Una Inusual Alianza.

Ymar, la draconiana.

Nota del autor: La mayoría de las imágenes, son sólo de referencia.

Desde que el señor oscuro había sido derrotado por el héroe, el cual se había sacrificado, varias cosas habían cambiado para los involucrados, y esto incluían a los secuaces sobrevivientes de Dux, los cuales decidieron irse de sus respectivas bases, cuando este desapareció durante la batalla. Entre los secuaces del hechicero, se encontraba uno que pertenecía a la raza de los draconianos.

La raza draconiana, son una raza especie de híbrido entre humano y dragón, del mismo porte de los humanos, con características de estos, pero también con cualidades y características físicas heredada de los dragones, no se sabe cómo y cuando está raza apareció en el planeta, aunque hay un variedad de teorías y especulaciones, sobre aquella incógnita, otras de las cosas interesantes de esta raza es su nacimiento, aunque parezcan muy humanos, ellos nacen por huevos, que son colocados en lugares difíciles de acceder, como montañas o volcanes, y son abandonados, por sus propios padres.

Ymar, draconiano secuaz de Dux, era el único de su especie en ayudar al hechicero, ya que le debía mucho a él, este draconiano, había sido criado por el señor oscuro, desde que fue una cría, por eso le tenía una incondicional fidelidad, que incluso podía detectar a su amo, ha una gran distancia. Después de la desaparición de Dux, Ymar, había comenzado su búsqueda, y esto había llevado al draconiano a la ciudad.

Bassier y Nadia, había llegado a su cuarto en la posada, la hechicera se lanzó a la cama y grito de rabia por lo que le había sucedido aquel día.

-Maldita sea esa mujer-Exclamó la hechicera que agregó-Espero que la atrapen pronto, o si no yo la persiguiere y la quemare hasta que no quede nada de ella.

-Tranquila, las autoridades la van atrapar-Nadia le contestó a su compañera, mientras dejaba su espada al lado del armario.

-Estas situaciones, me hacen extrañar mis tiempos como futuro soberano del país-Suspiro la joven que se sentó en la cama, y agregó con un suspiro melancólico-En aquellos tiempos, tenía una variedad de subordinados que no permitirían que esta situación hubiese sucedido.

Nadia observó a la joven hechicera, y se acordó de las veces que había derrotado a los secuaces de Dux, entonces le surgió la siguiente, ¿como el aquel entonces hechicero, había logrado que sus secuaces fuese tan obediente?

-Siempre he tenido duda, sobre ¿Cómo conseguistes a tus secuaces, y como lograbas qué te obedecieran? -Nadia qué estaba sentada en una silla le preguntó a su compañera y luego volvió a preguntar-¿Utilizabas algún tipo de control mental?

-¿Control mental?, ¿a caso me ves como un manipula... dora, o algo parecido? -Bassier observó con cierta molestia a su compañera, y luego agregó-No, lo que utilizaba eran promesas para solucionar sus problemas, ejemplo una raza de elfo oscuro, tenía problema con los habitantes de una aldea, pues los segundos habían construido sus casas arriba de la ruina de un milenario templo, que para los primeros resultaba sagrados, así que aproveche y le dije a los elfos, que yo le ayudaría con aquellos humanos, si ellos me juras en lealtad, y así lo hicieron, al final terminé arrasando la aldea de los humanos y esclavice a los aldeanos, y les obligue a reconstruir el templo de los elfos, mientras que hice que sus mujeres más bonitas, se volviese esclavas sexuales de los elfos oscuros.

Al escuchar la explicación de su compañera, la joven Nadia, se acordó de algunos burgueses políticos, con los cuales tuvo ciertas rencillas en sus primeros de andanza.

-No es control mental, pero se acerca mucho a esto-Comentó Nadia y le hizo otra pregunta a su compañera-¿Tenías a tu favorito o favorita?.

Bassier estuvo pensativa por la pregunta de la rubia, y después de meditarlo durante unos segundo, le contestó con afirmativo a Nadia.