[Un mes después]
[Min t/n]Estaba terminando de servir el desayuno esa mañana. Era un buen día, no había tenido nauseas al preparar el desayuno así que aprovechaba toda mi energía para hacer un desayuno delicioso para mi esposo e hijo.
Daeyoon ya estaba comiendo cuando su padre ingreso a la cocina. Saludó con un pequeño beso en la frente a nuestro hijo y luego vino hacía mi para besar mis labios. Es tan dulce que hace que mis mejillas se calienten. Me mira con tanto amor que me siento increíblemente nerviosa, me pregunto cuando hablará de lo que sus ojos transmiten por mi.
-¿Por qué juntan sus bocas cuando se ven? -Se queja nuestro hijo con una mueca de asco dibujada en cada delicada facción de su rostro.
Una risa ronca de mi esposo provoca un vuelco en mi estomago, amo su risa, amo todo de él. Se acerca a nuestro hijo en el comedor y le habla, lo hace en un tono "bajo" para que no lo escuche pero mi curiosidad es mucha así que me acerco deliberadamente al lumbral que separa la cocina del comedor. Esta agachado en frente de nuestro hijo dándome la espalda mientras pronuncia esas palabras que pensé no volver a escuchar en un tiempo.
-Eso hacen las personas que se aman y yo amo a tu madre, aunque aveces siento que esa palabra se queda corta con lo que en realidad siento -A pesar de que nuestro hijo es muy pequeño para entender el peso de ese tipo de palabras yo comprendía a la perfección.
Volví a la cocina con la necesidad creciente de lanzarme a los brazos de ese hombre por el simple hecho de ser el amor de mi vida. Lo adoro, lo amo, lo aprecio y quería gritárselo a viva voz, tal y como él en modo de secreteó se lo decía a nuestro hijo.
Hace unos días que sentía una necesidad terrible por relatar lo mucho que lo amaba, mencionarle que no podía vivir sin él cerca de mi pero siempre que él me miraba a los ojos me tragaba mis palabras y mi mente se tornaba blanca. Tenía miedo por que a pesar de este ultimo mes en el que me sentí en las nubes por estar a su lado la inseguridad dominaba mi ser cuando era consciente de que debía y necesitaba decirle lo mucho que lo amaba.
Estos días habían sido un sueño para mi. Cada día nos uníamos más como familia y como pareja por lo que yo no podía estar más feliz. La pasábamos juntos en familia cada que podíamos ya que él hacía tiempo para ello.
Llegaba temprano, mimaba a su hijo, hablábamos sobre cualquier cosa y dormíamos juntos.
Y aún así no podía dejar de sentir una pared delgada entre nosotros, además de mi dificultad para expresar lo que siento esta claro que soy una mujer embarazada y con las hormonas alborotadas. Tanto que cuando me besa me siento frustrada por que no es suficiente, por supuesto que tampoco soy capaz de decírselo. Hace unos meses atrás hubiera sido capaz de decirle mis inquietudes y que su muy decente esposa quería que la estampara contra la pared y la hiciera suya ahí mismo, no necesariamente de manera delicada, ejem.. podía agregar.
Desde esa vez en la que era su habitación solo habíamos compartido unos pocos roces de labios que claramente no eran más que cosquillas para mi. Lo necesitaba, necesitaba todo de él y sabía que quizás lo que acabaría con esto sería solo un par de palabras mías.
Era tan simple que esa barrera entre nosotros cayera, lo difícil eran las palabras y la inseguridad que persistía en mi. Aunque de alguna manera escucharlo decir que me amaba mucho más de lo que podría expresarse normalmente me dio el empujón que necesitaba a pesar de que no me lo dijese a mi directamente.
Cuando mi esposo y mi hijo se fue junto con él mi tiempo libre como madre había empezado a correr. Maquine rápidamente un plan en mi cabeza para lograr mi cometido, quería que todo fuese especial él merecía eso y más después de todo. Entonces me decidí por una cena especial, solo nosotros dos, comida y mucho vino.
ESTÁS LEYENDO
Separados por un engaño|| 𝙼𝚈𝙶 ✓
FanficUn matrimonio arreglado que al principio fue un caos y luego.. Simplemente amor puro y sincero. Ninguno entendió como es que se habían llegado a enamorar de una forma tan profunda, íntima y anormal, solo se amaron. Ese amor no tardó en dar frutos. Y...