Lobo Gris
Llegó a la cueva sin que sus perseguidores hubieran encontrado su pista. Descargó al vaquero y lo llevó hasta el escondite y regresó a esconder su montura. Dentro de la cueva todo era absoluta oscuridad. Los ojos entrenados encontraron el camino correcto y más adentro, dejado allí mucho antes en una anterior visita, los implementos necesarios para encender una fogata. Lobo se preparó para pasar la noche. Empezaba a hacer frío, y la fogata llenó la cueva de luz y un agradable calor. El rubio vaquero se veía cansado y un poco maltrecho. A pesar de eso, Lobo lo deseó con intensidad. No podían comunicarse, porque ninguno entendía el idioma del otro, pero el pene erecto de Lobo no necesitaba traducción.
Se lo acercó a la boca del rubio, y éste volteó el rostro repugnado. El brillo del filoso cuchillo lo hizo entrar en razón. Abrió la boca y le su verga morena a John al principio sentía asco pero a medida que seguía chupándolo ya no sentía asco alguno. Mientras seguía penetrando por la boca al vaquero, Lobo descubrió el gusto por sus pequeñas tetillas rosadas cubiertas de suave vello rubio. Más abajo, vio como la verga del vaquero era grande aun estado de reposo en su sedoso nido de pelos amarillos. Lobo lo tomó entre sus dedos, sin dejar por eso de meterle su verga en la boca. Le tenía maravillado el dormido y suave pene rosado, y el pellejo de carne que le cubría el glande, completamente nuevo para él, porque sus tribus circuncidabas a todos los varones. Al manipularlo, el pene de John comenzó a crecer. Todavía con curiosidad, Lobo siguió meneándoselo hasta que la cabeza creció tanto que el pellejo rosado se corrió hacia atrás y el glande rosado apareció completamente descubierto. Para entonces, el vaquero respiraba afanoso, y su rostro se veía diferente. Estaba excitado, y eso Lobo podía notarlo sin necesidad de que se lo explicaran.
Habiendo recibido tantas vergas en el mes anterior, se le hizo de lo más fácil sentarse sobre la estaca rosada del vaquero. Los asombrosos ojos azules se abrieron como platos al ver al moreno y espectacular piel roja acuclillarse como si nada y engullir con su culo la gran verga del excitado rubio. La sensación de aquellas nalgas de bronce deslizándose sobre su hombría lo hicieron poner los ojos en blanco. Estaba gozando aquel deleite, porque se aferró a las hermosas nalgas y dejó que cabalgaran sobre su verga todo lo que quisieran. Lobo controló las subidas y bajadas, pendiente de cada mínimo gesto y pudo anticipar el momento justo en que el pito del vaquero comenzó a hacer erupción dentro de su cuerpo. En silencio, rogó porque aquella simiente acrecentara sus aptitudes y lo exprimió hasta la última gota.
El rubio apenas se recuperaba cuando Lobo ya le estaba dando la vuelta, obligándolo a ponerse como un animal sobre sus cuatro patas. No podía hacer nada, estaba en sus manos y lo sabía. Esta vez no luchó. La verga buscó acomodo entre sus nalgas blancas hasta encontrar su agujero. El ano se abrió como una flor, y ya no era tan doloroso como hace apenas tres horas, ahora era un place que como rayos atravesaron su cuerpo. Esta vez Lobo no se apresuró. Quería prolongar el contacto lo más posible, y prendido de su espalda lo montó por espacio de media hora. La verga le escocía ya de tanto roce, pero el culo estaba deliciosamente apretado y no quería abandonar su amoroso abrazo, los gemidos del vaquero se lo encendía aún más, sabía que el vaquero lo estaba disfrutando, metió la manos por debajo tomando la verga del vaquero empezando a menearla no tardo mucho cuando el dio un grito y le lleno su mano con su néctar al hacerlo Lobo gris finalmente lo hizo llenando todo su culito de su néctar, saco la mano con la leche del vaquero y empezó a lamerla, luego cayó rendido sobre su cuerpo, y el amanecer los sorprendió todavía en aquel íntimo abrazo.
Con la mañana, llegó la difícil decisión. Debía dar muerte al vaquero para tomar su cabellera. Se acercó al rubio, acariciando su larga y sedosa mata de pelo. El vaquero interpretó mal su gesto, pues creyó que venía a buscar sexo nuevamente y sin que se lo pidieran se agachó buscando el pene de Lobo con la boca. Se sorprendió de encontrarlo sin una erección, pero los cálidos labios pronto lo alzaron en su total longitud. Lobo no pudo darle muerte, tenía la verga parada y aplazando la decisión se tumbó sobre el vaquero, esta vez viéndolo de frente. Sus piernas se abrieron y Lobo las llevó hacia arriba, hasta tocar los hombros del vaquero. En aquella posición se veía terriblemente vulnerable, con las nalgas completamente abiertas y el culo desprotegido y preparado para la penetración. Lobo le introdujo el miembro sin dejar de mirar sus claros ojos azules, y mientras lo hacía entendió que no podía matarlo. Lo penetró con una mezcla de deseo y rabia, porque sabía que era suyo pero no podía pertenecerle. Lobo gris había soltado el amarre al vaquero este se masturbaba mientras el piel roja lo penetraba, y la excitación de ambos llenó la cueva con sus jadeos de pasión.Ambos se miraban con deseos, John sorprendió a Lobo gris que tomo el control pero la mirada del vaquero no era de maldad sino de lujuria se dejó dominar momentáneamente, estaba sentado sobre Lobo Gris, puso el pene en la boca de lobo gris empezando a chuparla, John comenzó a meter y sacar su verga de su boca hasta que este le exploto, lobo no desperdicio ni una gota, aun el vaquero aun tenía la erección no estaba agotado, lobo gris le levanto las piernas y el vaquero comprendió lo que deseaba poniéndola en su hombros y quedando su agujero a la altura de su pene comenzó a meter su gran polla, este fue un poco más salvaje que anoche, comenzó un mete y saca fuerte Lobo gris empezó a gemir fuerte, era demasiado el placer que le estaba dando ni sus primos se lo habían dado así, John puso las piernas del indio sobre su cintura y se acostó sobre su pecho de pronto por el placer y la excitación de ambos John empezó a besar en la boca al indígena. Lobo gris al principio iba a levantarse y rechazar eso, eso era nuevo unir sus bocas y jugar con sus lenguas pero le gusto que se dejó llevar, con la fisión de su cuerpo mientras John seguían penetrándolo, lobo gris grito un gemido y exploto todo su semen en su estómago, al sentir John como se contraía su recto este lo lleno completamente, agotado ambos quedaron abrazados y despertaron cuando el sol estaba en al alto.
Lobo gris sabía que tenía que irse, aun le quedaba varias lunas para llegar a su pueblo, tenía que estar cuando apareciera la próxima luna llena, un mes ya tenía 2 semanas, estaba pensando cuando escucho el estómago del vaquero que gruñía del hambre, este se rio, y le dijo a John a través de señas que no saliera que se quedará que él iba a cazar, en su regreso trajo dos conejos y algunas frutas, lobo gris se puso a preparar el conejo, mientras lo hacía John lo veía, se veía muy atractivo y se reía al verlos como cocinaba, Lobo gris lo vio y era la primera vez que detallaba la cara del vaquero le gusto su sonrisa su blanca dentadura brillaba con la luz junto a su cabellera amarillo como el sol. Ese día salieron a otro lugar otra cueva que el había descubierto que ni su tribu conocía, se quedó con el vaquero una semana, teniendo sexo y placeres aprendió el placer de hacer el 69, Lobo gris no quería dejarlo, era suyo solo suyo, igual John no deseaba separarse de él.
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EL GRAN GUERRERO SIOUX
RandomLOBO GRIS DESDE NIÑO SIEMPRE HA QUERIDO SE UN GRAN GUERRERO COMO LO ES SU PADRE, TIO Y SUS PRIMOS, A LOS 12 AÑOS SE SOMETE A LAS TRADICIONES Y CDOSTUMBRE DE SU TRIBU, AL CUMPLIR LOS 18 AÑOS MAYORIA DE EDAD SE SOMETE AHORA A LA FIESTA DEL INICIO PARA...