La suave nieve había comenzado a caer sobre aquel penumbroso cementerio, era una noche demasiado fría y con una suave ventisca que molestaba a los pequeños hielos que caían empujándolos para llevárselos a otro lado. La tumba fresca del pequeño estaba especialmente repleta de nieve, con un blanco tan puro y con un lado tan helado que dibujaba una pequeña película de hielo. Por la lápida el agua caía al no llegar a ser congelada, mojando y llorando por lo largo del nombre de TaeHyung, era lo único que verdaderamente lloraba por él.
¿Verdad?
—Ni se te ocurra –una voz grave y rasposa susurró a un lado del oído del ángel exaltándolo obteniéndo en respuesta una mirada aterra que le hizo sonreír. —Aléjate de mí tumba –remarcó cada palabra y los profundos ojos negros similares al abismo del infierno se transformó en los colores del verdadero infierno.
El angelical ser comenzó a temblar mientras trataba de arrastrarse por el suelo intentando crear la mayor distancia posible entre el oscuro y poderoso ser frente a él. Los grandes ojitos de un color plateado con toques azules tan fríos que daba la impresión de ser el ejemplo del hielo, esos ojitos tan lindos, completamente puros miraban con tal terror que temblaban y brillaban como si lagrimas fueran a salir de ellos, sintió tanta satisfacción.
—¿Q-Qué eres? –las palabras se le escaparon al tembloroso ángel dejándolo aún más temeroso del ser frente a él.
—Por supuesto que no me reconoces –sonrió con malicia– usa esa pequeña cabecita, angelito mío –susurró con burla.
—N-no te c-conozco.
—Oh, por supuesto que lo haces –miró con una sonrisa ladeada las piernas temblorosas del ángel ante su presencia, tan adorable y placentero.
Los ojitos brillosos y oscuros del ser puro lo miraron con miedo mientras comenzaba a sentir la presencia junto al poder que fluía del ser frente a él, se aterró más cuando se dio cuenta que no estaba demostrando su poder en absoluto, eso que sentía era lo sobrante.
—Tú eres el motivo por el cual no me pude acercar al niño –una emoción ardiente comenzó a fluir por el cuerpo del ángel cual sangre en los humanos, sintiendo algo tan fuerte que le hizo dirigirse sin respeto alguno contra el ser más fuerte delante de él.
Pero claro, toda valentía fue desecha cual soplido al polvo al oír con dolor y un frío correr por su espalda pasando por último a sus alas, la risa más sarcástica y cruel que nunca había escuchado el ángel en todas las vidas que ha cuidado.
—¿Ahora te vas a ser el valiente? –se acercó hacía el congelado ángel con una tranquilidad que estaba asustando al ser de blanco– ¿Eh? ¿Angelito?
A escasos centímetros del rostro del ángel sonrió al verlo tan de cerca y disfrutó el latido de corazón que saltó en su pecho, bajó su mirada a los labios del angelito satisfaciendo la necesidad de guardar cada milímetro del contrario en su memoria a fuego. Al sentir el deseo crecer en dentro de él decidió a cambio soplarle directo en la cara provocando un susto en el ángel y su cambio de posición.
—¿Asustado angelito? –le sacó la lengua con gracia hacía el cobarde ángel que había aparecido al otro lado de la tumba.
—Déjame hacer mi trabajo en paz –resopló con frustración el de cabellos castaños.
Eso molestó al de cabellos negros.
—Está muerto, déjalo así –respondió fuerte viendo con desinterés sus propias uñas, las cuales eran negras al igual que la punta de sus dedos.
—No puedo dejarlo, así como así, no si aún puedo salvarlo –susurró lo último mirando directamente al ser oscuro frente a él.
El de cabellos negros al sentir la pesada mirada del ángel frente a él giró solo su cabeza otorgándole una mirada de aburrimiento y desprecio.
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Spieluhr - TaeKook
FanfictionSpieluhr: Caja musical que contiene en su interior un mecanismo, accionado por una cuerda de reloj, que hace sonar una melodía cuando se le abre la tapa. Hay cosas que es mejor dejar enterradas en el pasado, pensamientos, vivencias, objetos, trauma...