Oficialmente, Senjurō Rengoku se rendía.
—¡Mamá! —exclamó algo cantarín, como si llamase a su madre por algo bueno.
—¡¿Qué haces?! ¡Ven acá, aún no hemos terminado! —gritó el gran hombre de la casa, mientras veía sin entender su propio celular de pantalla táctil.
—¡Mamá! —ahora salió de sus labios más bien un chillido pidiendo por auxilio.
—¿Qué ocurre, Senjurō? —preguntó Ruka Rengoku, limpiándose las manos en el mandil que estaba usando.
La pobre dama había estado lavando trastes cuando oyó a su hijo menor.
—Mamá, yo sé que tú ya sabes cómo usar Facebook, por favor, ayúdale a papá.
—¡¿Y cómo por qué no puedes hacerlo tú?! —le exclamó ofendido.
Aguantando un quejido de sufrimiento, Senjurō miró a su madre suplicante.
—Llevo atrapado aquí por más de dos horas; por favor.
—Atrapado. Dramático —bisbiseó Shinjurō Rengoku, bajando el celular viendo como su esposa palmeaba la espalda del menor de sus hijos y lo dejaba ir, en paz, aparentemente.
—Ya te dije que no le grites a nuestros hijos cuando traten de enseñarte algo nuevo —dijo Ruka acercándose a él, sentándose en el sofá, a su lado—. ¿Qué no entiendes?
—¡No es que no lo entienda! ¡Es que es ridículo!
Ruka hizo un gesto de desconcierto.
—¿Qué es ridículo, cariño?
—¿Por qué esta cosa me pide agregar amigos? ¡No conozco a nadie aquí!
—¿Ese no es Kamado-san? —preguntó ante la foto de Tanjūrō Kamado, pero su esposo ignoró esa recomendación y siguió bajando en la sección de "amigos que posiblemente conozcas"—. Ah, ese es Kanroji-san... —musitó viendo cómo su esposo también ignoraba al padre de la linda Mitsuri—. En verdad no quieres hacer amigos —sonrió enternecida sabiendo que su marido era demasiado orgulloso (y penoso) como para pedirle amistad a alguien de este modo.
—No tengo esta estúpida a, a, p, para eso.
—¿A, a, p? ¿No querrás decir, a, p, p de aplicación?
—Lo que sea. Yo sólo quiero estar enterado de las noticias más recientes del país y los noticieros de la televisión y el periódico ya no son confiables.
Suspirando, Ruka escuchó como su hijo mayor volvía del trabajo en la Academia Kimetsu.
—¡Estoy en casa! —gritó, energético como siempre.
Ruka palmeó la pierna de su esposo.
—Debo servirle la cena a Kyōjurō y Senjurō. ¿Vienes?
—En un rato, creo que ya lo tengo.
—Entiendo, me alegro por ti —le besó la mejilla, disfrutando del color rojizo que tomaron las mejillas de su hombre.
Y también se alegraba por Senjurō, que claramente se rompió la cabeza tratando de ayudar a su querido padre en esto.
—Ven a comer cuando quieras —le dijo ella, saliendo de la sala para encontrarse con su primogénito.
—Sí, gracias.
Kyōjurō y Senjurō ya se encontraban preparando los platos cuando ella entró a la cocina.
—Siéntate, madre. Mi hermano y yo serviremos —dijo Senjurō.
—Gracias, hijos —se desprendió del mandil y tomó asiento en el comedor de la cocina.
—¿Y cómo le está yendo a papá? —preguntó Kyōjurō—. ¿Mejor que hace una semana?
—Al menos ya sabe entrar a su cuenta con su contraseña —respondió Senjurō.
Ruka se rio un poco.
Al parecer, no sólo Senjurō había sufrido con su querido padre.
—¡Oh, no! ¡Maldición!
En alerta máxima, los hijos dejaron de hacer sus tareas y corrieron a la sala, Ruka los siguió de cerca. Los tres estaban asustados.
Pero cuando llegaron, vieron a Shinjurō con sus dos manos sobre su cara, la cual echó hacia atrás. Signo de total frustración.
—¡¿Qué pasó, padre?! —exclamó Kyōjurō.
—¿Cariño?
—¿Papá? ¿Estás bien?
Al cabo de unos segundos, el hombre se descubrió la cara; la pantalla del celular (el cual estaba a su lado) estaba oscura, así que no sabían a simple vista lo que acababa de hacer.
—Kamado me envió una de esas invitaciones de amistad y la acepté por error —miró a sus hijos enojado—, ¡¿cómo lo revierto?!
Los tres entrecerraron sus ojos ante tal cosa.
—Ya no se puede revertir —mintió Kyōjurō haciendo una gran sonrisa—. Felicidades, padre, ya tienes a tu primer amigo en Facebook.
—¡Maldición!
—Cariño, deja eso, y ven a comer —pidió Ruka, aún con sus ojos entrecerrados al igual que Senjurō.
—¡No! ¡Tiene que haber una forma!
Resignados, los tres miembros faltantes de la familia volvieron a la cocina dejando al gran hombre haciéndose la vida más difícil solo.
Para variar, momentos después, el señor Rengoku hizo el mismo show porque de nuevo aceptó a alguien como amigo por error, esta vez, fue el padre de Mitsuri Kanroji.
—FIN—

ESTÁS LEYENDO
𝑃𝑒𝑟𝑟𝑜 𝑣𝑖𝑒𝑗𝑜, 𝑡𝑟𝑢𝑐𝑜𝑠 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑜𝑠
Humor『Shinjurō x Ruka』Senjurō oficialmente se rinde con su padre; enseñarle a usar Facebook es más bien un tormento para él así que pide auxilio a la única persona que podrá con esto: su madre. ✦✿✦ 『↕ ∵Flufftober 2022 → DÍA 30∵ ↕』 ✦✿✦ NO COPIAR. | NO RE...