Habían pasado un par de años, dos exactamente.
Luego de que el renombrado psiquiatra Hannibal Lecter huyera a un país desconocido de Europa tras el asesinato de Abigail Hobbs y el intento de asesinato hacia Will Graham.Jack Crawford, como siempre, había llegado tarde a la escena y Alana Bloom había quedado malherida tras su enfrentamiento, lo único reconfortante en su posición era que seguía viva pero con una cojera de por vida tras su lesión.
Hannibal se encontraba con el corazón destrozado por las aguas de Venecia, él genuinamente pensó que el agente y profesor del FBI accedería a irse junto a él y a Abigail, se dejó mostrar tal como era, dejo que él viese más allá de su traje de persona y más allá de lo que era, le permitió tocar sus secretos y lo acuno en su casa incontables veces tras sus crisis, brindándole un calor fraternal que esperaba que algún día se convirtiera en uno romántico.
Pero eso jamás pasó.
Will Graham seguramente estaría en recuperación, en el mejor de los casos, y en el peor de los casos muerto. Si bien Hannibal lo apuñalo no perforó ningún órgano vital, no porque Graham tuvo suerte, sino porque el ex cirujano no quiso matarlo de una forma tan rápida.
Sabía que Will tenía dos opciones; o moría desangrado en aquel frío y sombrío piso o sobrevivía y seguiría con su vida, sin él.Ambas opciones le parecían un castigo justo, un castigo por su traición.
Ahora comenzaría una nueva vida, en Europa junto a Bedelia, sabía que no lo atraparían y si era así no podrían culparlo porque no había evidencias, solo palabras de un par de agentes desvariados, obsesionados y enloquecidos por encontrar al destripador de Chesapeake.
Los meses pasaban con lentitud y Will Graham seguía recuperándose de su herida.
Crawford frecuentaba visitarlo, y Alana aunque quisiera ir a verlo aún no estaba lista para volver a revivir aquel recuerdo.Will estaba solo, solo le quedaba Jack, y tampoco era una compañía sumamente gratificante.
No con él hablando siempre sobre que atraparían a Hannibal y lo mandarían a la silla eléctrica.Will estaba cansado de Jack, cansado de la gente y de todo lo que lo rodeaba, odiaba estar en un hospital postrado mientras sabia que el psiquiatra disfrutaba de su libertad en algún país lejano.
"¿Cómo no lo vi antes? ¿Cómo no me di cuenta?"
Will se mortificaba en sus pensamientos, no creyó que Hannibal fuera capaz de matarlo, pero estaban a mano.
Quizá era momento de soltarlo y seguir con su vida.Pensó en retirarse, y mudarse a otro estado, uno donde pudiera comprarse una casa cerca del mar y pasar sus días pescando, olvidando a Hannibal Lecter.
Arreglaría motores de barcos, y quizá pondría una tienda de pesca.Paso los siguientes meses en recuperación y con un sentimiento extraño de vacío en su pecho, volvió a trabajar cuando su herida sano, volvió a dar clases y a asistir a Jack para dar perfiles criminales, pero ya nada era igual.
Fueron exactamente dos años y Will Graham era un despojo de lo que alguna vez fue.
Si antes era algo desalineado ahora se veía peor, su cabello era largo, y tenía una barba algo tupida y descuidaba.
A veces solía repetir la misma ropa en el trabajo por varios días, sin importarle si estaba limpia o sucia.No se sentía como él.
No se veía como él.
No era él.Jack estaba cansado de toda la situación sobre Will Graham, pensó que Will superaría todo el primer año, pero en realidad solo había empeorado, notaba las ojeras del joven perfilador, ojeras negras y profundas, su mirada apagada, era similar a esa mirada perdida que tuvo durante algún tiempo cuando no sabía que su colega estaba pasando por una encefalitis. Jack le había recomendado que volviera a asistir a terapia, pero esta vez con un psiquiatra que no fuera un loco asesino caníbal.
ESTÁS LEYENDO
ODISEA VENDETTA
FanfictionWill Graham ha pasado los últimos dos años de su vida como un despojo de lo que alguna vez fue por culpa de Hannibal Lecter, luego de haber matado a Abigail Hobbs y de casi matarlo a él, el joven perfilador se ha quedado estancado en la vida, bajo u...