El cuento de un rebel: Luzu.

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Las vacaciones de verano acabaron, y todos los alumnos de la escuela Karmaland iban a recibir un nuevo año escolar, algunos querían hacerlo por el emblemático evento del Día del Legado, un evento donde los chicos pasarán a firmar en un libro mágico que quieren seguir sus destinos, algunos anhelaban esto, pero otros... No mucho.

Luzu era uno de esos chicos, ser hijo de los dioses oscuros no era una tarea fácil, y mucho menos lo es el perjudicar la vida de personas inocentes, era ridículo y Luzu no iba a aceptar hacer eso...

- Pero Luzu, todos los poderes que recibirás, ¡serás el más poderoso de todo Karmaland!- Decía Willy mientras caminaba junto con el castaño hacia la escuela, el castaño suspiró.

- Es sólo que... Es muy cruel, y yo no quiero ser como mis padres, mucho menos el enfrentarme con Quackity para lograrlo.- Explicaba el castaño por séptima vez en el día, Willy volteó a mirarlo con una mirada de lástima.

- Bueno... Es verdad, los destinos del chico y tú es algo de suerte, si él gana, tú quedarás como el villano y él un héroe, y viceversa.- Decía el rubio, Luzu asintió.

- No me gustaría quedar con esa etiqueta toda mi vida, pero no quiero que él sufra por eso, él me... Importa, ¿Sabes?- Dijo Luzu mientras agachaba la cabeza, no le gustaba hacerse la idea de tener que pelear a muerte con el chico algún día.

- No entiendo cómo te puedes apiadar de él, ese niño sólo quiere cumplir su destino, claro, como es el hijo de los dioses buenos...- Decía Willy mientras rodaba los ojos.

- Talvez aparenta ser un poco... egocéntrico, pero yo sé que no es así, es alguien muy puro de corazón y... Es tan lindo...- Dijo Luzu sonriendo, perdiéndose en sus pensamientos.

Ambos chicos llegaron a las puertas de la escuela, entraron y vieron carteles del Día del Legado, Luzu rodó los ojos y fue a alistar sus cosas en su casillero, pero mientras estaba haciendo todo eso, la gente empezó a gritar muy entusiasmada, corriendo hacia la entrada de la escuela, Luzu se asomó a ver qué era lo que estaba haciendo ese escándalo.

Un chico de pelo largo negro, alas de pato, ojos cafés claro, piel blanca, un gorro azul petróleo con una sudadera del mismo color, más unos pants y zapatos negros aparecía en la entrada, era Quackity.

Todo empezaron a hacer fila para saludarlo, pero una persona se metió en ella para hacerlo, Era Sapo Peta.

- Hola Quackity, ¿Cómo estaís?, ¿Estás listo para este año tan especial?- Preguntó, Quackity sonrió.

- Este año estaré muy ocupado con el Día del Legado y las clases de combate, pero don Quackity es el mero mero, claro que lo estoy. - Dijo el chico para seguir caminando hacia su casillero, que justamente estaba a lado del de Luzu, y éste estaba muy nervioso de eso.

- ¡Hola Lusu!, ¿Cómo estás?- Preguntó el híbrido pato, Luzu lo volteó a mirar.

- Muy bien Quackity, gracias.- Dijo el castaño con cortesía.

- Eh... Bueno, ¿Este año vas a firmar el libro? Es decir, he oído que no quieres hacerlo.- Dijo el pelinegro, Luzu desvió la mirada, era dificil hablar de esto con un chico que haría lo que fuera por tener algo suyo.

- Bueno... Eh... Digamos que no me siento preparado para ello, digo, no me considero el más malvado como mis padres.- Explicó Luzu, incómodo por hablar de esto, Quackity asintió.

- ¡Pero tú eres el chico más malvado que existe! Créeme, de lo que te tienes que preocupar es de vencerme en el día de la batalla.- Dijo Quackity haciendo una pose de pelea, Luzu rió suavemente por ese acto.

- Lo veremos, Quacks.- Dijo Luzu mientras miraba al chico con aprecio, Quackity igual lo hizo, en el fondo, no quería enfrentarse con él, pero era necesario para cumplir su destino.

Fairytale | Luckity ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora