arresto

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Ojo; este capítulo ocurre antes del escape de Sasuke e intermedio.

Narradora

Suigetsu dormía profundamente, o eso aparentaba, el peliblanco tenía sueño ligero, cualquier movimiento o ruido podría despertarlo, por esa razón envolvió a Konohamaru por el torso, si por alguna razón el castaño se levantará él sentiría el movimiento y despertaría.

Ese día salieron a cenar y Konohamaru lo invito a su casa, no solo para simple visita, pero Suigetsu debía aprovechar cada vez que el joven alfa bajaba la guardia, necesitaba saber cómo estaba Sasuke, no sabía nada de su amigo durante mucho y en tres días habría una reunión para darse a conocer el nuevo líder del equipo, no deseaba a nadie más, quería a Sasuke de regreso.

Cómo el peliblanco prefijo, Konohamaru se levantó y con cuidado para no "despertarlo" quita su brazo y lo acomoda a un costado. El castaño sale en silencio de la habitación y Suigetsu abre sus ojos una vez que Konohamaru abandonó la habitación, de levanta y agradece que la puerta del cuarto se quedó abierta, sale en silencio, al salir nota que el castaño está por realizar una llamada.

---Hola mi buen amigo - dice Konohamaru luego que su llamada fue atendida, el castaño prende un cigarrillo pero no lo fuma.

Suigetsu nota los gestos del castaño y nota como apaga de nueva cuenta el cigarrillo, mientras su ceño se frunce.

---Ya tengo la fecha para la entrega, en tres días días, así que necesito esas putas píldoras para mañana, necesito comunicarle a mis socios para que le den un vistazo - el tono de Konohamaru es neutro y Suigetsu piensa que el alfa sería un excelente hombre de negocios, uno sano ---bien mañana nos vemos - con eso cuelga.

Suigetsu está por regresar pero al observar que Konohamaru va a realizar otra llamada, se detiene.

---Hola señor, ya tengo lo que le ofrecí, espero que no me quedé mal y podamos reunirnos en...- Konohamaru nombra una dirección y Suigetsu lo apunta mentalmente y se lo repite para no olvidarlo ---a las once de la noche, espero su presencia, el Kyubi estará agradecido...no, usted estará agradecido por hacer negocios con el Kyubi - sonríe altivo.

Suigetsu retroce lentamente cuando el castaño cuelga, ya tiene lo que quiere así que regresa a la alcoba y se coloca en la misma posición que fue dejado  y no pasa mucho cuando Konohamaru regresa y se acuesta a su lado mientras vuelve a tomar su brazo para colocarlo de nuevo en el torso, está vez, también Konohamaru se gira para abrazarlo.

---Enserio tu olor me enloquece - escucha murmurar a Konohamaru mientras la nariz de este acaricia su cabello.

Suigetsu también le gusta el olor de Konohamaru pero su olor favorito sigue siendo el de Fuu, arándanos. Dejó de pensar en ello y se volvió a dormir, mañana debía madrugar e ir a informarle a su amigo sobre la nueva información que obtuvo.

[...]

Sus ojos se abrieron automáticamente y nota que el castaño aún está sujeto a su cadera, como un gusano se desliza del agarre y sale de la cama con cuidado, busca su ropa y se viste en silencio, no es la primera que viene a casa del joven alfa así que sabe cómo escabullirse sin ser descubierto.

Al estar ya en la entrada nota que la cerradura es diferente a lo que recuerda, esta vez es una cerradura que se abre con una clave que contaba con cuatro dígitos, pensó mucho en que podría poner Konohamaru.

---1,2,3,4 - dice sonriendo burlón pero esa sonrisa se borra al tener acceso, la puerta se abre ---sí que es muy listo - ironiza.

Agradece la gran inteligencia del alfa y se marcha. Al estar fuera del edificio saca su teléfono y verifica la hora, quince minutos para las seis, juega con la suerte sabiendo que podría ser temprano y su amigo quizá no le responda la llamada. Lo intenta y para su sorpresa hay respuesta.

EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora