Capítulo 1

83 24 3
                                    

No había secretos entre nosotros, o al menos eso pensaba.
Pensaba que nada podía derrotarnos. Causamos tanto dolor y cruzamos tantas veces la línea. Te entregué mi corazón y te di mi alma; hasta que la muerte nos separe juramos, pero esa promesa se vuelve cada vez más difícil y distante. ¿Cómo se puede perdonar algo que no se puede olvidar?, ¿cómo abandonar y aprender a intentar de nuevo? Si ya estoy rota. Este dolor no me deja seguir adelante, no puedo continuar. Vi el final del túnel, me adentré tanto en la oscuridad que sentí miedo de lo que me haría la luz.
Esa noche me dijiste que las chicas malas no recuerdan lo que hacen, y es gracioso porque yo no puedo olvidarlo...

Mi nombre es Victoria Lowel, hija del poderoso Franck Lowel, dueño de una de las empresas más importantes del mundo llamada Lowel Company. Sí, es el tipo de hombre al que todos le temen, el hombre ante el cual todos bajan la mirada en señal de respeto; siempre ha sido un padre ausente, su trabajo le roba la mayor parte de su tiempo, y por supuesto, siempre está de viaje, así que somos solo mi hermano Nathan y yo. Mi madre murió cuando yo nací, causándole un profundo dolor a mi padre, mis abuelos me cuentan que él no fue siempre ese hombre rudo el cual todos conocen. Cuando estaba mi madre, era un hombre agradable que desbordaba amor, cosa que cambió con mi nacimiento. Creo que fue tanto su sufrimiento que se olvidó que había más personas a su alrededor que también sufrían; se encerró tanto en su mundo que olvidó que tenía una familia. Para todos soy el vivo retrato de mi madre y pienso que eso es lo que más le molesta, el tener que verme todos los días y saber que a pesar de ser idéntica a ella no puedo reemplazarla. Nathan es mi hermano mayor, heredero de la fortuna Lowel y el favorito de papá, ojos azules, pelo rubio, 1.90, buen físico, vamos el típico bombón.

Pasé la mayor parte de mis vacaciones en Londres después de cerrar un negocio importante en la empresa de mi padre. Había sido un año demasiado loco, y por más que intentaba sacarme de la cabeza lo ocurrido, los recuerdos iban y venían una y otra vez haciéndome desvariar.
Los días pasan y las vacaciones acaban más pronto de lo previsto, mañana debo ir a la empresa a recoger unos folletos antes de comenzar a trabajar en un nuevo proyecto.

Me despierto temprano en la mañana, tomo una ducha y me arreglo, decidí ponerme para hoy un vestido blanco ajustado con una chaqueta de cuero y unas botas negras. Me dirijo a la cocina, cojo una manzana, las llaves de mi Ferrari y me pongo en marcha, de camino recojo a mi mejor amiga Aila.

-Buenos días.

-Buenos días, te extrañé como no tienes idea cariño.

Nos abrazamos efusivamente, hacía 3 meses que no sabía nada de ella, digamos que después de su pequeña aventura con mi hermano no la pasó muy bien, desgraciadamente se enamoró de la persona equivocada a pesar de las señales y de mis advertencias, aunque no soy la persona más indicada para hablar de eso. Nathan aunque es mi hermano y lo amo a veces puede ser todo un capullo como lo fue con ella, pero bueno eso es otra historia. Aila y yo nos conocemos desde pequeñas, nuestros padres siempre han sido buenos amigos así que una cosa llevó a la otra y terminamos frecuentando los mismos lugares, en el mismo círculo de amigos, nos volvimos como hermanas.
Llegamos a la empresa, nos reunimos con unos compañeros y nos pusimos al día.
Trevor, mi exnovio que también estaba en el grupo me miraba con recelo desde una esquina, se acerca despacio, me toma del brazo y me lleva a un lugar apartado donde nadie puede vernos, me toma de la nuca, mira mis ojos con su característica sensualidad y da un tierno beso en mi mejilla. Nuestra separación fue algo necesario para poder avanzar, no me malentiendan es un buen tipo, pero es demasiado... asfixiante. ¿Estaba verdaderamente enamorada de él? Pues no, siempre fue algo que estuvo claro entre nosotros, las cosas solo se fueron dando y llegó a un punto en el cual no pude decir que no y no me arrepiento de nada la verdad fue algo que me sirvió de experiencia... antes de conocerlo a él por supuesto, Zack Deker además de ser el hermano mayor de Aila es un hombre en todos los sentidos de la palabra, fuerte, dominante, imponente, apasionado. Un canalla que me robó hasta el alma, un imbécil que no sale de mi mente, un estúpido que me hipnotizó de tal manera que me dejó caer en su red de mentiras, un hipócrita que me llevó a lo más alto del cielo para después dejarme caer en un infierno, un infierno que me dejó sin vida y sin amor.

Latidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora