Avanzar

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Narrador

Fingiendo leer un libro, estaba Sasuke tumbado en un sillón. Se encontraba en el despacho del alfa, quien trabaja y de vez en cuando levantaba la mirada para sonreírle al azabache. Sasuke también le seguía el juego y le regalaba una sonrisa.

---Tengo que hacer una llamada - comentó Naruto, al levantarse de su asiento.

---Claro - contesta el azabache, observando como el rubio sale de la habitación.

Rápidamente baja su libro y de un salto se levanta del sillón para ir al escritorio del alfa. Mira los papeles esparcidos y nota que son de la empresa, no le interesa. Busca en los cajones y no hay nada de importancia, suspira se sienta en la silla del escritorio y se pregunta ¿Donde tiene esos documentos que  incriminen a Naruto? Era obvio que no los tendría a la vista.

---¿Que haces? - pregunta divertido el rubio al ver al azabache sentado en su silla.

---Se miraba cómoda, así que quería comprobarlo - es lo que responde Sasuke.

---¿Y lo es? - dice el rubio mientras se acerca, toma a Sasuke de la cintura y lo levanta, para luego sentarse y colocar a Sasuke en sus piernas.

---Mas o menos, me he sentado en mejores - responde Sasuke altivo.

Naruto se ríe y deja un beso ruidoso en la mejilla de Sasuke.

---Eso quiere decir que debo cambiar mi silla ¿Por qué no vamos juntos a elegirla? - propone el rubio.

---Tal vez - dice Sasuke.

El rubio niega divertido y abraza a Sasuke posesivamente por la cintura.

---Me siento feliz de que estés aquí conmigo - murmura Naruto con suavidad.

El azabache permanece en silencio, sabiendo que todo lo que está haciendo es para su propio beneficio. Y una parte de él se siente mal y otra sabe que está siendo lo correcto. Pero al final no llega a una conclusión si está bien o no lo que hace.

[...]

Suigetsu tomó de golpe el trago que hace unos minutos le sirvieron. Su corazón latía con fuerza al ver a su objetivo a unos metros, charlando y riendo con un par de omegas.

El peliblanco no estaba acostumbrado a frecuentar bares, ya que era Sasuke el que se encargaba del trabajo encubierto. Pero debía quitar los nervios, ya lleva años lidiando con criminales, aunque Konohamaru no era solo un simple criminal.

Se acerca disimuladamente para escuchar como va la conversación que tiene Konohamaru con aquellas omegas.

---¿Cuál es tu tipo? - pregunta una de ellas, toqueteando el brazo del chico.

---Mmm me gustan con un olor dulce y que puedan menear bien las caderas - contesta pícaro.

Suigetsu frunce el ceño ¿Menear caderas? Bailar, quizá le guste alguien que baile bien piensa con entusiasmo. Vuelve a la barra y pide otro trago. Al beberlo va al centro de la pista, dónde el gentío está disfrutando de la música.

Muy bien, las clases de baile que tome para bajar el estrés no serán de por gusto, aunque es ballet....muerde sus labios e inhala profundamente para comenzar.

Sus meneos son suaves y se guía por el ritmo de la música, en unos minutos ya es el centro de atención, las chicas lo animan y se restregan en su cuerpo, una de ellas lo invita a subir a la mesa y Suigetsu ni lo duda cuando de un salto sube. El bullicio está bloqueando sus pensamientos y por un momento olvida porqué razón está ahí.

Al finalizar la canción muchos comenzaron a gritar animados y sorprendidos por su baile. Un alfa, más grande que él, lo baja de la mesa estilo nupcial. Suigetsu se sobresalta ante la repentina acción.

EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora