Lee Felix se encuentra en conflicto cuando, cerca de su tercer aniversario de bodas, descubre que el artista francés llamado por su padre para representar en pinturas la celebración no es otro que Hwang Hyunjin, su mayor pecado.
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Ni-Ki no le dio espacio a Félix para hablar, regresó a su habitación y solo se fue cuando ellos se iban, en un viaje tenso y silencioso.
-Ni-Ki - llamó Félix cuando entraron a la casa
Ahora no, Lix.. - dijo Hyunjin con calma, abrazando al moreno, quien observaba a su hermano correr hacia su propia habitación - ¿Crees que él...?
No permitiré que te haga daño, no te preocupes – dijo Félix con una firmeza que ni siquiera existía, sonriendo débilmente.
La noche no tardó en llegar, y Lee se sentía fatal, había bebido un poco de más, pensando en cómo haría para mantener callado a su hermano, o qué haría si ese escándalo salía a la luz. Sobresaltado cuando la puerta se abrió rápidamente, por Hyunjin
¿Que haces aquí? - preguntó Félix confundido - Si se trata de Ni-Ki, lo arreglaré..
- Felix, tengo una... Propuesta para ti.-Hwang parecía extremadamente nervioso, cerrando la puerta desesperadamente y yendo a encontrarse con Lee.
Es raro... En fin, dilo, pero date prisa, es cena pronto y no quiero que nos veas juntos, por si acaso.
Hyunjin se lamió los labios con tensión y suspiró, mirando sus manos mientras se sentaba en la silla frente a él.
-Querido...
-Hyunjin, ¿estás bien?- - Preguntó Félix con temor, Hwang asintió con incertidumbre.
-Yo... creo que volveré a París al amanecer - dijo Hyunjin con firmeza, haciendo que Félix lo mirara con tristeza - Sé que con el pequeño Lee saldrá bien, sin embargo... ya le he causado muchos problemas y... no sé si podré con la celebración de mañana, Félix...
-¿Que está diciendo?
- Félix, he sido sincero con mis sentimientos cada vez contigo, sobre las sensaciones que me provocas... Vivimos un romance de una semana y un día hace años y me siento como un idiota enamorado... No puedo y lo soporto. Una celebración para los demás y un velatorio para mí. No puedo fingir que no me importa que no seas mía.
-Hyunjin...
- ¿Es recíproco, Lee Felix? Dime que pensaste en mí durante esos años, justo al lado de Jieon - Hyunjin tenía los ojos llorosos, Félix sintió que se le oprimía el pecho
-No quiero que te vayas – dijo Félix con la voz cortada por el llanto que estaba conteniendo.
-Y no quiero que te quedes
-¿Qué? - preguntó Félix confundido.
- Félix... - resopló Hyunjin, levantándose y yendo al lado del chico, tomando sus manos - Ven conmigo, chéri... Sé mi arte para siempre, huye conmigo, mi amado...
- Hyunjin - Gritó Félix negando, soltó las manos de Hyunjin, tocándole la cara y volvió a negar - No puedo, Hyunjin, dios... No puedo, pero como quería....
Hyunjin asintió, secando las lágrimas de Félix, respiró hondo y rápidamente selló sus labios.
-Me voy durante la madrugada, ven y di un último adiós, ¿vale, chéri?
-Lo haré - respondió Félix con voz ronca, sollozó y tiró de Hwang en un fuerte abrazo - Es recíproco, Hwang Hyunjin, mi amado..
Con la llegada de la noche, el salón se llenó de nuevo, voces animadas, música clásica baja y un Lee cabizbajo, mirando la copa en la mano, sin importarle el entorno, al menos buscando a su hermano.
Ver a Jieun a lo lejos hablando con sus padres la entristecía, la niña merecía más, mucho más, que un esposo que no la amaba y la engañaba con un hombre al que parecía admirar tanto.
-Félix? - La voz de Chan sobresaltó al moreno, quien rápidamente volteó, encontrando a su prima, Chan sonrió débilmente - ¿Puedes acompañarme al jardín?
Lee asintió, mirando por última vez a su esposa, quien lo miraba fijamente en ese momento. Suspiró ruidosamente, forzando una sonrisa a su prima y con un ligero golpecito en su hombro lo siguió lentamente.
La noche era brillante, un clima agradable y fresco, era uno de los momentos que más amaba Félix, pero en ese momento todo era triste.
- ¿Y entonces? - preguntó Félix cuando dejaron de caminar
- Ni-Ki me habló - dijo Chan, con las manos en los bolsillos, mirando la luna - Sobre ti y Hyunjin
- No, Félix, Ni-Ki no hará eso, me pidió que te dijera que no, y además... - Suspiró el mayor - Dijo que escuchó tu conversación con Hyunjin en la oficina, y quiere que lo hagas abandonar
- Chan... - Félix estuvo a punto de llorar de nuevo, lo negó bruscamente - No, no puedo, si lo hago, papá le hará la vida un infierno a Ni-Ki, no seré así de egoísta
-Si me voy, le quitaré la libertad a Ni-Ki, ¿qué pasa con Jieun? Ella no se merece esto... Ya la he hecho tanto daño, no es justo - lloró Lee y sollozó fuertemente, apretando a Chan
- Félix, me harás más daño si te quedas - La voz llorosa de Jieun hizo callar a Félix - Bastardo, ¿crees que soy tan tonta? Siempre supe que no me amabas, siempre me fijé en las miradas, y yo... Vi el cuadro, Félix, estaba en París, ¿no?
El moreno permaneció estático, apenas respirando, el pecho apretado y el pánico invadiéndolo.
- ¡Reacciona hombre! - gritó Jieun, apartando a Félix de Chan, y girándolo para mirarla - ¡No seas idiota, hurra! ¡Vete de una vez y sé feliz lejos de mí, no puedes ser feliz aquí, no puedes ser feliz conmigo, así que vete!
- Jieun, no... - Félix lo negó - No puedo
- Así que quédate, cobarde, no lo haré - La niña estaba esterilizada, limpiándose el maquillaje corrido - Eso es suficiente para mí, Félix... Agradezco tus esfuerzos hacia mí, pero siento pena por tu comodidad.
-Lo siento- susurró Félix.
Silencio. Félix se fue en ese silencio, secándose bruscamente la cara mientras se alejaba, necesitaba ir con su hermano, necesitaba hablar con el chico.
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