and when

126 11 0
                                    

"when we're out in a crowd laughing loud and nobody knows why"

Mano en mano, sus dedos entrelazados intentaban generar calor entre ellos para combatir contra la baja temperatura que atacaba a sus cuerpos.

Sus chaquetas -de algunas tallas más grandes de lo que debían- rozaban entre ellas mientras hacían todo lo que podían por mantenerse lo más pegados posibles, sin específicamente tener razón alguna.

La música se reproducía en los audífonos inalámbricos que compartían, siendo ese el único sonido capaz de llegar a su campo auditivo, junto al de sus suspiros chocando con las bufandas que ambos cargaban.

El sol irradiaba con fuerza igual a como lo haría un día de verano, pero de alguna manera, la temperatura era capaz de decir todo lo contrario al cielo.

Caminaban lenta y calmadamente hasta un parque localizado a algunas cuadras de su casa, sin un propósito concreto. Solo decidieron acercarse a aquel lugar para despejar un poco sus mentes y dejar que el frío abandonara sus cuerpos.

Las rejas verdes del lugar fueron pronto vistas por ambos chicos, junto al leve olor a pasto mojado que rápidamente llegó a las narices de los dos apenas colocaron un pie sobre el perfectamente cuidado camino de tierra del parque. como era de esperar, varias personas estaban en el parque; unas simplemente eran padres llevando a sus hijos a disfrutar, otras iban a pasear a sus mascotas, algunas solo iban a hablar con alguna amistad y las últimas pocas solo se quedaban a aprovechar un poco las bonitas vibras del sitio para pasar un tiempo a solas.

Caminaron algunos segundos más, rodeando circularmente el centro del parque para encontrarse con el área de "niños". Obviamente el castaño, Jisung, ni siquiera trató de ocultar su gigante sonrisa al ver un tobogán cerrado grande, que era sumamente alto y daba vueltas para llegar a su final.

— Minho, Minho, Minho, Minho, Minho, vamos.— Comenzó a repetir Han mientras sacudía fuertemente el brazo del mayor, que sonreía totalmente enternecido ante el comportamiento de su novio.

Minho tomó de la muñeca a Han y tiró de él al trotar hacia las escaleras de aquel parque, escuchando de fondo la suave risa de su chico. Subieron completamente y llegaron a un espacio pequeño, cerrado y techado, con solo la apertura de los escalones. Ambos debían agacharse un poco para no chocar contra la madera que había como techo.

Miraron la entrada al tobogán y se sentaron frente a ella, compartiendo una mirada dudosa luego.

— Este tobogán es muy pequeño, ¿crees que si nos lanzamos juntos sobreviviríamos? — Preguntó Minho, haciendo una expresión ligeramente asustada cuando vió la sonrisa malévola que el castaño le dedicó.

— Solo hay una manera de descubrirlo.

Jisung se levantó levemente y caminó en cuclillas hasta llegar al frente de Lee, se sentó allí, y pronto sintió al pelinegro acercarse, pegar su pecho a su espalda y enredar sus brazos alrededor de su cintura.

— Espero que sepas que si morimos es culpa tuya.

Sin siquiera responder a lo dicho, Jisung comenzó a hacer una cuenta regresiva corta, disfrutando fuertemente lo nerviosos que se escuchaban los bajos insultos que el mayor comenzaba a murmurar.

Con un pequeño impulso de sus manos en el suelo sus cuerpos comenzaron a deslizar a través de la estructura del tobogán, y junto a ello, los gritos comenzaron a aparecer. la única diferencia, es que Jisung lo hacía con una sonrisa en su rostro, pero Minho tenía la expresión más aterrorizada aún vista.

Llegaron al suelo acostados uno sobre el otro con un golpe suave y automáticamente las fuertes y contagiosas carcajadas de Han resonaron. por su parte, Minho permaneció algunos segundos tirado mirando a la nada; Jisung volteó a mirar su rostro y volvió a estallar en risas cuando lo primero que vió fue la expresión completamente blanca de su novio.

Cuando Lee se reincorporó Jisung se encontraba doblado riéndose a todas fuerzas con su brazo cubriendo su estómago, y poco a poco comenzaba a realizar una mueca debido al dolor que le causaba en su estómago el haber reído tanto. Minho trató de disimular sus inmensas ganas de reírse, pero cuando Jisung levantó su cabeza y se golpeó accidentalmente con la rodilla del pelinegro, haciendo que volviera a lanzarse al suelo agarrando su cabeza dramáticamente, el pelinegro explotó en carcajadas. En el exacto momento en el que Han finalizó su actuación se unió a Minho, ambos hombro a hombro en el suelo riendo a todo volumen.

Sabían a la perfección que estaban llamando la atención de las personas, que algunos los miraban despectivamente y otros enternecidos, pero sinceramente no les interesaba en lo más mínimo. Lo único que les importaba en ese momento era seguir compartiendo ese tipo de momentos hasta cansarse, seguir sintiendo la felicidad llegar a sus rostros con solo una mirada o una presencia. El hecho de que tal vez llamaran la atención de las demás personas, o los ojos cayeran en ellos, no valía en lo absoluto si se sentían felices entre ellos.

small things you do // minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora