Su infancia no fue la mejor de todas. Ni la suya ni la de su hermano, pero hubo dos variables que hicieron que todo se diera de la manera en la que se había dado. Sus padres se divorciaron cuando apenas contaba con cinco años de edad, no entendía lo que estaba ocurriendo en ese entonces, pero su hermano mayor, de diez años por aquellos momentos, le tendía su mano y le decía palabras de aliento para que sus pensamientos no quedasen estancados.Era un niño muy inteligente, sobresalía sobre los demás por su empleo y dedicación. Él no se limitaba a seguir órdenes, sino que adaptaba sus conocimientos a la práctica y lo hacía, sin ayuda ni acompañamiento. Se sentía extraño junto con los demás niños, ¿por qué iban tras una pelota todos a la vez? Era imbécil, simplemente tenían que esperar a que la pelota llegase hasta donde estaba y tomarla con las manos para que nadie osara a quitársela de nuevo. ¿Por qué se balanceaban en los columpios? Si querían obtener algo de adrenalina era mejor hacerlo en el bosque, correteando detrás de algún animalito indefenso.
Y, por último, ¿por qué jugaban a ser ladrones y policías y sólo corrían en círculos? ¿No era mejor pasar desapercibido y buscar un buen escondite?
Taehyung no lo entendía. No lo hacía en absoluto y no hacía nada por entenderlo, de igual forma.
Su juego favorito siempre había sido el escondite, jamás le encontraban. También le gustaba jugar con su hermano a ser científicos, doctores, enfermeros, cualquier cosa que requiriese investigar con algún ser humano.
Leyó todos los libros de la biblioteca de su pueblo sobre eso, sin embargo, jamás llegó a estudiar algo relacionado porque su corazón había elegido previamente la música. Le fascinaba el mundo de la medicina, los fármacos y las reacciones del cuerpo humano ante diferentes dosis, así que no dudó en ponerlo en práctica con alguno de los animalitos que fue encontrando por el bosque cercano a casa.
Correteaba por horas en el bosque detrás de un conejo o alguna ardilla, luego lo cazaba, lo sometía y disolvía alguna que otra pastilla de su padre para conciliar el sueño en agua, luego obligaba al animal a que lo tomara. Tras eso, lo demás era historia.
Aún podía recordar el día que logró hacerlo con un mapache casi más grande que él, sus manos y rostro lleno de barro, su camiseta favorita goteada con algunas manchas de sangre decorándola. Había logrado extirpar una articulación de un ser vivo, concretamente una pata, pero luego no sabía que podría hacer si el pequeño animal no volvía a despertar.
Caminaba con su pecho inflado y su mirada orgullosa hacia el interior de su casa, esperaba que sus padres se sintiesen igual de orgulloso que él por lo que había conseguido. Sin embargo, lo único que encontró al entrar fue a su madre junto a Seokjin, las maletas de ambos en el salón y su padre en el sillón con la mirada fija en el partido de fútbol que se retransmitía en televisión aquella tarde. Sus pasos resonaron en toda la estancia, su madre volvió a verlo y se llevó sus manos a su boca sorprendida.
— Taehyung —habló con poca voz, tembló ligeramente y Seokjin a su lado le miró expectante—. ¿Qué h-haces con un animal... así?
— ¿Así cómo? —Quiso saber el pequeño rubio, alzó el animal mientras lo cargaba por la pata que no había extirpado—. Mira, ¿no es increíble? Tuve que usar el hacha de papá para cortarla, pero ha funcionado.
Su madre enmudeció, caminó trastabillando hasta el sofá y tomó asiento mientras sus manos temblaban en su regazo. Su hermano fue el único que se acercó, le miró curioso y tomó el mapache con delicadeza.
— Esto no se hace, Taehyung —musitó con voz dulce, Seokjin era tan bueno con él siempre—. No puedes quitarle la vida a los animales para poder hacer experimentos, ¿por qué no mejor lo haces con hojas de plantas?
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A Bloody Song About You ៛ JK x TH
FanfikceKim Taehyung sólo era un músico nómada que llegó al condado por arte de magia, enamorado de los fines de semana y los distintos clubes nocturnos del condado. Jeon Jungkook, en cambio, pensaba que en algún momento se volvería loco buscando el parader...