Soy su fiel amo de llaves - Thoma x Ayato

IV. Extra

[Advertencia: Este contenido que leerán a continuación es lo que pasó entre Thoma y Ayato en esa noche, ¡SI ERES SENSIBLE PROCURA NO LEERLO! Pero todos sabemos que viniste por eso JAJA
En fin, disfruten] Aquí no existen las enfermedades sexuales para que haya mayor sensualidad 😇

El rubio se quitó cada una de sus prendas de ropa y los dejó de lado, mientras hacía esto, Ayato ya se había bajado los pantalones y quitado sus guantes. Cuando el rubio habría procurado dejar la ropa estirada (él mismo tendría que hacerlo después y creía que era una molestia) Ayato le dio una señal al chico para que se subiera arriba suyo.

— Tranquilo Thoma, seré gentil. Primero debo meter mis dedos para dilatar tu entrada... — se detuvo un momento para recordar y luego prosiguió. — Al parecer no tenemos ningún lubricante a mano, usaré mi propia saliva.

— E-está bien. — pronunció el rubio mientras se colocaba cuidadosamente sobre el peli azul. El último se había llevado sus dedos a la boca para que con la saliva se permita deslizar con más facilidad en el interior del rubio.

— Entonces, permítame — indicó el peli azul luego de apartar su mano de su boca. Ambos estaban nerviosos ya que eran su primera vez, mientras que el hombre con un título honorífico acercaba su mano lentamente hacia la parte trasera del joven amo de llaves, este último estaba bastante apenado por la situación.

Ayato introducía lentamente un solo dedo, el cual al principio le incomodó al rubio porque su interior estaba bastante apretado, Ayato con sumo cuidado intentó hacerse paso y cuando logró introducir el dedo índice completamente, exploró cada rincón en busca de acercarse a la próstata del rubio, cuando finalmente lo encontró el chico lanzó un fuerte gemido.

— Está bastante apretado, ¿De casualidad es tu primera vez?

El rubio sólo asintió, le causó bastante extrañeza aquel sonido que emitió así que prefirió no hablar.
Ayato sonrió, era satisfactorio el hecho de que se iban a unir y hacerse uno mismo en ese preciso momento, por este pensamiento y los leves gemidos que emitía el muchacho de ojos verdes, hacían que se le comenzara a levantar su miembro. Por un rato estuvo jugueteando y observando las reacciones atentamente, pasó un rato mientras el rubio ahogaba sus propios gemidos e hacía expresiones provocativamente graciosas, al observar que ya se estaba acostumbrando, decidió meter sus dos dedos dentro de Thoma, lo más profundo que podía ser capaz. El último se intentaba retener sus gemidos lo más que podía, aunque era en vano, ya que el peli azul extendía sus dedos y presionaba en su interior. Al pasar poco tiempo el rubio ya se había impacientado, observando a Ayato de una forma lasciva hasta que se le escapó:

— Nghm~ My lord por favor.. Quiero que me introduzca su miembro ahora.

— Jeje, veo que está demasiado impaciente, amado Thoma, pero todavía me falta facilitar el acceso en su interior.

— Lo lamento, estoy ansioso por dicha acción ¡Aghm~!

— Con calma, ya estoy terminando.. Ahí está, completamente lubricado.

El chico rubio estaba un tanto nervioso, por lo que soltó un suspiro y se sentó lentamente arriba del miembro que tanto había anhelado. Ayato se sonrojó levemente e indicó:

— Ve con calma, si lo hace demasiado brusco te puedes herir, además recomiendo relajarte porque te dolerá menos.

En respuesta de este Thoma soltó un gemido, lo cual hizo que Ayato se le pusiera más dura de lo que estaba.

Ya estaba dentro. Thoma sentía cómo eso perturbaba su interior, intentó moverse a los lados para encontrar el punto perfecto hasta que lo logró. Esa cosa era más grande de lo que imaginaba.