse-ve a prepararte y llama a Towa.

-Sí-se aparta con pesar de los brazos de su padre y sale corriendo.

-¿Que le contaste de mi?

-que trabajabas mucho y muy lejos.

-¿Y xq no venía a verlas?

-igual-se sonroja y él va hasta ella con porte seductor.

-¿Y xq nunca llamé?

-Sí mandabas mensajes-se sonrojó más, él sonrió de lado,la había atrapado en una travesura.

-¿Cómo?-Acarició la mano que ella tenía en el mesón con la punta de sus dedos y fe subiendo por su mano,su brazo,su cuello,la sintió estremecer.

-pues,audios y...-ella cerró los ojos-mensajes,los chicos ayudaron.

-¿Audios?-el nunca en su vida había mandado audios a una niña,ni a Moroha.

-cuando le enviabas algún mensaje a ellos diciendo como te iban en los negocios y preguntabas por los de ellos pero sin especificar me lo enviaban a mi,me era duro oírte pero...-abrió los ojos y miró los dorados de él-Ver sus caritas iluminarse al oírte me ayudaba a soportar todo.

-No debiste irte ni ocultarme nada-se acerca a sus labios-estoy aquí ahora.

-Ahora lo estás, mañana tal vez no,ya me ha pasado contigo-se aparta-iré a preparar a las niñas,sino se nos hará tarde-se va dejándolo solo,ella tenía razón, él le falló cuando le dijo que estaría para ella,debía asegurarse de no volver a fallarle a Rin y menos a sus hijas.

Tomó su teléfono y llamó a Japón, oyó el repique una y otra vez hasta ser contestado con un quejido.

-Ve a dormir Sesshomaru,hablamos mañana.

-Son las 6y30pm.

-¡Son la 1y30am!

-Bien,duerme Naraku, iré a cenar con mis hijas-cuelga, pocos segundos después su teléfono se iluminó con la llamada entrante, lo pensó un momento para luego contestar.