Marzo, 1987

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Marzo  25 de 1987,

Ya sé que probablemente esperaste y esperaste durante horas a que llegara en alguno de los barcos que arribaron el día de ayer al puerto, te quiero pedir perdón desde el fondo de mi alma, pero esto fue una situación que se salió de mis manos, los médicos de control del puerto al hacerme el examen para permitirme viajar de nuevo a casa, no me han dejado, dicen que me he contagiado de la gripe española, y ayer he caído en cama en una posada de la ciudad cerca al puerto.

El médico que me ha venido a revisar no me ha dado un buen diagnóstico, se me salen las lágrimas al escribir estas palabras pero.... Esta última carta que te escribiré quiero que sirva al tiempo de testamento, el medico dice que es prácticamente imposible que me recupere, y mucho menos vuelva a nuestra casa, quiero decirte que te he amado toda mi vida, y quiero que sepas que ni la muerte podrá borrar estos sentimientos que tengo por ti, siempre te ameré.

Si he de morir en territorio extranjero lo único que quiero es que me lleven de nuevo a casa y me entierren justo a la que futuramente será tu tumba, allí te esperaré hasta que la vida, en este caso la muerte nos vuelva a reunir.

Se me parte el corazón, por el hecho de pensar que no podre despedirme de ti, te amé, te amo y te amaré por toda la eternidad.

Este será mi adiós para ti. No dejo de llorar, lo siento mucho, de verdad no fue mi intención.

Muy pero muy tristemente,

Mi último adiós,

La princesa que te esperara toda su existencia.

Cartas a mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora