Enemigo

¿Conocernos? ¡me niego!

Sasuke

El sujeto me miraba con furia y había inmovilizado mis manos, me reflejo en sus azulados ojos y sentí un extraño calor en mi pecho.

Al estar centrado en su mirada, un flash pasa por mi cabeza. Ese tipo me cogió, anudó y se corrió dentro de mi, si no tomo unos anticonceptivos en veinticuatro horas yo podría quedar en...

No sé de dónde salieron las fuerzas pero de una patada lanzó a ese alfa al suelo.

---¡Quiero unos anticonceptivos! - exigí.

---¿Por qué? Tendrás a mi bebé - me dice al momento de colocarse de pie.

Ese maldito, piensa que así va atarme, que equivocado está.

---Si no me das esos anticonceptivos, juro que abriré mi estómago y mataré a ese bebé y de paso me muero yo - amenazo. Es obvio que es una mentira pero él no debe de saberlo. Lo miro con seriedad para que piense que hablo enserio.

Gracias al cielo me cree. Sale de la habitación pero al salir cierra la puerta con llave. De igual forma no me muevo hasta que regrese.

Me tiende unas pastillas y corroboro que sea lo que quiero y al hacerlo me tomo un par. No tendré un bebé sin mi consentimiento.

---Ahora que estamos tranquilos hablemos - él jala una silla y la coloca cerca de la cama para luego tomar asiento.

Sin evitar la conversación me acomodo en la cama y pretendo escucharlo.

---Antes que todo, mi nombre es Uzumaki Naruto y dirijo una empresa de publicidad - se presenta.

Alzo una ceja y la verdad no me importa.

---¿Cómo te llamas? - me pregunta al ver que yo no pienso hablar.

---¿Por mi nombre o como me suelen llamar? - digo con una sonrisa ladeada.

Él frunce el ceño.

---Tu nombre - aclara.

---Sasuke - respondo.

---¿Sasuke que?

---Solo eso necesitas saber. Mi apellido es irrelevante, no es como si nos fuéramos a ser cercanos - aclaro.

---Mira, Sasuke, tienes mi marca y aunque te enoje la idea, tu no podrás vivir sin mi olor - me explica.

Y en eso tiene razón, para mí desgracia.

---¿Crees que no lo sé? Sabes la verdad no me importa si muero o vivo, pero eso lo decido yo, no nadie más, soy dueño de mi vida así que si decido morir porque no quiero estar a tu lado, simplemente me muero y ya - me encojo de hombros.

---Nunca había conocido a un Omega tan terco - pasa su mano por su rostro.

---Naruto, quiero irme a casa, odio está aquí - pedí.

---Aun no - me responde.

Resoplo. No tengo las ganas de seguir está conversación pero si la atraso más, más tiempo me quedare.

---¿Que quieres de mi? - suelto.

---Quiero que te quedes a mi lado - dice.

---¿Por qué? Estoy sucio, hay miles de omegas afuera de buena familia y de buena procedencia ¿Por qué quieres a un maldito prostituto? - digo sin entender.

Los alfas son orgullosos ¿Por qué este no?

---No me importa tu procedencia, tú debiste tener tus razones para hacer eso, así que ¿Cuáles son? - me pregunta.