Capítulo 1

129 6 0
                                    

Narra Izzy

Había pasado un año desde la muerte de Jonathan, desde entonces todo estaba muy tranquilo.
Alec decidió dejar la dirección del instituto, argumentaba que no quería seguir dedicando la mayor parte de su tiempo a la labor, que necesitaba descansar y pasar tiempo con su ya marido Magnus.
Así que me ofrecieron a mí la oportunidad y no dudé en decir que sí. Siempre había sentido que no era suficiente, que con mi carácter nunca podría afrontar ser la directora, pero la realidad era muy distinta.

En el mundo de las sombras reinaba la paz, no habían conflictos entre razas y seguí el legado que dejó mi hermano. Todas las semanas me reunía con los representantes de cada grupo; vampiros, lobos, hadas...

La actividad demoníaca seguía bastante fuerte, pero uniendo fuerzas conseguíamos paliar cada una de los  ataques a mundanos de esos seres.

Como os podéis imaginar, yo era directora pero nunca deje la calle, no podía hacerlo. Yo no servía para estar todo el día en el instituto dirigiendo. Intentaba estar en todos los sitios y eso terminaba por drenarme muchísima energía, pero era feliz, sentía que porfin, era útil, y todo el mundo me veía como alguien válido.

....

-Jace, ¿Están todos listos?

-Sí, 4 se despliegarán por el tejado con ballestas, para que ningún demonio pueda salir del edificio. Alec junto a Clary y Elena asegurarán el perímetro. Tú, yo y David entraremos a darles cera.

-Muy bien, ¿Habéis avisado a los subterráneos? Estos demonios tienen especial inclinación por los vampiros. -Clary asintió con la cabeza.

-Sí, hablé con Simón y con Luke, ellos se han encargado de poner en antecedentes a los suyos.

-Sigo alucinando de que Simón sea el líder. -intervinió Alec. Todos reímos. Sí, el friki se convirtió en un tío muy competente, valiente y seguro de sí mismo. Con la carisma necesaria para que el resto le sigan.

-Bueno-di una palmada. -Manos a la obra.

Cogimos armas y salimos del instituto, nada más salir nos separamos en grupos, cada uno cogería un camino, esta vez nos estábamos enfrentando a un grupo demoníaco grande, observador, y con muchas herramientas. Pero no implacable.

Jace y David se adelantaron para entrar al cementerio, yo esperaría fuera.

Estaba mirando mi móvil para ver si alguno de los grupo había tenido algún inconveniente hasta el momento y de repente alguien me golpeó por al lado, mi móvil cayó al suelo y yo ya estaba preparada para sacar a pasear mi querida serpiente de plata, pero no me dio tiempo.

-¡Lo siento! -exclamó una mundana. Se agachó a recoger el móvil. Miré mi runa de glamurización y efectivamente, se me había olvidado activarla, en el fondo nunca dejé de ser un poco desastre.

-No te preocupes -contesté agachándome yo tambien a por el móvil. Me lo entregó.

-¿Qué haces sola en la puerta de un cementerio? -dijo rascándose el pelo mientras sonreía.

-Pues... Esperar a un amigo. -dije algo cortante.

-Ah, pues hay una fiesta en el Oculto bar, quedan pocas entradas, pasaros -sonrió. Yo estuve apunto de decirle que no fuera, que era peligroso, pero no podía. Los mundanos no debían saber nada de los cazadores de sombras, de hecho, no debería estar hablando con ella.

-Se lo comentaré -sonreí.

-Bueno, hasta luego. -mientras se alejaba no pude evitar mirarla, era una chica joven, de unos 20 años. Morena, no mediría más de 1,60. Estaba delgada y tenía ambos brazos tatuados, uno de ellos lo tenía entero, en el otro tenía muchos tatuajes pequeños, a modo de "parches".

-¿Qué pasa? -dijo David sacándome de mis pensamientos. -¿Mirando el culo a una mundana? -lo miré sería, con eso basto para que mirara al suelo. David era rápido, intuitivo y con mucha ferocidad, pero hacía pocos meses que había salido de la academia, le faltaba mucho por aprender, sobretodo, callarse ante una superior.

-Tenemos trabajo. -dije empezando a andar. Esta vez sí, activé la runa para que los mundanos no pudieran verme.

Shadowhunters, ¿y si fuera ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora