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Ya estaba en casa de mis padres pero para mí mala suerte, mi madre había invitado también a la familia de Eun Wo.

Mi madre y su madre se llevan de maravilla, se podría decir que son grandes amigas íntimas, pero el es un cretino, arrogante y sobre todo un casanovas.

Todo el rato que llevamos en la mesa no deja de mirarme, es realmente irritante.

- Bueno hija, ¿Porque Eun y tú no van a charlar un poco al living? –doce mi mamá toda carismática, si supiera lo mal que me siento en estos momentos–

- Está bien –digo sin mirarlo, solo me dispongo a salir y adentrarme al living cómo ya habíamos acordado–

- Eres mucho más preciosa en persona –dice con sus aires de mujeriego–

- Y tú mucho más casanovas de lo que aparentas – le digo arta–

- ¿Tienes novio preciosa?– dice sentándose a un costado mío–

- No, ni me interesa, en apsoluto –le digo sonriente–

- Que lástima, una chica tan guapa sin novio.

- Encerio Eun, no quiero ser grosera pero, deja tu coqueteo para otra –le digo sincera–

Al parecer el comprende y no vuelve a tocar el tema, luego de varios minutos de silencio comienza a hacerme preguntas tribales y ahí encabezamos una amena conversación.

Era tarde, si, al rededor de las 10:30 pasado meridiano, mi madre quería que me quedara en casa pero, en realidad sería algo más trabajoso, mis cosas del trabajo están en casa además de unos documentos que debo entregar mañana.

Me despido de mi familia al igual que lo hago con la de Eun Wo, perece un chico casanovas y es la verdad, pero se sabe comportar y creo que hemos comenzado una muy buena amistad.

Tomé un taxi que me dejó en la entrada de mi departamento, subo al ascensor y marco el piso 15. Raramente vivo ahí, de pequeña siempre le temí a las alturas.

Ya había entrado y había tomado una relajante ducha caliente, me encontraba con mi pijama puesto, me encaminé al tocador a por el cepillo y siento, nuevamente, ese presentimiento de que alguien me está mirando.

No le presto mucha atención a eso y sigo con mi proceso, ya apunto de terminarlo siento mi celular sonar desde mi mesita de noche, reviso y era un número desconocido. ¿Quién llamaría a estás horas?, Contesto lo más rápido posible y me quedo helada.

LLAMADA

- Buenas noches preciosa

Dice una voz masculina, esto no me está dando muy buena espina, no sé porque presiento que esto no terminará bien, para nada bien.

- ¿No responderás?. Responde...

Dice en un susurro que podría jurar que era casi súplica.

- Responde princesa, has que me sea más fácil ah~.

Acaso, ¿Había escuchado bien? ¿Eso había sido un jadeo? Esto me está asustando.

- Hazlo bebé, dime algo

- Haz que me corra con tu voz Tn~.

Espera.... ¿Se estaba acaso...? ¿Tocando?, No puede ser y dijo mi nombre. Esto debe ser un sueño, que digo sueño, esto debe ser una pesadilla.

- ¿Quién eres? –me armo de valor y le pregunto–

- Eso princesa ah~, dime algo mas~, solo otra palabra más~.

El último más ya era un gemido, un sonoro gemido, me tenía que estar viviendo loca... Esto no me podía estar pasando en realidad....

ENFERMO DE TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora