Nunew era el niño al que elegían al último para hacer trabajo en equipo o para jugar en el recreo.
Nunew era el niño que todos tomaban como raro porque no tenía amigos y siempre
quería estar solo.Nunew era un chico en el que seguía una rutina aburrida tanto en casa como en la escuela.
Nunew era un niño de 7 años diagnosticado con autismo.
Era lunes y Nunew comenzó de nuevo con su rutina diaria, levantarse, cepillarse los dientes, bajar a desayunar, bañarse, cambiarse, ir a la escuela, fingir prestar atención, salir a descansar y estar en su columpio favorito, volver a la escuela, salir y volver a casa, hacer los deberes, cenar, cepillarse los dientes e irse a dormir, y al día siguiente hacer lo mismo.
Pero ese día su rutina se vería afectada por un niño nuevo en su escuela.Zee Pruk.
Era el nuevo integrante de la clase en la que estaba Nunew, la directora pasó a presentarlo, todos los niños y niñas quedaron fascinados con su nuevo compañero, era un niño muy lindo para su corta edad de 8 años y mostraba una sonrisa cuadrada muy linda.
Todos los recibieron con gusto, excepto uno.
Ese chico de piel pálida con hermoso cabello negro y ojos como luces que miraban por la ventana, que no le importaba y no reflejaba interés en la llegada de su nuevo compañero.Sonó el timbre provocando que todos los niños salieran a almorzar.
Nunew como siempre fue directo a su columpio favorito que estaba detrás de la escuela, donde casi no había niños y podía disfrutar del silencio, su mejor amigo.
Zee al ver a Nunew tan lejos de todos sus compañeros se preguntó si los intimidaban o algo así, no le gustaba que hicieran eso y por eso le pregunto a sus compañeros.
—¿Sabes por qué ese niño siempre está solo?—le preguntó a su nuevo compañero Max.
—Parece que le gusta estar solo— respondió con indiferencia a la pregunta de su compañero.
—¿Por qué?— insistió el castaño.
—Pues no sé, cada vez que alguien se acerca no los escucha y siempre responde lo mismo, hay veces que hasta se da cuenta que alguien le habla, todos le dicen que este lo conoces– Max miró a Zee , pero no pareció entender la palabra: loco.
¿Loco? Eso no sonaba muy lógico para alguien como Nunew, pero Zee decidió saber si todos esos rumores eran ciertos y se acercó a donde estaba.
—Hola, soy Zee, tu nuevo compañero— saludó feliz.
Pero Nunew seguía con la cabeza baja, parece que no estaba interesado en hablar con él, y eso hizo que Zee se sintiera mal.
Pero Zee no se daría por vencido hasta por lo menos sacarle una leve sonrisa a ese chico lindo, porque sí, al chico de sonrisa bonita le había gustado mucho Nunew, ese chico tenía una piel muy hermosa como la porcelana.
—¿Nunew?— preguntó Zee, acercándose y picó suavemente su hombro.
Nunew levantó la vista y se encontró con un chico un poco más alto que él, cabello castaño y en su rostro mostraba una hermosa sonrisa, similar a una figura geométrica pero no sabía exactamente qué era, aunque al verla sintió cierta calidez, solo que no supo interpretar lo que sentía, de igual modo no mostró mucho interés por él y prefirió seguir meciéndose en su amado columpio.
Zee se sentía insignificante, Nunew lo había ignorado, puso su sonrisa más hermosa que podía darle a alguien, pero aún así ese niño pálido no mostraba interés, pero no se iba a rendir fácilmente, si o si Nunew sería su amigo, tal vez incluso le pediría que le pidiera matrimonio, Zee se rió por eso y con la misma sonrisa con la que llegó se dirigió a la sala nuevamente ya que el descanso había terminado.