Overlord: Reaper of Souls

Capítulo 1

No soy dueño de Overlord

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Ante una niña y otra aún más joven había una figura con armadura de placas puras blandiendo una espada.

La hoja de los Caballeros se balanceó, brillando a la luz del sol como si dijera que terminar con sus vidas sería una misericordia.

La niña cerró los ojos y se mordió el labio inferior mientras se preparaba para el final mientras sostenía a su hermana pequeña con fuerza. Ella nunca pidió esto, no entendía por qué estaba sucediendo nada de esto. Deseaba ser fuerte, de esa manera podría proteger a su hermana.

La cuchilla bajó-

... El dolor no llegó.

Abrió los ojos y vio que la cuchilla se había detenido a mitad de la oscilación. Su mirada se desplazó hacia el hombre que sostenía la espada. El hombre estaba congelado en su lugar, su mirada estaba enfocada en algo a su lado. La chica para seguir su línea de visión ...

... y vio desesperación.

Era oscuridad. Un parche de oscuridad negra de cuervo, parecía delgado pero tan profundo que se preguntó si continuaría para siempre. Era como si la mitad de un óvalo se hubiera levantado del suelo. Fue una visión extraña que la hizo sentir extremadamente incómoda.

'Una puerta' Pensó mientras lo miraba.

Un latido del corazón más tarde se demostró que tenía razón cuando una figura emergió de la oscuridad de esa puerta. Cuando vio lo que emergió de esa oscuridad, toda la energía salió de su cuerpo.

La muerte había llegado.

Recordó historias de sus padres, así como sermones contados por clérigos y sacerdotes que viajaban ocasionalmente a través de su aldea para predicar a las aldeas sin una iglesia dedicada. Historias sobre dioses, demonios y otras tonterías religiosas a las que nunca prestó mucha atención.

Sin embargo, a pesar de su falta de conocimiento teológico, sabía que lo que estaba ante ella era el Dios de la Muerte. Parecía un demonio del cielo o un ángel del infierno. Una armadura hermosa e intrincada cubría el cuerpo del ser, túnicas que parecían estar hechas de los mejores materiales fluían majestuosamente de su marco. Las túnicas estaban entrelazadas con la armadura dándole perfectamente la apariencia de un ser divino. Su cabeza estaba cubierta con una capucha oscura y su rostro estaba enmascarado en la sombra. En sus manos, agarraba una gran guadaña, pero esta no era una guadaña que uno encontraría a un campesino trabajando en un campo durante la temporada de cosecha, era una majestuosa obra de arte que parecía ser la encarnación de toda la belleza del mundo. Estaba hecho de un metal oscuro que parecía brillar con energía, numerosas gemas lo adornaban de arriba a abajo, uno podría ser perdonado por confundirlo con un bastón o cetro real que un rey sostendría.

Sin embargo, lo que más la sorprendió fue lo que estaba detrás de él, o más bien lo que estaba unido a él. Dos alas brotaron de su espalda, parecían estar hechas de luz azul mezclada con una sustancia gris parecida al humo que se retorcía a su alrededor.

'Un ángel...' Ella pensó que había oído hablar de los ángeles. Numerosas religiones del mundo afirmaron que eran sirvientes de los dioses manifestados, sin embargo, el que tenía ante ella no coincidía con las descripciones que había escuchado, y tuvo la sensación de que el ser ante ella no servía a nadie.

Las alas del ángel se agitaron, lo que instantáneamente congeló el aire, a pesar de ser la mitad del verano, el aire era tan frío como lo sería en el corazón del invierno, el hielo apretó todos los corazones y se sintió temblar y podía sentir a su hermana pequeña temblando en sus brazos. Se volvió hacia los caballeros y vio que estaban tan asustados como ella. Ambos estaban temblando, ya fuera por el aire helado o por el miedo que ella no podía decir.