﹒ " ✶ ˖ capítulo nueve ۫

355 72 3
                                    

Soobin se sentía horriblemente mal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Soobin se sentía horriblemente mal. Se sentía muy pesado, apenas podía mantener sus ojos abiertos y tenía fiebre. Mucha fiebre.

Podía escuchar las voces de sus padres y la del doctor que habían llamado, totalmente asustados.

Un quejido salió de sus labios al sentir una especie de tirón en su abdomen, era su lobo, quien se movía de un lado a otro, como si quisiera salir con urgencia.

"Omega, Mi Omega".

Escuchaba leves gruñidos que cada vez se escuchaban más distorsionados hasta que finalmente volvió a la inconsciencia.

Podía escuchar un llanto, que al pasar los segundos se hacía más fuerte, también podía sentir una profunda tristeza que lo hacía querer llorar a él también.

―¡Hueningie! ― Escucho la voz desesperada de un infante, llorando.

―¡Shoonbi!, ¡Shoonbi! ― Apareció otra, mucho más aguda y más ahogada por el llanto.

―¿Po-Por qué Hu-Hueningie tiene que irse, o-omma? ― ¿Ese niño era él?.

De pronto, la oscuridad en la que estaba sumido fue siendo más clara. Situándose como espectador de una angustiante separación.

Estaba él, más pequeño, claro. Sus padres y hermano. Los tres estaban arrodillados a su alrededor, abrazándolo para que no fuera corriendo hacia el auto que estaba estacionado y a punto de irse.

Dentro del auto estaban, por lo que vagamente recordaba, los Huening. Tratando de calmar a un niño (de no más de dos años) quien lloraba escandalosamente, sus manitos estaban contra el vidrio del auto, pidiendo salir.

―¡Shoonbi!.

―¡Hueningie! ― Se despertó agitado y con gotas de sudor en frente.

Su habitación estaba en penumbras, todo parecía estar normal, como siempre. Excepto el mismo.

Se tocó todo el pecho a tanteos, algo asustado, podía sentirlo. No era un sueño, podía sentir a su lobo despierto, estaba ahí.

Una sonrisa adorno su rostro un momento.

"Omega, busquemos a nuestro omega".

Una extraña sensación comenzó a brotar de su pecho, era una extraña ola de calor que se extendía desde su pecho e iba a cada parte de su cuerpo. Sentía la necesidad de buscar algo o alguien.

Sin que lo sepa, su lobo, tomo el control de su cuerpo. Sus ojos se tornaron de un azul intenso y los colmillos sobresalieron.

El buscaría a su Omega.

Se destapo, y sin siquiera ponerse calzado, salió de su habitación, olfateando el ambiente.

El pasillo era largo y no parecía haber amenazas a su alrededor.

Siguió caminando, atento, y al llegar a la mitad y ver que no había nadie, se transformó en su forma lobuna.

Un hermoso lobo de pelaje blanco emergió, sacudiendo su cuerpo y estirando sus patas.

Paso su hocico cada rincón del pasillo, queriendo encontrar algún rastro de su Omega.

―Iré a ver como esta Hueningie, Omma ― Solto un fuerte gruñido cuando el aroma de otro Alfa llego a el.

―Oh dios... Omma, tenemos un problema.

Pero antes que su hermano pueda seguir hablando el lobo retrocedió y comenzó a correr del lado contrario del otro Alfa.

―¡Soobin!.

Pero estaba actuando por puro instinto, no lo pensó dos veces cuando vio una ventana semi-abierta, se lanzó, rompiendo la mitad de esta por ello.

Aterrizo mal, su pata dolía, chillo levemente mientras se reincorporaba y trataba de pisar con su pata trasera.

Pero igual, cojeando o no cojeando buscaría a su Omega.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
深 ¡𝗯𝗲𝗯𝗲 𝗵𝘂𝗲𝗻𝗶𝗻𝗴𝗸𝗮𝗶!  ─  sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora