Cap 1

6 1 0
                                    


La mañana siempre llegaba con su hermoso cielo, pero el día de hoy qu el cielo estaba empezando a ser invadido por nubes oscuras, señal de que pronto llovería, era miércoles, día en el cual empiezo a desear a que llegue el viernes.

-Adiós Candy, nos vemos luego- dijo uno de mis compañeros de trabajo mientras se despedía con una gran sonrisa, claro, feliz, ya que había terminado su turno, y yo acababa de empezar el mío.

Trabajo siendo oficial de policía, patrullo noche y día, eso depende de mi horario, acomodo papeleo, que por cierto es demasiado. Mis compañeros de trabajo son amables, o por lo menos con los que me llevo bien. Me llamó Owen, pero mi apodo es Candy, si, dulce, la razón de ese apodo es por el echo de que siempre llevo en mis bolsillos dulces, me da ansiedad la mayor parte del día, así que la calmó comiendo un dulces.

Ya llegando a mi puesto de trabajo me encontré con Wendy, la sub-capitana.

-Hola Candy, qué tal tu mañana- saluda Wendy con sus grandes ánimos de cada día.

-Hola Wen, y mi mañana está del asco, la cafetería no estaba abierta, la cerraron por plagas PLAGAS, puedes creerlo?- dije mientras la irritación me empezaba a invadir.

-Lose~, pero no hay por qué amargarse por un simple café, para eso está la cafetera de este lugar- dijo mientras señalaba la cafetera, que parecía una viuda triste y solitaria.

-La razón por la que no utilizo esa cafetera es por el simple echo de que el café que hace es...horrible.

-Bueno, Bueno, cada quien con sus gustos, pero te comento que esa cafetera te ayudará a no dormirte esta noche, ya que tienes que acomodar TU papeleta y algunos archivos de tu computadora.

-ahhh~ porque yo~ - dije mientras me lamentaba y me maldecía mentalmente.

-Nadie remando a que descuides tu puesto de trabajo- dijo Wendy alzando los hombros recalcándome mis días de descanso, descanso es descanso, que tiene de malo- Ay, por cierto-dijo acercándose como si me fuera a contar un secreto- Dicen algunos por hay que cuando se quedaban hasta tardes horas de la noche aquí, escuchaban paso en el pasillo que va para el baño.

-No me jodas Wen, sabes que? Te veré cuando te toque a ti.

-No lo creo, siempre estoy al tanto de mi papeleo y mis archivos, en fin, adiós~.Y cuidado con los fantasmas- dijo mientras se alejaba.

Toda la mañana estuve patrullando por los sectores que me habían asignado, cuando termine de patrullar, trabajé lo más rápido posible para terminar con el papeleo, pero era demasiado, llegó la noche y ya había terminado el papeleo, faltaban los archivos del computador.

El lugar estaba silencioso, la última persona que me acompañaba ya se había ido hace una hora, todo era calmado y lo único que se escuchaba era mis bostezos y el teclado del computador en el que estaba trabajando. Tenía un sueño atroz pero eso no iba a hacer que tomara ese horrible café.

Luego de unas horas, ya pasadas las 12 de la noche, estaba por terminar de organizar los archivos, pero en ese momento, de la alegría de poder terminar e ir a casa a dormir, se me vinieron las ganas de ir al baño.

Me levante de mi asiento, me estire un poco y me dirigí al baño, luego de un rato, me lavé las manos y salí del baño, pero en ese momento percibí un olor a cigarrillo, mire hacia la parte de donde venía el olor, al otro lado del pasillo estaba un hombre alto ,llevaba una camisa blanca con botones, un pantalón negro, era de tez pálida y de ojos cafés.

Me había quedado inmóvil, de seguro fue por la sorpresa o...miedo?.

Repentinamente se movió, sentía la garganta seca, el estaba acercándose a mi, escuche una pequeña risilla de su parte mientras se acercaba como si fuera un gato casando a un ratón, y ese ratón soy yo, ya frente a mi, vi que tenía en el pómulo derecho un lunar, el resto de su rostro era pálido y sin color.

Una Pesadilla en Sueño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora