Capítulo 2

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De mi padre aprendí que si él me falló cualquiera puede hacerlo, pero nunca esperé que su traición me doliera tanto.

Todo comenzó el año pasado. Era un día como otro cualquiera en la empresa, mi agenda estaba vacía a excepción de una reunión de última hora con un nuevo inversor, el cual quería asociarse con Lowel Company su nombre, Zack Deker, lo más extraño de todo, era el hermano mayor de Aila, aunque había pasado mi infancia con ella solo vi a Zack una vez, yo tenía 7 y el 10, es gracioso recordar ese momento aunque me avergüenza un poco. Estaba sentada en una silla de juguete mientras lloraba porque Aila había escondido mi muñeca favorita, él se acercó a mí, me tomó de la mano y me dijo que todo estaría bien y que él la encontraría y así fue, 1 hora después aparece todo lleno de tierra con mi pequeña muñeca en sus manos. Resulta que Aila la había tirado a unos arbustos en el jardín y se había encerrado en su habitación olvidándose de ella.

-Aquí está tu muñeca. -me dijo con sus lindos ojitos mirando fijamente los míos.

-Muchas gracias -le respondí apenada mientras me sonaba los mocos y limpiaba mis lágrimas.

Me levanté de la silla y tomé la muñeca en mis manitas a la vez que le daba un abrazo por haberla encontrado, él me correspondió y cuando me aparté me dio un beso en el cachete.

-Algún día serás mi novia Victoria, te lo prometo.

Eso fue lo último que escuché de él mientras lo veía alejarse y perderse en la enorme mansión.
Digamos que Zack nunca fue muy apegado a su familia, lo último que supe fue que se había ido al servicio militar, después de eso desapareció por completo y ahora me entero por mi secretaria que el señor pidió tener una reunión exclusivamente conmigo para hablar de "negocios".

Escucho sonar mi móvil, es mi padre:

-Victoria, escucha, el señor Deker es un pez gordo el cual hay que pescar a cualquier costo, acaba de llegar a la empresa, no lo arruines, sé que tienes lo necesario para hacer que se quede,-espera un segundo ¿qué carajos quiere decir eso? -por algo habrá pedido reunirse únicamente contigo.

Eso fue todo, ni siquiera un hola o un ¿cómo estás? Ufff ya debería estar acostumbrada.

Me encontraba sentada en mi despacho cuando escucho el telefonillo.

-Señorita Victoria, el señor Deker ha llegado ¿le permito pasar? -escucho decir a Rebeca mi secretaria.

-Sí y pide que nos traigan 2 cafés por favor.

Escucho la manija de la puerta abrirse y mi mirada que antes estaba puesta en el ventanal ahora se encuentra observando el majestuoso hombre que se encontraba parado en la puerta, vestido con un traje negro ajustado y una corbata azul marino que resaltaba el color de sus hermosos ojos verdes, pelo negro, 1.92, mandíbula marcada, espalda ancha, todo él estaba tallado por los mismísimos dioses.

-Buenos días, señorita Lowel. -me dice con su voz ronca.

-Buenos días, señor Deker , pase y tome asiento y por favor llámeme Victoria.

-Está bien, Victoria -dice con completa seguridad en un tono que casi me derrite -Y ya que estamos entrando en confianza puedes decirme Zack "señor Deker" me hace parecer demasiado viejo ¿no crees?

-(sonrío) sin duda te hace parecer más viejo -curva sus labios en una pequeña sonrisa.

-Me gusta tu sinceridad...

-Señorita Victoria -escucho mientras tocan a la puerta.

-Adelante -entra Rebeca con los dos cafés y un tazón con galletas. Noto como se le queda mirando por el rabillo del ojo a Zack y no la culpo no es para menos, está para comérselo vivo.

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