𝐂𝐚𝐩. 𝟐

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No
No
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No
No
No
No
NO
Nonono
Nonononono

Jungwon tomó su computador entre sus manos.

─ No, mierda no, vive por favor.

Todo estaba oscuro y sin funcionar. Rendido Jungwon dejó la computadora en su lugar.

─ No hay luz. ─ dijo encendiendo y apagando el interruptor una y otra vez. ─ La puta madre, seguramente perdí mi lugar.

Salió de la habitación hasta la sala, no estaba por completo a oscuras, ya que las ventanas estaban abiertas y todavía no había anochecido; así que podía moverse con facilidad por la casa.

─ Maldita sea, esto no está pasando. ─ escuchó a Jay y lo miró, el joven estaba sentado en el sillón viendo su celular. ─ Se fué la luz, estoy sin datos y ahora sin internet. ─ se dejó caer de espaldas y con la cabeza hacia atrás. ─ Si hubiera sabido que esto pasaría me hubiera ido con mis padres.

─ Por dos. ─ dijo el mayor. ─ ¿Tienes créditos? ─ preguntó. ─ Podemos llamar a la compañía, para ver que pasó con la luz.

─ No, no tengo, ¿Y tú?

─ Tampoco. ─ miró por la ventana hacia la casa vecina. ─ Ellos tienen luz, ¿Por qué nosotros no?

─ Y es por eso que siempre le digo a mi mamá que pague el recibo a tiempo, seguramente la cortaron.

─ Que aburrido. ─ Jungwon hizo un puchero y fué hasta la cocina para buscar algunas galletas y café.

─ No sé, pero me pondré a jugar un rato al menos... joder tengo diez por ciento de batería. ─ Jay quería llorar.

─ Hay libros en la biblioteca, puedes leer.

─ Ajá, ¿Y con qué luz?, pronto oscurecerá. ─ bostezó y se levantó del sillón, sí su madre estuviera ahí, seguramente le hubiera aplaudido por dejar el teléfono.

─ Tienes alguna idea de que hacer mientras llega la luz.

─ No exactamente supongo que esperar a qué me dé sueño para irme a la cama. ─ le dijo Jungwon bebiendo de su café y ofreciéndole una galleta.

─ Si tan solo pudiera hacer eso, pero tengo insomnio desde hace días, mi mamá culpa al celular.

─ Las madres culpan al celular por todo. ─ sonrió Jungwon sacando la caja de leche del refrigerador. ─ Típico de ellas, si me da fiebre es...

─ Culpa del celular. ─ le interrumpió Jay y Jungwon se echó a reír.

─ El otro día iba caminando en la banqueta y pues había varias botellas de vidrio, creo que eran de cervezas, todas estaban tiradas entonces pasó un auto a toda velocidad y al chocar contra las botellas las lanzó haciendo que se estrellaran contra la pared demasiado cerca de mí. ─ señaló una cicatriz en su mejilla. ─ Una pieza me cortó y ¿Sabes lo que dijo mamá?, que era mi culpa, por no fijarme por donde caminaba; por estar con el celular. Lo más chistoso es que sólo llevaba los audífonos, mi celular iba guardado en mi bolsillo.

─ Diablos, nunca me ha pasado algo así tendré cuidado por dónde camino.

─ Realmente tampoco iba prestando atención y no era por el celular simplemente no imaginé que las botellas saldrían volando y se estrellaran contra la pared, no voy por la calle pesado en las posibilidades de morir.

─ Entonces debes de ver mil maneras de morir, después de ver un maratón estuve todo el tiempo paranoico de lo que podía pasarme en la calle, lo superé con los días.

Ambos sonrieron y se movieron hasta el sillón para platicar.

¡𝗠𝗜𝗘𝗥𝗗𝗔, 𝗡𝗢 𝗛𝗔𝗬 𝗜𝗡𝗧𝗘𝗥𝗡𝗘𝗧! » 𝗷𝗮𝘆𝘄𝗼𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora