¿Amor u odio?

CAP 2

                                                                                             Naya

Me desperté por el molesto sonido del despertador, intenté apagar lo y al 4 intento lo conseguí.

Sin más remedio, me levanté de la cama y me fui al cuarto de baño.

Dios,  ¿Por qué me dormí tan tarde ayer?

Porque la vida amorosa de tu amiga es más interesante.

Verdad. Maddy tuvo un problema con su novio y me lo estuvo contando. Yo ya la he repetido varias veces que lo deje, pero no me hace caso. Llevan 2 meses mal, ya que su novio se está volviendo muy tóxico.

Cuando me doy cuenta de que casi me quedo dormida en la taza del baño, me doy prisa y me lavo la cara, me visto e intento maquillarme sin sacarme un ojo.

Cuando bajo a la cocina veo a mi madre con una taza de café y el perro a sus pies.

-Buenos días mama, me llevo dinero y desayuno en el instituto.-la dije corriendo de un lado a otro de la cocina

-Buenos días cariño, ten cuidado con la olla, que tengo agua caliente, no te vayas a quemar.-respondió ella con sonrisa amable.

-Vale, ya me voy, chao.

-Adiós cariño.

De camino, pasé por delante de la casa de Madison y llamé al timbre.

Y para mi sorpresa me abrió su madre.

-Hola Elisa , ¿esta Maddy?

-Sí, aquí estoy.- me respondió Maddy antes de que su madre hablara.

De camino al instituto estuvimos hablando de nuestro fin de semana. Cuando llegamos, seguimos un rato con nuestra conversación hasta que sonó el timbre.

-¡Qué asco! Lunes y encima matemáticas a primera.-le dije asqueada.

-Encima con Martínez, que me cae fatal.-me respondió ella con cara de sueño.

Todavía recuerdo la vez que me sacó de clase por algo que no hice. ¡Qué asco me da esa señora!

Normal, si no le cae bien a nadie, ni a los demás profesores.

Me dijo mi conciencia.

-Hola, alumnos, hoy vamos a dar...

Y así siguieron la 2 primeras horas. La hora de antes del recreo, a Madison y a mi nos separaron.

Clase de geografía, que pereza.

Cuando salimos al recreo, me reencontré con Maddy y nos fuimos a la cafetería. Mientas esperábamos la fila para comprar algo, empecé a hablar.

-¿Qué clase te toca ahora, Maddy?-la pregunte ya aburrida de dar clase.

-Física y química.- dijo con cara de asco.- ¿Y a ti?

-Literatura.

Por la cara que puso, supe que tenía algo que decirme, y ese algo no me iba a gustar.

-¿Pasa algo?- la pregunté con cautela.

-Es que de camino a la cafetería he visto a Alexander con unos amigos, y le he escuchado decir que después del recreo le toca literatura.

Este lunes no puede ir peor, a primera matemáticas y ahora compartimos clase con Alexander.

En eso estamos de acuerdo conciencia.

-Puede que no le toque en mi misma clase.- Dije intentando sonar lo más relajada posible.

-Y si va a tu misma clase, ¿Qué vas ha hacer?

-Ignorarlo, como lo he hecho desde 3º.

Cambiamos de tema y seguimos desayunando.

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Cuando sonó el timbre, me despedí de Maddy y me fui a mi clase de literatura.

Rezando porque Alexander no estuviera en mi misma clase. Pero mis suplicas no las escuchó nadie, ya que lo vi entrando por la puerta. Maldije por lo bajo y entré a clase. Me puse en la parte de atrás y gracias al cielo, Alexander se sentó en la otra punta de la clase.

La clase siguió normal, yo ignorando a Alexander y Alexander ignorándome a mí. 

Pasaron las horas y me fui a mi casa caminando con Maddy.

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Bueno pues otro capítulo más, al final subiré solo entre semana.

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