Naya
Sábado, 6:30 de la mañana y Maddy ya me está despertando
-Déjame dormir, eres muy pesada.
-Si te levantaras a la hora que te digo no sería tan pesada.
-Las 6 de la mañana no son horas humanas para levantarse un sábado.
-Deja ya de quejarte, vístete y vámonos ya, que se nos hace tarde.
-¿Tarde para qué? ¿Para ver el amanecer?
-Al paso que vas, vemos el atardecer, levántate.
Ya después de levantarme, vestirme y todo ya salimos de casa.
-Tienes 2 opciones, metro o bus, ¿Dónde quieres ir?
-Me da igual, estoy demasiado dormida como para hacer una elección tan importante como esta- la respondo con sarcasmo.
-Que graciosa, pues en metro que está más cerca.
Luego de unos 15 min llegamos al maldito gimnasio, y por si fuera poco me tengo que inscribir y pagar esta tortura. No soy muy amiga del deporte y menos a estas horas de la mañana.
Después de todo el royo ese de inscribirme y eso ya habíamos entrado.
-¿Bueno y aquí que se supone que tengo que hacer? ¿Sufrir y llegar a casa oliendo a rosas?- dije con toda la ilusión de mundo.
-No seas tan negativa Naya, veras que luego te gusta y todo.
Parece ser que después de estar toda la vida untas no se ha enterado que odiaos el deporte.
Parece ser que si conciencia.
-¿Algo en especial que quieras hacer?
-¿Irme a casa a dormir es una opción válida?
-No, pero podríamos empezar por las sentadillas, las flexiones o peso muerto.
-Buf, las sentadillas y las flexiones las conozco y no es que me apetezca mucho, ¿Qué es el peso muerto?
-Mira ven que te lo enseño
Desde las 7:30 o así hasta las 9 estuvimos haciendo ejercicio, bueno Maddy estuvo haciendo ejercicio porque yo antes de las 8:15 ya me estaba dando un chungo y me había sentado a visualizar a Maddy.
-Tampoco me voy a quejar de que no hayas echo mucho ejercicio porque me lo esperaba peor, pero bueno.
-Después de esta rutina de ejercicio tan agradable podríamos ir a desayunar.
-Tu siempre pensando en comer.
-Pues si la verdad, pero vamos a desayunar de una vez que vas a tener que llamar a una ambulancia porque me ha dado algo aquí en mitad de la calle.
-No seas exagerada.
Nos fuimos a un bar a desayunar y después a mi casa para ducharnos prepararnos y pasar el día fuera.
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¿Amor u odio?
RomanceNaya Campell y Alexander Boyle, 2 personas que de pequeños se llevaban genial y de un día para otro Alexander decidió alejarse. Alexander tiene sus motivos, pero Naya sigue sin saberlos. ¿Conseguirá Alexander darse cuenta de que ha cometido un error...