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Agarramos un camión el cual nos llevaría directamente a mi pueblo natal, me sentía muy feliz de por fin poder regresar, después de aproximadamente 2 horas llegamos y cuando llegamos a la parada de autobuses estaba mi papá esperandonos en su tan bella camioneta, corrí a abrazarlo

- Mi niña hermosa cuánto te extrañé - dijo mientras se limpiaba las lágrimas

- Yo te extrañé mucho más apa, y mi ma? - dije mientras le limpiaba las lágrimas

- En la casa, ya te está esperando con tu comida favorita - Dijo entusiasmado

Mi ama siempre con sus detalles, llegamos a la casa y corrí para abrazar a mi mamá y a mis demás hermanos, en total somos cuatro: Yo, Ivanna de 20 años, Osvaldo de 17 y Julián de 14 son mi vida estos niños y los amo como si fueran míos, estuvimos platicando y les di la noticia de mi título y mi plaza se pusieron un poco tristes pero felices ya que ya comenzaría a trabajar, comimos y me fui a descansar un poco en mi cuarto hasta que escuché que Ivanna estaba vomitando corrí con ella y vi que su vomito tenía sangre, me preocupé mucho y tenía que hablar con ella

– ¿Qué pasó Mija porque así?– dije casi llorando

– Perdón por ocultarselos pero ya es tiempo que sepan– Dijo limpiandose las lágrimas que ya escurrían por su cara

Estaba realmente más preocupada, nos reunió a todos en la sala y sacó un papel

– Hace 4 meses que me diagnosticaron Cáncer en el estómago, he estado con tratamiento pero está avanzando, no les había querido decir para que no se preocuparan pero ya es momento, yo ya no puedo más y perdón por no decirles pero en verdad que me siento culpable de todo esto– se soltó a llorar mientras mis papás la abrazaban

Yo solo me quedé en shock aún mi mente no procesaba tanto, estaba muy preocupada y con el alma echa pedazos, mi niña había tenido que sufrir tanto y sola, me sentí culpable por dejar a mi alma gemela sola, quizá si no me hubiera ido a estudiar hubiera estado más atenta a lo que sucedía con ella pero no fue así y ahora solo queda apoyarla en todo lo que podamos, me encontraba realmente destrozada al igual que toda la familia, nos quedamos abrazando a Ivanna en la sala hasta que nos quedamos dormidos, cuando desperté ya no había nadie ahí

* 1 mes después*

Todo con Ivanna estaba empeorando cada vez estaba más enferma y yo solo me la pasaba cuidándola y dándole los suficientes ánimos para salir adelante

– Weeeey, hay que ir a un concierto de marca registrada – dije emocionada – estarán en Guadalajara –

– A ver si de ver al borre me curo– dijo riendo

– Jajajajaja capaz te da el beso de la curación– para ser sincera ya no había esperanzas en qué ella soportara más de medio año, pero tratábamos de pensar positivo en que si podría superarlo

– Pues si veo que me voy mejorando nos vamos, con tal de ponernos bélicas jajaja– dijo mientras agarraba el teléfono y me ignoraba

Tuve que salir a comprar unas cosas y pasé a la iglesia a pedir mucho por mi hermana, no se que haría sin ella, después de varias horas regrese a la casa, entre al cuarto de Ivanna

– Te traje un helado de los que te gustan, no encontré la cosa esa que me hacía falta– dije mientras me quitaba las bolsas que traía en la mano – Te estoy hablando pendeja–

No recibí contestación alguna e inmediatamente la moví, a lo cual ella ya no me respondió, mi corazón dejo de latir

– Amaaaa, mi niña despierta por favor, por favor despierta – Estaba ya llorando y gritando

– ¿ Qué pasa hija? – dijo entrando sin importarncia

– Ama, mi niña ya no despertó, porque se me fue mi niña ahora con quién seré feliz– Entró Osvaldo y Julián al cuarto

– Ale, cálmate– todos estábamos ya llorando – Ya está descansando en un lugar mejor–

No pude evitar llorar, mientras escuchaba los gritos y lloriqueos de la familia, preparamos todo lo necesario para el funeral y aunque me tenía que hacer fuerte para darle fuerza a mis papás y hermanos los cuales estaban destrozados, en el fondo me sentía vacía, mi alma gemela se me fue y me dejó sola, ahora no se que haré sin ella, tantos planes y tanta vida que tenía por delante se fue, llegó la hora del sepulcro la caja bajaba lentamente mientras la familia le aventaba rosas, fue el momento donde no pude evitar romperme y saqué todo lo que tenía guardado

– TE DIJE QUE NO ME DEJARAS SOLA– grité mientras caía de rodillas ante la tumba– te lo pedí tanto yo quería vivir contigo toda la vida chingao–.

Julián y Osvaldo me abrazaron mientras lloraban

– Te amare toda mi vida Nana, siempre estarás en mi corazón y nunca te olvidaré – dije mientras acomodaban las flores y terminaban de cerrar la tumba

– Solo Dios sabe cuándo es nuestro momento– dijo acercándose hacia mi Alex– Ivanna fue la más feliz contigo siempre me lo dijo– me abrazó mientras lloraba aún más

Solo en sus brazos me sentía segura, me quedé ahí abrazada junto a el hasta que ya no había nadie, me levanté y me quedé un rato mirando la lápida de la mujer que más ame en mi vida, mi alma gemela, de la persona con la cual ya nunca podré volver a estar, quisiera que todo fuera un sueño pero sé que no lo es, es el peor día de mi vida y sé que no podré superarlo jamás. Nos fuimos a la casa y las siguientes 3 semanas no hice nada más que estar tirada en la cama abrazada de su peluche favorito " Tito" era un conejo, mientras lloraba recordando cada uno de nuestros momentos juntas, no había nadie que pudiera sacarme de aquí, no se en qué momento se me fue el amor de mi vida, hoy se cumplía un mes sin ella, un mes sin sentirme viva, todos trataban de darme ánimos para salir adelante pero lo único que necesitaba para salir adelante era a ella.

El hombre ideal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora