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 Lo primero que hizo Canadá al ver a USA, fue cuchichear por información sobre la "Misión"

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Lo primero que hizo Canadá al ver a USA, fue cuchichear por información sobre la "Misión".

— ¿Y, que ha dicho? — interrogó apresuradamente, lanzándose sin cuidado a un lado de su hermano. Su intención era susurrar y pasar desapercibido, pero USA sabía que esas erráticas acciones ya habían llamado la atención de algunos clientes.

Al ver a su hermano temblando de nervios y de emoción, USA quizo palmear su espalda y asegurarle que todo iba a salir perfecto, pues era el quien se había encargado. Afortunadamente no lo hizo, porque Canadá tendía a ponerse el doble de nervioso cuando escuchaba las ideas de USA.

— Dijo que esperes pacientemente y calmado — pidió, manipulando un poco el contenido. Vaya, no quería que su hermano se muriera de tres micro infartos al saber que había conseguido el número que quería.

Era genial, pero la duda le sentaba mejor.

— Uhm, está bien, puedo hacerlo — Murmuró bajito, sentandose más recto. Solo por unos segundos, porque volvía a murmurar cosas que no entendía.

USA aspiro una buena bocanada de aire y lo soltó en un suspiro. Era agotador ser el inteligente de los hermanos.

Dejando en paz, se dedicó a su hobbie preferido. Admiró, con completa discreción, lo hermoso que se veía Argentina hoy. Es que ¿Ese hombre no podía dejar de ser perfecto? Esa sonrisa suave, como sus ojos se entre cerraban al hacerlo, la manera en que sus cejas se movían ante cada gesto. Es todo, ya estaba perdido.

Sintió que su corazón volvió a bombear luego de un rato. Era eso o realmente debía dejar de comer comida chatarra.

— Oh por Dios, oh por Dios. Ya viene — chilló Canadá en voz baja, agitando el brazo de USA, quien tuvo que hacer el gran esfuerzo de despegar la vista de su precioso y adorado hombre, para atender a su hermano.

— ¿Que? ¿Quien? — preguntó, perdido por unos segundos ¿Había pasado tanto tiempo yá? Talvez la pizza estaba ya hecha.

O realmente se había quedado 30 minutos deleitándose con la vista.

— ¡México! — advirtió su hermano, exasperado por la repentina actitud de su hermano. ¿Que le pasaba últimamente? Se quedaba viendo a la nada y se reía solo, incluso soltaba suspiros repentinos ¿Tal vez eran los comienzos de una enfermedad mental? No lo sabía, ahora no era importante.

USA recordó el motivo por el que estaban ahí, pero ya se veía al crush de su hermano — ¡Mantén la calma! — ordenó un poco en pánico, palmeando con fuerza la pierna de Canadá. Habría chillado por el dolor, pero el golpe le hizo salir del pánico.

Canadá apretó sus labios y espero conteniendo la respiración.

— Aquí está su pedido chicos — sonrió con amabilidad, dejando la fuente con la pizza en medio de la mesa. Mientras acomodaba las bebidas, USA miró a su hermano y quizo darse una palmada en la frente.

Mientras México ordenaba la mesa, Canadá observaba fijamente su rostro, batiendo sus pestañas como niño enamorado.

— Gracias — se adelantó a decir, viendo que su hermano no reaccionaba. México miró a USA unos segundos y se rió de algo que el otro no entendía y no quería entender.

La situación se volvía un poco incómodo porque Canadá no decía nada y USA no lo conocía.

— Entonces Can — comenzó, sorpresivamente México. Regalandole una sonrisa algo extraña para USA, quien desconfío al instante, preguntándose si no era algún tipo de malandro que se quería aprovechar de su hermano.

Bueno, no es que sea culpa de él. México, actualmente, se veía como una persona que habia cometido un delito o dos. Usaba una musculosa negra y un delantal amarrado a su cadera, casi igual que su ángel, pero apenas se veían sus brazos pues estaban cubiertos de tatuajes. Su cuello no estaba exento de la tinta.
Su rostro en cambio, estaba perforado en la ceja y múltiple veces en las orejas, además de unas pequeñas cicatrices en la cara, una en particular resaltaba en el pueblo de la nariz.
Incluso su peinado, rapado en degradé, solo aportaba más a su estilo peligroso.

Bueno, es el eterno crush de su hermano ¿Que podía decir?

Ahora la verdadera pregunta era ¿le gustaba México por esos chicos o le gustaban esos chicos por México?

— Como ya no hablamos mucho, luego de la escuela, creo que deberíamos vernos más seguido y fuera de mi horario laboral, ya que no puedo quedarme mucho tiempo — con mucha habilidad, sacó el tema. USA quería halagar la habilidad de su adorado Argentina, pero notó que él se había quedado en las nubes y Canadá estaba congelado.

En otras palabras, aún no le contestaba México.

— Ah.. Uhm — balbuceó tontamente. No tuvo más opcion que despertar, cuando la mesa tembló por la pisotón que le había dado USA — acepto- A-ah, ¡No! Digo ¡Si quiero! Eh, Me parece bien…

La voz de Canadá se iba perdiendo con vergüenza, a la vez que su cabeza se volvía un tomate de lo rojo que estaba. Posiblemente, estaba haciéndole la competencia a la pizza frente a ellos, a ver quién de los dos echa más humo.

México miró atentamente el rostro tímido de Canadá. Relamio sus labios intentando contener una carcajada, y con una sonrisa, metió la mano en su bolsillo para sacar un papel mal cortado.

— Bien, entonces, este es mi número — extendió el papelito a Canadá, quien lo recibió como su fuera una ofrenda sagrada — mándame un mensaje cuando quieras y arreglemos para vernos. Ahora debo irme, tengo trabajo, que disfruten.

Con una inclinación de su cabeza, se marchó a la cocina, cruzándose a Argentina. USA miró atentamente cuando se iba, observó cómo Argentina lo codeaba riéndose y analizó sus rostros mientras hablaban de algo que oía.
Su trabajo de investigador se vió interrumpido cuando Argentina volteó a verlo y le guiñó un ojo, haciendo una señal de confirmación.

Algo torpe, USA le devolvió la sonrisa y levantó su mano con la misma señal, confirmandole que todo había salido bien.

Bueno, tan malo México no debía ser. Después de todo parecía entender que su hermano era tímido, pero tampoco se aprovechaba de eso. Hasta le había dejado la iniciativa de llamarlo primero.

Además, era hermano de su santificado ángel, quien no parecía el tipo que se relaciona con gente mala.

En fin, que linda es la sonrisa de Argentina.

USA se puede burlar mucho de su hermano, pero se preocupe en la misma magnitud

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USA se puede burlar mucho de su hermano, pero se preocupe en la misma magnitud. Más lindo.

Por otro lado, que raro estuvo México ¿Que sabe? ¿Que sabe que nosotros no sabemos?
Bueno, que USA no sabe, porque es todo de su punto de vista.

En fin, no veremos a la próxima.

Tengan una linda noche 💞.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2022 ⏰

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