¿Ah?Ah-¡Ah!Ah~ [Usarg]

02

USA miró su reflejo por el espejo retrovisor y asintió conforme con la vista. Sinceramente, se veía increíble. Así era él, no podía evitarlo.

Bajó del auto y caminó con total seguridad hasta la puerta, pero no pudo ni tocarla, que notó la falta de alguien vital a su lado.

— No te preocupes Hermano, actúa natural y todo saldrá bien. — lo calmó, al ver cómo Canadá regresaba en sus mismos pasos, arrepintiendose de ir. Esto fue hecho casi cuatro veces.

— Sí, natural — repitió, palmeando sus mejillas con fuerza, causando un poco de impresión en USA, pero no lo demostró o su hermano se pondría aún más nervioso de lo que ya estaba.

Si es que se podía poner más nervioso de lo que estaba.

En su opinión, USA creía que Canadá debía ser más como él. Es decir ¡Mírenlo! Estaba poco metros de su crush y se moría por los nervios y por la emoción, junto con las intensas ganas de sujetar su mano y rogarle que le pusiera una correa y lo tratara igual que a aquella bola de pelos.

Claro que eso no lo dejó ver, mantenía su rostro siempre confiado y orgulloso. Por eso mismo, Canadá debía ser más como él.

Sacudío sus manos, dejando de lado aquellos pensamientos, y empujó la puerta de vidrio del local en dónde le invadió un delicioso e intenso aroma que le hacía agua la boca ¿O eso era por el hermoso chico que atendía en el mostrador?

— Buenas noches ¿Que desean? — saludó con su hermosa sonrisa deslumbrando a USA, quien usó ese micro segundo para ver a su crush llevando un delantal negro en su cintura, junto a una camisa, negra igual, que se encontraba arremanga justo en su antebrazo, dejando ver cómo pequeñas venas se marcaban a lo largo de sus brazos y manos.

Ah~ como le gustaría que esas manos lo acariciaran.

— ah Uhm — el torpe intentó de hablar su hermano lo sacó de sus oscuros deseos y se paró firmemente recordando lo que supuestamente venía a hacer. Sin embargo el muchacho se le adelantó a hablar.

— Oh eres tú — se rió con ternura, mirando a su hermano. USA miró rápidamente a su hermano y luego a Argentina, repetidamente, intentando averiguar que era lo que estaba pasando y porque el no entendía. Gracias a Dios, se enteró segundos después, de lo contrario moriría de celos y curiosidad ahí mismo — ¿Vas a pedir lo mismo de siempre? Lamentablemente hoy no está México, no creo que vuelva hasta pasado mañana.— se rió de como Canadá entraba en pánico con el rostro brillando al rojo vivo, muerto de vergüenza y nervios, mientras su crush seguía impasible, riéndose de él.

¡Espera! ¿Acaso ese lindo, sexi e hipnotizantes chico, se estaba burlándo de su hermano? ¡No puede ser! ¡Tenían una cosa en común!

Estaba tan feliz que lloraría brillitos.