Una Pesadilla en Sueño

Cap 3

Se vinieron una avalancha de recuerdos que desconocía, aquel hombre que me había echo, lo más frustrante fue que no entendía nada de lo que ocurría. Repentinamente un solo recuerdo apareció de enteré tantos, en ese recuerdo estaba un hombre de cabellos amarillos, ese hombre era..."Eliot" dijo otro hombre que apareció repentinamente, mire a aquel hombre, y al hacerlo sentí como si me cayera un cubo de agua fría encima, ese hombre era yo.

Miraba cada recuerdo, uno por uno, mientras los recuerdo avanzaban iba sintiendo ganas de vomitar, tenía tantos sentimientos encontrados, me sentía enfermo, un pito enfermo.

Aquel fantasma era el mismo hombre de los recuerdos, él mismo que se obsesionaba conmigo, el mismo que me encerraba con la tonta excusa de que no quería que me hicieran daño, sabiendo que él mismo era el que me hacía daño, él mismo al que yo le daba grandes sonrisas de felicidad a pesar de lo que había pasado, es el mismo al que yo decía que amaba cada noche que mirábamos las estrellas, ese mismo que la palabra con la que lo describiría sería que es un...PSICOPATA.

El último recuerdo fue verme a mi mismo echo un desastre en el suelo, como un perro maltratado, tenía las muñecas con moretones, ojeras en el rostro, lágrimas secas y el cuarto echo mierda.

Lo único que repetía en voz baja como si fuera un dilema, era "Se fue, ya no está", esas palabras las decía con tristeza y con ira, era una mezcla extraña, así como lo era el, una mezcla extraña entre mazoquizmo, y cariño, entre amor y odio , entre tantas cosa buenas y malas.

El resultado de tanto pensar fue que él se había ido, lo había dejado solo, había muerto, no se como, solo había sacado esa conclusión, él no había vuelto durante días, no respondió el teléfono, no había rastro de él. En ese momento nose si sentí felicidad, enojo o... tristeza solo seguí adelante y olvidé todo. Guarde todo lo que me sucedió con el, lo sepulté negándome a volver a revivir todo eso.

Cuando desperté, seguía de noche, estaba con la respiración descontrolada, sudaba a mares, duré un lardo raro en calmarme, luego recordé que Eliot estaba en el auto en el asiento del copiloto, mire hacia esa dirección, pero no había nadie, lo único que se hallaba en el asiento era una carta junto con una rosa, las tome, cerré los ojos y suspire, luego los abrí y al mismo tiempo la carta.