Las cosas que no vemos. Recopilación de relatos.

Balanza

"Debo ser fuerte"
"Debo ser optimista"
"Debo quererme"

Son las palabras que repito cada vez que posicionó frente a la balanza. Llevo meses sin pesarme, me ha dado miedo saber cuánto peso.
Las lágrimas recorren mis mejillas. No puedo hacerlo.

La ropa ya no me queda, quiere decir que debo comprarme otras prendas de vestir. Ya no acepto salidas, ya que estoy controlando mi peso.
Mis amigos y familiares dicen que debo ver un profesional, pero no hace falta, se que puedo controlarlo.

Me veo al espejo y siento que no he cambiado nada. Quiero ser como los demás, quiero adelgazar.

Me siento muy débil, debo arrimarme al lavamanos para no caer. El baño me da vueltas. Cuando será el día más deseado de mi vida.
Llaman a la puerta.

- Vamos Luis - mi mamá me llama - debemos llevarte a un doctor. No puedo dejar que te hagas esto.

Me veo al espejo. Lo que veo me aterroriza. Una persona demacrada, adelgazada hasta los huesos me mira. Necesito ayuda.

Quiero saber mi peso, pero el miedo me detiene.
¿Y si sigo en lo mismo? ¿Y si la balanza me marca que he subido y no bajado?

Vuelvo a verme al espejo. Ya no aguanto más. Me acerco a la balanza y me repito las palabras. Pongo un pie encima y luego el otro. No quiero ver abajo a los números que marca. Las lágrimas vuelven a invadir mis mejillas.

- Hijo me preocupas - mi mamá me lo dice con voz casi llorosa.

Otra vez el baño se mueve, la vista se me nubla. Bajo de la balanza y me dirijo a la puerta el baño. Siento que la puerta cada vez se aleja de mi y no puedo alcanzarla. Caigo al suelo, los ojos se me cierran y todo se pone negro.