Capítulo 19

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Era de noche, Nathalie estaba preocupada, no tuvo noticias de Jagged en todo el día, sinceramente era la primera vez desde que se volvieron cercanos, que estaban tanto tiempo separados.

De repente se sintió un portazo, venía desde abajo, la mujer salió del dormitorio y se acercó a las escaleras, las bajo y rápidamente se encontró con el rockero, quien apestaba a alcohol.

─¿J estuviste tomando?─ pregunto tranquila, el levanto la mirada, está estaba teñida en odio, y la clavo en ella

─¿Que te importa?─ contesto con agresividad, ella se asombro

─Sabes que no me molesta, pero odio que llegues a este punto.

─¡Este es mí verdadero yo!─ la interrumpió en un gritó

─¿Que es lo que te sucede, por qué me hablas así?─ se acerca

─Que cínica eres─ se ríe y le da la espalda ─Como no me di cuenta de lo que en verdad sos─ suspira, ella se acerca más hasta que lo toca y el la aparta bruscamente

─Jagged, que el alcohol no nuble tu juicio─ mencionó tranquila 

─Tu eres la que nubla mí juicio, me cambiaste, y como idiota me deje─ la mira ─Querías que me vuelva una versión más de Gabriel, compraste está casa, me alejaste de mis vicios, trajiste a mis hijos para manejarlos cómo marionetas, y como no estás satisfecha volviste a el

─No se de que hablas.

─Te vi Nathalie Sancoeur, cómo fuiste corriendo a verlo, me mentíste en la cara─ hace una pausa ─¿Pero sabes que?, no me importa, jamás debí tener algo contigo, estabas despechada, me usaste, ahora vi la verdad y cai en cuentas de que no me gustas ni un poco─ Nathalie retrocede ─Me enredaste con palabras bonitas y cai, pero ya no más

─Eres un idiota─ el sonríe

Nathalie se gira y sube las escaleras, entra en su habitación, toma la maleta con la que huyó de la mansión Agreste, la llena con sus viejas pertenencias, y deja todo lo que compro estando con Jagged. Al finalizar su acción salió de la habitación y bajo las escaleras con rapidez, el teñido ya no estaba en la entrada, la mujer se alivió por eso, tomo una bocanada de aire y se fue.

A las tres de la mañana arribo a la mansión Agreste tocando el timbre, Gabriel se despertó desconcertado y se fijó por la cámara de quién se trataba, viendo a Nathalie, no dudo en abrir, cuando ella llego y los dos se encontraron, lo abrazo con todas sus fuerzas como si tuviera miedo de dejarlo ir, Gabriel correspondió y la acurrucó en su pecho como si se tratara de una niña pequeña.

─Tenias razón en todo, fui una idiota─ sollozo

─Lo lamento.

─Solo quería alguien que me ame, de verdad─ continúa llorando ─¿Tan mala soy?

─Para nada, eres tan radiante que cuesta ver la gran mujer que eres─ la separa ─No gastes tus lágrimas en quien no lo merece─ le quita los lentes y con las yemas de sus pulgares seca los rastros húmedos en los cachetes de la nivea

─Tienes razón.

─Tu habitación está tal cual la dejaste, ve, toma una ducha y recuestate, no son horas para estar así.

Ella asintió, el tomo la maleta, paso un brazo por detrás de su nuca y dándole medio abrazo la llevo hasta arriba, los dos ingresaron, el dejo el equipaje allí, se quedó unos segundos, hasta que la vio ingresar en el baño, luego regreso a su habitación.

Nathalie al estar sola, se quitó la ropa, entro en la bañadera, se sentó y abrió el agua, cuando está empezó a cubrir todo su ser, volvió a llorar, mientras camuflaba sus lágrimas con el agua de la ducha, así estuvo un buen tiempo, hasta que extirpo por completo la tristeza de su ser, al finalizar, cerro la ducha, salió de la bañera, seco su cuerpo, abandono el baño y estando así mojada y como dios la trajo al mundo, se acostó a dormir.

La asistente ejecutiva de Gabriel Agreste había renacido, era de día, Nathalie despertó y salio de su cama, camino hasta la maleta, tomo su viejo traje ejecutivo, se vistió, camino hasta su mesa de noche donde vio la tableta que solía usar, la tomo y abandono el dormitorio; siguió el pasillo hasta el cuarto de Gabriel y ahí tocó tres veces como en los viejos tiempos, luego siguió al cuarto del menor, donde repitió la acción.

La puerta de Adrien se abrió casi a la velocidad de la luz cuando sintió los toques, desde que ella dejo la mansión el se levantaba más temprano para poder prepararse y salir a tiempo, ya que no tenía a nadie que haga las cosas por el, cuando vio a Nathalie parada frente a su puerta, fregó sus ojos.

─Creo que sigo dormido─ ella sonrió, aunque siguiera triste

─No Adrien, estoy aqui─ hace una pausa ─En quince minutos preparo el desayuno

Acto seguido el rubio la abrazo con fuerza, acurrucandose en ella, estaba feliz de su regreso, tanto que se permitió llorar, ella ante eso acaricio su cabeza suavemente.

─Alistate y nos vemos en un segundo.

Mientras los Agreste volvían a su rutina, al otro lado de París, los Stone sufrían el caos de no tener a Nathalie en casa.

─Hoy tenía un examen importante, ¿por qué Nath no me despertó?─ se quejo Luka entrando en la cocina

─Nathalie no esta─ respondió Juleka quien desayunaba un vaso de jugo de naranja ─Y papa sigue dormido

─¿Cómo es eso que Nathalie no está?.

─Fui a su cuarto y no la encontré, la llamé y no responde.

Jagged hace acto de presencia, ignora a sus hijos, abre la nevera y toma un sorbo de agua, su boca estaba seca y su cabeza dolía.

─¿Donde esta Nathalie?─ cuestionó Luka, el rockero se gira y mira a su hijo

─Discutimos anoche, debe estar enojada─ se sienta ─Ya vendrá

─En su habitación no esta─ acotó Juleka

─Ay no─ mencionó el teñido de violeta recordando las cosas que le dijo anoche ─La heri, estaba borracho y dije cosas que no debia─ saca su celular y marca su número, pero no obtiene respuesta

─Nos dejo─ dijo Luka

─¿Tu crees?─ se sumó la pelinegra

─Al señor Agreste le hizo lo mismo cuando discutieron─ recalcó el adolescente

─Ire a buscarla─ se va

─Mejor nos vamos al Francois, no quiero estar aquí para cuando ellos dos vuelvan a pelear.

Los hermanos dejan la mansión Stone, sin saber que ellos serían los primeros en encontrar a Nathalie y nada más ni nada menos que en su viejo empleó, ¿cómo tomara esto Jagged después de que se entere?.

Miraculous: DespedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora