No es necesario golpear para hacer daño:
Una palabra, duele.
Un silencio, duele.
Una traición, duele.
Un desprecio, duele.
La indiferencia, duele.
No es necesario golpear para hacer daño:
Una palabra, duele.
Un silencio, duele.
Una traición, duele.
Un desprecio, duele.
La indiferencia, duele.