Capitulo 46

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[Min Yoongi]

Moví mis caderas contra ella, fui duro y conciso haciéndola gritar mi nombre una vez más esa madrugada. Aún pegajosos y sudados no paramos, aún cuando el amanecer se hizo presente y la luz se coló en pequeños retazos por la habitación.

Sus uñas rasguñan mi carne y disfruto el dolor combinado con el placer mientras penetraba su cuerpo que se sacudía brutalmente bajo el mío. Gruño y jadeo, acompañándola  poco después a las puertas del cielo.

Estamos agotados, nuestra respiración es un asco y al igual que nuestra imagen, no paramos más que diez minutos entre intervalos para poder descansar y continuar con aquello que nuestro instinto carnal nos empujaba a hacer. La habitación era un desastre casi como si un tsunami hubiera arrasado con el lugar pues entre nuestro arranque la cama no fue nuestra única victima.

Estar con ella había sido especial y sin duda había disfrutado la noche junto a ella a pesar de todas las cosas malas que seguían transcurriendo en nuestra vida. Si bien las fotos eran reales o no, no iba a dejar que eso afectará lo que habíamos logrado hasta ahora y por supuesto no afecto esta noche.

No negaba que la deseaba con todo mi ser, necesitaba su cuerpo desnudo junto al mío y sus gemidos pidiéndome por más, diciéndome cuanto me amaba al igual que yo lo hacía. Había extrañado tanto esas noches que teníamos cuando llegaba del trabajo, tan cansado y estresado. Cosa que ella quitaba enseguida de mi sistema.

Mis sentimientos hacía ella solo se habían afianzado más durante este mes y esta noche había sido un gran paso en nuestra relación después de semanas estando en una tensión sexual demasiado intensa.

Y debía admitir que, mi esposa era demasiado atractiva. Cada pequeño detalle suyo por más imperfecto que fuese hacía que todo mi cuerpo entrará en calor y mi pene se ensanchará por ella, más de una vez tuve que aplacar una erección masturbándome con mi esposa proyectándose de una manera demasiado erótica en mi mente.

El límite fue darme cuenta que mi mujer había organizado todo para llevarme a la cama y que la follará tan rudo que la dejará sin caminar al menos por unos días (cosa que ella misma había dicho).

Estábamos tirados sobre las colchas. Ya habíamos recuperado el aliento y solo quedaban vestigios de todas las travesuras que llevamos a cabo esa noche.

—Vamos a tomar una ducha -Susurre, acariciando su pelo enmarañado. 

Mi esposa miro el reloj que marcaba las séis de la mañana. 

—Claro, debes ir a la empresa. Te prepare el desayuno -La detuve antes de que saliera de la cama.

—No iré -Informé, jalándola nuevamente a mi lado para robarle un beso.

—¿Por qué? -Preguntó confundida, incorporándose sobre su hombro.

—Por que quiero pasar más tiempo contigo en la cama -Imite su acción.

—No eres humano. Lo hicimos toda la noche, déjame descansar -Se quejó con un mohín en su rostro mientras se tapaba con las sabanas, como si eso impidiera que volviera a acariciar su cuerpo.

—Tomemos esa ducha y solamente después de ella te dejaré dormir -Pone los ojos en blanco.

—¿Y si no quiero? -Me retó.

—Te cargaré y te meteré yo mismo -Advertí con una pequeña sonrisa. Ella resopló.

—No deberíamos recurrir a la violencia -Bromea mientras se incorpora-, ¡Solo una ducha! -Repite aún cuando sabe que no solo será eso.

Mi mujer se adelanta para regular el agua de la ducha, observo marcas hechas por mi en su piel además, le he visto el culo y juro que soy un puto adicto a el y a todo de ella. Pronto me levanto para seguirla, mis manos picaban y temblaban por volver a tocarla.

Separados por un engaño|| 𝙼𝚈𝙶 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora