capítulo 11

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—Comprendo, entonces también puedes encargarte de diseñar logos para las empresas —asegura Jeongin que habla con él mientras hace su trabajo

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—Comprendo, entonces también puedes encargarte de diseñar logos para las empresas —asegura Jeongin que habla con él mientras hace su trabajo.

— En teoría si, pero no me gustaría trabajar toda mi vida en una oficina —se queja Hyunjin.

La semana ha pasado muy rápido, demasiado para su gusto.

Por los planes de boda, Jeongin no ha visto a Hyunjin tan seguido, solo puede hacerlo entre semana cuando trabaja en el centro comercial y va de visita.

Desde que atendió su enfermedad ha conocido a un Hyunjin vulnerable, alguien que no se había mostrado antes.

Hyunjin por su parte intenta tener una conexión más fuerte que la física, algo que lo ayude a anclar al menor a él mismo.

Y parece que va por buen camino.

Paso de contestar con simples "si" y "no" a realmente preguntarle cosas, a hablar con él y ser un poco más suelto, tampoco han tenido sexo y aunque Hyunjin muere por hacerlo, la realidad es que no la ha pasado mal.

Hasta la agrada la sensación de ser escuchado.

—Las oficinas no creo que sean lo mío, pero la carrera me pareció fácil y aquí me quedé.

—Aun así suena interesante, que bueno que te esfuerzas en ella.

Jeongin es un tipo muy misterioso sin siquiera intentarlo, no se pasa la vida escondiéndose o actuando serio y reservado.

Su sonrisa es tan expresiva que incluso puede llegar a contagiar a algunas personas al recibir los anuncios que les entregan.

Hasta de vez en cuando, Hyunjin se siente en calma. Aunque no ha perdido su objetivo, piensa que es bueno disfrutar todo lo posible a Jeongin.

Y eso incluye su simple compañía.

—Buen día —saluda el pelirrojo entregando un folleto pero es empujado por el hombre al que se lo ofreció.

—¿Estás bien? —pregunta Hwang al darse cuenta de la acción.

—Si, descuida.

Hyunjin asiente pero su mirada está fija en el tipo que fue tan descortés con su menor, no será precisamente el héroe de todos pero una cosa tiene segura y es que Jeongin no se merece esa clase de tratos.

—Ya vuelvo —avisa caminando hasta el chico
—¡Oye!

—¿Qué? —pregunta deteniéndose.

—No hay necesidad de ser grosero.

—¿Disculpa?

—El chico de los volantes, fuiste grosero con él —avisa señalando al menor.

—Ah, ese, ¿Qué te importa?

—Me importa que no es forma de tratar a alguien que solo hace su trabajo.

—¿Su trabajo es molestar? Bueno, no me importa.

𝘀𝗺𝗼𝗸𝗲𝗿 › hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora