Prólogo

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En un invierno largo y solitario, padre e hijo decidieron poner fin al largo infierno que ambos vivían en aquella gran mansión que seria testigo de los peores pecados.

El padre pudo salvarse...

Y el hijo,

Aquel niño lamentable que cargó todas los pecados de su madre y las deudas de su padre, vivió con dolor hasta su último día.

El padre indiferente borró de su memoria la existencia de su hijo, mientras el pequeño que nunca fue nombrado y conoció únicamente la amargura de la vida, imaginó muchas veces una vida diferente al lado de su padre alfa.

Inocentemente se culpaba a sí mismo.

Fingió ser cruel y terminó de lastimar a su padre para salvarlo.

Y la madre, la mujer cruel sometía a su hijo haciendo uso de todo lo que tenía, se comportó peor que un animal.

No hubo un final feliz, solamente justicia.

La madre omega fue condenada y el padre alfa se quitó la vida por la gran culpa que sentía.

Indirectamente culpó a su hijo y ese descuido le costaría la vida, muchos años de tormentos y las peores experiencias.

En esta vida donde un inocente tuvo un deseo fugaz al final de su vida, el cielo se compadeció de su sufrimiento y volvió a empezar el ciclo.

¿Tendrá el niño un final feliz?

¿El padre cambiará el destino establecido por su debilidad?

El cielo estaba curioso, sin saber que una alma extranjera de otro mundo, se coló en ese bucle de sufrimiento.

Lágrimas En Un Invierno Frío©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora