Pervert Gyu 《Yeongyu》

Parte 15

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Pero todo cambió.

Ahora que las compuertas estaban abiertas, Beomgyu no podría cerrarlas de nuevo. Parecía completamente incapaz de ver a Yeonjun como un amigo, sus ojos permanecían indefensos ante la curva de la boca de Yeonjun, su mandíbula firme y su cuerpo ridículamente en forma. Era jodidamente horrible. Lo peor. Beomgyu no sabía qué hacer consigo mismo, cómo dejar de querer esas cosas gay, cómo volver a la normalidad y dejar de babear por su mejor amigo. En este punto, Beomgyu estaba bastante seguro de que no elegiría a una bomba desnuda con un consolador de arnés frente a un Yeonjun desnudo con su clara falta de tetas y su cuerpo duro y pesado. Era tan gay, y Beomgyu estaba muy confundido.

Él no se sentía gay. No empezó de repente a chequear a otros tipos; no miraba los cuerpos de otros hombres o sus manos, solo las de Yeonjun.

La peor parte era que Yeonjun parecía completamente imperturbable e imposible de leer. Después de la paja en el baño de Andy, no había pedido más pajas no correspondidas, y no parecía actuar de forma diferente a su alrededor. Beomgyu se sentía... estúpidamente decepcionado, y eso lo molestaba. Le molestaba que empezara a sentirse gay y necesitado, mientras que Yeonjun lo trataba como a un mejor amigo platónico o follaba a Beomgyu tan bien que veía jodidas estrellas... antes de rodar lejos de Beomgyu y volver a convertirse en su mejor amigo.

No era que Beomgyu no quisiera a su mejor amigo; él simplemente... simplemente, no parecía poder apagar el deseo después de que el sexo terminara. Claramente Yeonjun no tenía el mismo problema.

Beomgyu se obligó a dejar de pensar en ello y trató de concentrarse en la pantalla del televisor.

La pantalla de 85 pulgadas que los Hardaways habían comprado recientemente era algo hermoso, y la película que todos estaban viendo era entretenida, al menos Beomgyu supuso que debería ser entretenida, porque todos los demás parecían absortos en ella, según podía ver. Beomgyu ya estaba empezando a arrepentirse de haberse quedado a la noche de películas de los Hardaways, pero habría sido grosero negarse, considerando que había ido a la casa de Heeseung sin invitación y no esperaba que todo el clan Hardaway estuviera ahí. Yeonjun ya estaba perezosamente recostado en el sofá de la parte de atrás, y palmeó el espacio a su lado cuando vio a Beomgyu.

Así fue como Beomgyu terminó apretujándose con Yeonjun, en el sofá que era demasiado pequeño para dos hombres grandes, o al menos se sentía así. Era consciente, dolorosamente consciente, del calor que irradiaba el cuerpo de Yeonjun, de la mera pulgada que separaba sus muslos. Yeonjun parecía recién bañado y afeitado, el aroma de su loción para después de afeitar hacía que la polla de Beomgyu saltara en sus pantalones sueltos de chándal. Era lo peor de lo peor. Era particularmente enloquecedor, porque Yeonjun parecía estar en su mejor modo amigo esta noche, sin mostrar ningún interés por Beomgyu en absoluto.

Beomgyu se mordió el interior de la mejilla, tratando de convencerse a sí mismo de que estaba perfectamente feliz por pasar el rato como hermanos. Ellos eran camaradas.

¿Cierto? Podía totalmente vivir sin poner sus manos sobre Yeonjun. Absolutamente no quería, para nada, deslizar su mano debajo de la camisa de Yeonjun y tener una buena manoseada.

Ugh. Era como si Beomgyu fuera adolescente otra vez, sus manos ansiosas por tocar y su polla dura solo por estar tan cerca del objeto de su lujuria. Ni siquiera parecía importar que hubiera una docena de otras personas en la habitación; Beomgyu todavía quería subirse al regazo de Yeonjun, empujar la lengua en su garganta y sentarse en su polla, no necesariamente en ese orden. Incluso sus pezones estaban duros y demasiado sensibles contra su camisa, ansiando la atención de Yeonjun: sus manos, su boca, cualquier cosa.