- Capítulo 4 -

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Mientras Joca no llegaba, subí a tomar una ducha. Confieso que me siento extraña tomando un baño en esa casa, durmiendo en aquella enorme cama, era extraño caminar por aquí en este silencio que es peor.

¿Todos los días son así? ¿Estoy sola todo el día? Y lo peor, ¿Yuri me mantiene? No lo creo, siempre pensé en crecer y volverme independiente.

Entro al armario y elijo una ropa sencilla, short, blusa de manga corta y calcetas negras que estaban cerca de la cama. Sólo pueden ser míos, porque las otras tienen diseños que nunca he visto en mi vida.

Salgo del cuarto y bajo, entro a la habitación y me tiro al sofá. Me siento como una desconocida en esta casa, como un invitado. Es muy extraño ese sentimiento, porque esta casa es básicamente mía. Yo vivo aquí y... No tengo idea de cuantos años, pero vivo aquí. Es mi casa.

Mi casa.

Pero ¿Por qué para mi esta casa parece solo una casa desconocida?

La pérdida de memoria es una mierda, sí, sólo quería recordar ciertos momentos, pero todo era un borrón en mi mente. Tamborileo los dedos sobre mis piernas y miro alrededor, todo muy bien decorado. El salón tiene una decoración moderna, una TV de gran tamaño, enormes sofás, en serio, estos sofás parecen camas. Todo muy bonito, tengo que tomarme un día para conocer mi casa.

Es curioso que piense en ello. Voy a conocer la casa en la que he vivido años.

El timbre suena, solo puede ser Joca. Me levanto de un salto sonriendo y corro a la puerta, abro y...

-¡Puta mierda!

Exclamo boquiabierta al ver la sonrisa de aquella mujer de pie en la puerta mirándome. ¡Jocabed! El tiempo la ha cambiado un montón, pero esa boca, es irreconocible como sus ojos y sonrisa. Su cuerpo también ha cambiado, si antes ella tenía un cuerpo maravilloso, ahora tiene el cuerpo perfecto.

-Así que es cierto... -Dijo, pero parece hablar así misma. Su sonrisa disminuyó un poco y sus ojos ganan un brillo triste, frunzo el ceño y en cuestión de segundos siento que mi cuerpo es tirado hacia adelante y rodeado por unos brazos gigantes. -Te echo de menos.

Joca habla contra mi pelo, el aire caliente que salía de si boca me hace cosquillas en el cuero cabelludo. Me encojo contra ella, suspirando alegre por tenerla allí, es agradable estar con mi amiga en el medio de toda esta locura. Joca acaricia mi pelo y besa la parte superior de mi cabeza, sonrío.

-Tu abrazo sigue siendo acogedor como siempre.

Mi voz salió un poco amortiguada porque tenía la boca presionada contra el valle de los pechos de Joca. Parece aún más alta ahora, sus pechos han crecido. Alguien tiene que hacer una fiesta en estos pechos.

-Por su puesto que sigue igual. -Por último, se aleja de mí, sonrió y me acaricia la cara. Yo cierro los ojos para disfrutar del calor. -Pero dime- Entra sin pedir permiso y todavía me empuja así que le dejo. Mi mandíbula cayó, sigue siendo la misma abusadora de siempre. -¿Cómo ocurrió esta locura? Josué entró a la casa desesperado contando todo, que habías perdido la memoria, que querías golpear a Yuri. Casi me muero de risa.

Ella continúa siendo habladora, Joca puede hablar más que Sofía. Hablando de eso necesito a mi mejor amiga también.

-No sé cómo sucedió todo esto -Doy una pausa para suspirar, mi cabeza cabizbaja. -Me desperté ayer por la mañana pensando que todavía estaba en la escuela secundaria, pero en realidad ya estoy casada, con un hijo y una esposa que en mi mente todavía odio profundamente.

-Chica... -Su barbilla cae en picada, la incredulidad en su rostro es bastante clara. Tengo que acostumbrarme, porque sé que todos reaccionaron de la misma manera cuando me oyen decir eso.

Stupid Wife || YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora