El Beso De La Muerte

Capítulo 2

Primero, esto es básicamente DOS capítulos en uno. Así es. ¡DOS! No quería estafarlos a ustedes, chicos y chicas. Dicho esto, tenemos algunos saltos de escena aquí y el tiempo SÍ pasa en este capítulo, así que ahí está su advertencia.

Como siempre, cualquier troll en la sección de comentarios debe ser ignorado o burlado sin piedad, lo que prefieras. Personalmente, me inclino por lo primero. Las críticas verdaderas siempre las ahogan por amenazas de muerte en estos días de todos modos. ¡Me encanta leer esos~!

Reseñas, por supuesto. No las maldiciones y amenazas de muerte.

Espero que estés listo, porque este capítulo cubre MUCHO terreno. Es por eso que tomó tanto tiempo actualizar, más bien, por qué este capítulo es tan LARGO, porque tenemos muchas interacciones de personajes para escribir. Salem es adorable para escribir en esta historia. Naruto aún más. En comparación, con el último capítulo, el romance aquí es... bueno... intenso. Eso es de esperar, por supuesto. Después de todo, Naruto y Salem son, literalmente, el último hombre y mujer en la Tierra -técnicamente Remnant, ¡pero aún así!- en este momento y están solos en eso. Y ya sabes lo que dicen, la miseria ama la compañía.

Como siempre, no poseo referencias, memes o temas.

Los recuerdos de Naruto están regresando lentamente...

...y una vez que lo hacen...bueno...

...eso va a ser divertido.

Caso en punto:

" No puedes pasar".

"¿Y quién eres tú para reclamar tal cosa, mortal?"

"Mi nombre es Uzumaki Naruto. Soy un shinobi de Hidden Leaf Village. Anfitrión del zorro de nueve colas. Protector de los inocentes. Devorador de dioses. Repito, no pasarás. Cruza esa línea en la arena en tu propio riesgo. Pero ten en cuenta que si lo haces... si das ese fatídico paso hacia mis dominios... si siquiera PIENSAS en lastimar a Salem...

~ un enfrentamiento.

beso de esperanza

Un hombre y una mujer, juntos en el fin del mundo.

Realmente, sonaba como el comienzo de una fábula perdida; alguna historia tonta contada alrededor de fogatas para deleitar a los niños o servir como cuento de advertencia para aquellos que no quieren escuchar. Salem nunca había sido muy aficionado a los cuentos de hadas, ni siquiera cuando era niño. Sabía que era poco probable que su historia tuviera un final feliz. Había aprendido a digerir esa terrible verdad hacía mucho tiempo, aunque a regañadientes. Lo mejor que podía esperar era un sueño placentero ocasional en medio del mar de pesadillas interminables que era su vida.

Y sin embargo, esto era real.

Salem supo que era así cuando despertó de sueños febriles y encontró a Naruto cuidando las brasas agonizantes del fuego de la noche anterior. Vaya. Eso fue una sorpresa. Los ojos rojos y llorosos parpadearon una vez, luego se abrieron cuando la comprensión repentina rompió con el amanecer. Él todavía estaba aquí. Si la había oído gritar mientras dormía, no lo mencionó. Ni siquiera parecía darse cuenta de que ella se había movido en absoluto.

¡Olvida eso! ¡Él! ¡Estaba! ¡Todavía! ¡Aquí!

Lo que significaba que existía; no como un producto de su imaginación, sino como una persona.

En lugar de hablar, Salem se contentó con observar a la rubia trabajar unos momentos más antes de que ella le hiciera saber que estaba despierta.

No se había acostado con ella la noche anterior; eso lo sabía porque se encontró completamente vestida, aunque un poco sucia por haber dormido en la hierba. No estaba segura de qué hacer con eso.