Te me haces conocida T/N x Fu Hua

Especial de aniversario.

Hacia poco que T/N se había levantado de su cama y se había dirigido al baño para lavarse la cara y así despertar completamente. Ese día era algo especial y a la ves trágico, ya que se había cumplido 1 año desde que había entrado a St. Freya. Estaba triste porque habia perdido su vida y hogar en Nagazora junto con su padre, pero al mismo tiempo feliz por haber conocido a tantas personas maravillosas como Kiana, Mei, Bronya, Himeko, Theresa y en especial a Fu hua. Se cambio, arreglo su cabello y salió de la habitación, solo para encontrarse con que Kiana, Mei y Bronya desayunando.
Ella se sentó en su usual lugar y vio su plato de comida. La comida era bastante simple comparado con otros platillos que Mei suele cocinar, aunque su sabor no decepcionó en absoluto, pero ninguna de las tres chicas menciono o hizo referencia al aniversarios de ingreso a St. Freya, incluso T/N llegaba a percibir que la mantenían algo de lado en la conversación.

T/N Estaba emocionada por ver a Fu hua en este dia, pero al llegar al aula esta no se encontraba, así que en cuanto pudo le pregunto a Himeko acerca del paradero de Fu hua y ella respondió rapidamente "Esta en una mision" dejando desanimada a T/N, ya que usualmente cuando las mandan a una mision a una valquiria suelen tardar o unas horas o dias enteros, pero ella no podia hacer nada mas que aceptarlo... Amenos que le preguntara a alguien que podría saber más, así que en cuanto terminaron las clases de ese día se dirigió a la oficina de Theresa.

En cuanto llegó entro en la oficina y vio a Theresa revisando unos papeles y susurrando unas cosas. Cuando T/N pregunto acerca de la misión de Fu hua, Theresa le dijo que no conocía todos los detalles de la misión, ya que fue ordenada directamente por el Obispo Otto Apocalypse y que también no sabía en qué momento volvería.
En vista de que no tenía nada más que hacer para saber el paradero de Fu hua T/N se retiró y le agradeció a Theresa por su esfuerzo.

T/N ya estaba insegura de si en verdad ese era el día en el que llegó a St. Freya, ya que ninguna de las personas que considera amigos o maestros le había felicitado o hecho referencia a aquel acontecimiento, pero quería probar suerte con otra persona que tiene una situación similar, Eduardo.
Tuvo que buscar poco, ya que con solo ir a un parque en la división de Caballeros de St. Freya pudo ver a Eduardo el cual estaba caminando como loco alrededor de este, entonces a T/N le pareció gracioso llegarle a Eduardo por la espalda y asustarlo, a lo cual fue una mala idea, ya que Eduardo reaccionó defensivamente y de un movimiento tiro a T/N. En cuanto Eduardo se dio cuenta de su error, levanto a T/N y le pidió disculpas por su reacción. Está le dijo que no había problema, pero Eduardo insisto en que la llevaría a la enfermería y de hecho eso fue lo que pasó. Ya en la enfermería la enfermería le dijo que por suerte no hubo algún daño mayor, así que T/N solo se tenía que poner una pomada para disminuir el dolor. Después de eso Eduardo se volvió a disculpar y se fue sin dar más explicaciones.

Ya era de noche y a decir la verdad había sido un mal día para T/N. La habían ignorado, azotado, desilusionado y otras cosas más en su aniversario en St. Freya, así que lo último que quería era llegar a su dormitorio y acostarse en su cama.
T/N abrió la puerta de los dormitorios y todo estaba a obscuras, algo raro considerando que viven unas 4 o 5 personas ahí. Se quitó el suéter que tenía puesto y lo colgó en un perchero que se encontraba a un lado de la puerta, prendió la luz y una ronda de confeti seguido de un "¡¡¡Sorpresa!!!" Proveniente de múltiples personas no se hicieron esperar. T/N había quedado segada por la repentina luz, pero cuando pudo ver bien, pudo observar a todas sus amigos reunidos debajo de un cartel que decía "Feliz Aniversario", aunque en definitiva lo que más resaltaba era que Fu hua estaba en medio de todo con los brazos extendidos sosteniendo un pastel que aparentaba ser de chocolate con café.
En cuanto T/N vio a todos ellos no pudo evitar que se le salieran unas cuantas lagrimas, aunque a diferencia de lo que se pensaba no era por el día de mierda, si no por la emoción de tener a toda la gente que conoció en ese año frente suya acordándose de su llegada a la academia.