─¿¡¡Cómo te atreviste a hablarme asi!!?.
La escena era simple, nos encontramos en el cuarto de Nathalie, era de noche, ella recién llegaba del viaje en tren, se encontraba sentada en la punta de la cama, con el seño fruncido mirando al que se supone que es su jefe; Gabriel por su parte estaba parado, frente a ella, también con el seño fruncido, completamente molesto.
─Lo mereces.
Respondió sin ningún formalismo, el abrió la boca, intento insultarla pero se contuvo, era una mujer y le debía respetó, por el contrario respiró hondo y en vez de un insulto dijo algo más doloroso.
─Estas despedida.
La mujer se sorprendió, su corazón empezó a latir con fuerza, esperaba todo menos eso, parecía imposible, pero era tan real como ellos dos.
─Toma tus cosas y en cuanto puedas, vete.
Agrego el en el tono más neutro y faltó de emoción que tenía, ella intento hablar, pero el se giró y a paso tranquilo y sin ningún tipo de remordimiento, abandono la habitación.
El shock sacudió el cuerpo de la mujer, primero lo negó, sería todo un mal entendido, pero luego sintió el portazo que Gabriel dió al entrar en su cuarto y eso la trajo a la realidad.
Con temor y miedo se levantó, tomo una maleta, se dirigió al placard, y empezó a poner toda su ropa, con dificultad cerro la maleta, miro a su alrededor y salió del cuarto.
Lentamente camino por el pasillo, se acercó a la puerta que da acceso al cuarto de Adrien y la abrió lentamente, a lo lejos lo vio dormir abrazado a una almohada, con dolor se acercó, sentándose en la cama, se quedó unos segundos admirandolo, tocó su cabello, lo acomodo y luego beso su frente, con eso se despidió.
Una vez afuera tomo la maleta y empezó a bajar, lo hizo escalón por escalón, como si esperara que Gabriel salga de su habitación y le implore que se quede, que había cometido un error, pero eso no sucedió, antes de salir, miro hacia atrás, admiro la casa y se marchó.
Quien iba a decir que Nathalie Sancoeur una de las personas más importantes de la ciudad, iba a estar a estas horas de la noche caminando sin rumbo.
La actividad de Paris era casi nula, los comercios estaban cerrando, en la calle no quedaban más que las personas que volvían del trabajo, y eran solo unas pocas comparadas con la cantidad del día.
─¿Señorita Sancoeur?.
Se oyó decir a una voz, Nathalie paro su marcha, y giró su cabeza en la dirección que venía la voz, ahí se encontró con una joven, más o menos de la estatura de Adrien, cabello azabache arreglado en dos coletas, jeans rosas y una blusa blanca adornada por una chaqueta.
─Marinette, buenas noches─ fingió una sonrisa y siguió caminando
─¿Que hace aquí?─ pregunto una vez más, ella paro su marcha y la volvió a mirar
─Debería decir lo mismo. . .es algo tarde.
Marinette se puso nerviosa, balbuceó algunas respuestas pero nada tenía sentido, Nathalie sonrió y le dijo que no hacía falta que responda.
─¿A dónde va?─ pregunto curiosa
─No lo se─ respondió, la chica la miro con extrañeza ─Deje la mansión─ Marinette abre sus ojos por la sorpresa y se acerca a ella
─Se de un lugar donde puede estar, al menos por hoy.
─Te agradezco
Marinette tomo la mano de Nathalie y la guió, caminaron très manzanas, y finalmente llegaron.
─Aqui vive mi mejor amiga. . .y justamente a su lado hay un hotel─ sonríe
─Muy conveniente─ toma aire ─Muchas gracias Marinette
La chica sonrió, meneo su mano y entro en el complejo de departamento donde dijo que su amiga vivía, Nathalie tomo aire nuevamente y entro en el hotel; al llegar al Hall se encontró con que había mucho disturbio, claro después de todo no era uno de esos hoteles que acostumbra usar cuando sale con Gabriel; en silencio y manteniendo el perfil se acercó al mostrador para registrarse.
─Te dije que estoy harta.
Se oyó de fondo, era la voz de una mujer, se sentía el enojo en su timbre de voz.
─No fue nada, olvídalo y continuemos.
Replicó una voz masculina, pero en este caso, Nathalie pudo reconocerla, se trataba de Jagged Stone.
─No quiero continuar, me canse de aguantar tus caprichos, ¡renunció!.
Acto seguido se escuchó el sonido de una bofetada, esa no debía ser otra que Penny la asistente de Jagged, después de eso Nathalie sintió la presencia de alguien detrás de ella, se giró un poco y ahí estaba el, Jagged Stone en todo su esplendor oliendo a alcohol y cigarro.
─Envia más vino a mi habitación─ hablo mirando al recepcionista ─Y cuando aparezca Bob dile que necesito una nueva secretaria─ mira a Nathalie y le guiña un ojo, luego se va
─Aqui tiene señorita Sancoeur─ replicó el recepcionista ─Y lamento el incidente
─No hay problema─ se queda pensativa ─Digale al señor Roth que pase a mi habitación
─Entendido, si desea algo más puede llamar desde el teléfono en su habitación─ sonríe
─Gracias.
Nathalie toma su maleta y se dirige al ascensor, ahí estaba todavía Jagged quien libre de sus capacidades nublado por el alcohol no sabía cómo operar el ascensor.
─Señor Stone─ saludo de la manera más formal ─¿A qué piso va?
─¿Quieres ir conmigo a la cama nena?─ se acerca a ella, Nathalie ni se inmuta
─No, pero tal vez lo pueda ayudar con su problema.
─¡Claro!─ tiene hipo ─Yo sabía que había visto a un angel como tú, eres la secre de Gabriel─ ríe ─¿Que haces aquí?
─Fui despedida, y usted necesita ayuda, creo que esto es conveniente para ambos─ sonríe
─Entonces al piso diez lindura─ vuelve a Guilar el ojo
Nathalie preciona el botón, las puertas del ascensor se cierran y así, es como comienza esta nueva historia, con las consecuencias del exabrupto que tuvo Nathalie arriba del tren, y con lo poco cuerdo que está Gabriel ahora que tiene el poder absoluto, la pregunta del millón es, ¿podrá Nathalie perdonar a su ex jefe?, ¿Gabriel podrá ser padre y Monarch al mismo tiempo sin su ayuda?, ya lo sabremos.
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Miraculous: Despedida
FanfictionTodo conflicto trae sus consecuencias; y dichas consecuencias son la llave a un nuevo comienzo. Créditos a la mejor e inigualable editora de portadas @AbyMills