❛⌗Capítulo 1

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『: Capítulo Uno:
Nunca Nos Vimos: 』

−Entonces Emily ¿vienes mañana? −la voz entusiasmada de Marc sonaba del otro lado de la línea telefónica.

La joven suspiró algo cansada. Había pasado la mañana cuidando de Jacob, su pequeño vecino. La familia Dagger siempre tuvo una buena relación con sus vecinos. Emily especialmente con los niños, por lo cual no vio razón por la cual no ayudar a su vecina cuidando de Jacob hasta la tarde.

Estaban a punto de ver una película juntos, pero Jacob estaba inquieto y empezó a pedir golosinas. Así que a Emily no le pareció mala idea ir al centro comercial por un par de chucherías. De todas formas, ver una película sin aperitivos es casi un pecado.
Jacob estaba quejándose, pataleaba dentro del carrito de mercado en el que lo había puesto Emily.

−Emily ¡quiero salir!

−Dame un momento Jacob -tomó el teléfono con la otra mano y lo acomodó sobre su hombro mientras levantaba al pequeño del carrito− En serio, lo siento Marc, pero le prometí a mi vecina que cuidaría a Jacob. En serio quería conocer a tus amigos. Fue una emergencia. Te lo voy a compensar, lo prometo.

−Eh... bueno...no te preocupes. Siempre habrá otra oportunidad ¿no?

A Emily le preocupaba decepcionar a Marc, sabía que había estado muy emocionado por esta reunión entre sus amigos y ella. Porque sería la oportunidad de presentarla ante el grupo. Mismo al que él con ayuda de Nathaniel se seguía adaptando. Lo bueno es que todos habían sido muy agradables con él.

−Lo siento tanto, en serio. Ya verás, haremos algo muy divertido luego. Y conoceré a los chicos, no faltaré. Confía en mí.

A la par de más parloteo al teléfono el niño iba dando brinquitos por los pasillos del supermercado seguido por Emily al teléfono. Jacob le propuso a ella comprar sus galletas favoritas cuando la vio colgar la llamada. Misma que asintió y sonriente puso las galletas en el carrito.

–Tienes un buen paladar, definitivamente es de los mejores sabores de la marca... Ahora no te vayas muy lejos por favor. –Resaltó al pequeño mientras leía precios en los estantes.

Cuando inspeccionaba los productos del pasillo de salsas y condimentos distinguió un par de converse coloridas pasar entre los suelos de los pasillos llamando su atención. Que al levantar la vista resultó ser aún más llamativo. Un chico de cabello oscuro con puntas peliazules y que con una guitarra en la espalda caminaba pacífico por los pasillos.

El diseño de sus zapatos era muy creativo. ¿Qué tenían? ¿Etiquetas o era pintura?

Él iba de camino a la salida. Quizá no cumplía con el estricto estándar de chico guapo. Pero a los ojos de Emily era... realmente atractivo.

Sin notarlo, lo estaba mirando descaradamente. Cuando él se percató e intentó regresarle la mirada, ella apenada volteó en un brusco giro automático. Apretó los ojos esperando no haber sido tan obvia. Tan solo pequeño acto había acelerado su ritmo cardíaco.

Avergonzada regresó a su pasillo de salsas... Hasta que, se dio cuenta de algo que impregnó de pies a cabeza su cuerpo de espanto ¡No veía a Jacob por ningún lado y tampoco podía oír su risa cerca!

Alarmada hizo em carrito a un lado y empezó a correr para poder ojear entre los inmensos pasillos y buscar al pequeño por todos lados alzando la voz para llamarlo por su nombre. Cuando por fin lo tuvo en la mira soltó un gran suspiro de alivio. Que no duró mucho.

Sus ojos se abrieron con terror y su cuerpo reaccionó con fuerza corriendo en dirección al niño.

Jacob estaba justo al frente de una altísima torre decorativa semi apilada de latas y otros productos. Solo que el empleado que estaba trabajando en ella, cometió un error. E intentaba desesperado regresar el equilibrio a la pila que tambaleaba amenazante en dirección a Jacob. ¡Iban a caer sobre él!

–¡Jacob muévete!

Una mirada asustada fue la correspondencia al grito de Emily. Antes de que si quiera el pequeño se diera cuenta de lo que pasaba Emily se tiró hacia él haciéndolos caer al suelo, de modo que, en un abrazo rápido pudo tarparlo con su cuerpo como una capa protectora. Un ruido estremecedor cubrió el supermercado y el grito aterrador del pequeño que veía la pila caer sobre ellos hizo eco por todo el lugar junto al imparable sonido de golpes metálicos contra el suelo.

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A la mañana siguiente.

Como todas las mañanas Nadja Chaman daba el reporte general en el noticiero, pero, en esta ocasión la rareza del evento llamó la atención de la población parisina.

−En nuevas noticias, ayer ocurrió un terrible incidente en el supermercado central a horas de la tarde. Se dice que una torre de 150 latas cayó accidentalmente sobre dos jóvenes. Una joven de 16 años y un niño de 5 años fueron las desafortunadas víctimas. Se ha confirmado que el pequeño joven se encuentra bien y ya está con su madre, sin embargo, la chica fue la más afectada y continua en el hospital...

Juleka veía impresionada las noticias desde su móvil, con el grupo de chicas a su alrededor. Estaban sentadas en el aula de clases esperando a la señorita Bustier, su maestra. Todas estaban realmente impactadas, Marinette, Alya, Rosita, Mylen e incluso Alix, tapándose la boca mientras imaginaba por lo que aquellos dos chicos habían pasado.

−¡Dios mío, eso es terrible! -exclamó Rosita preocupada.

−Tienes razón, espero que esa chica esté bien. -a Marinette también le pareció terrible lo sucedido.

Entonces fueron interrumpidas por el sonido de la puerta abrirse. Su maestra había llegado.

−Buenos días chicos, espero que todos se encuentren bien. Vamos a dar inicio a la clase de hoy.

Pasado un rato, las noticias aún rondaban en las cabezas de todos. Aunque una nueva interrogante surgió al momento de tomar asistencia. Incitando a la Señorita Bustier a preguntar.

−Chicos, ¿alguien sabe dónde está Marc?
En ese momento, se percataron de que el puesto del susodicho estaba vacío. Nadie lo había visto. No había llegado a clases.

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Horas después.

Luka estaba asombrado. Sentado en su cama dejó la guitarra a un lado para revisar su teléfono. Desde la alarmante noticia de esta mañana, había un video que prácticamente se hizo viral en las redes sociales.

Había una joven que estaba grabándose en el momento del incidente y captó el momento justo en el que la chica en el supermercado se lanzaba sobre el pequeño para protegerlo de las latas. Cuando era evidente que lo cubrió con su cuerpo para que no saliera lastimado.
Rápidamente comenzaron los comentarios, las personas la llamaban una verdadera heroína por salvar al pequeño. El cual nunca soltó hasta que calló la última lata.

:"Ella es increíble!!"

:"Auch, eso debió doler muchísimo, es una heroína<3"

:"Ni mi mamá llegaría a tanto por mi"

:"¡La rapidez con la que lo cubre es sorprende!"

En menos de un par de horas dicho video llegó a cientos de miles de visitas. Así y una infinidad más de opiniones, en las que también se quejaban del supermercado, pedían algún tipo de recompensa para aquella chica o insultaban al joven que dejó caer las latas, entre otras cosas.

Pero Luka por su lado tenía una impresión distinta. Además de una tremenda admiración. Luego de verlo muchas veces, notó que la chica del video...

Era con exactitud, aquella que lo estaba mirando en el supermercado...

d Bosquejo De Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora