𝑬𝒔𝒕𝒖́𝒑𝒊𝒅𝒐 𝒐𝒓𝒈𝒖𝒍𝒍𝒐

tu estúpido orgullo

Raptor notaba como su novio estaba más pensativo de lo normal y eso era preocupante. Intento distraerlo con un paseo por un parque, pero eso no funcionó.

Rendido volvieron a casa, Mike solo se fue a su habitación, Raptor suspiro mientras lo veía alejarse. Decidió dejar una nota para poder ir a la casa de su amigo.

Aunque no sabía lo que el destino le deparará. Tomó las llaves del auto y comenzó su trayectoria hacia la casa de Sparta. Al llegar tocó la puerta y lo recibió aquella castaña.

-¡Hola Raptor!-

-Hola Pinky-

Extrañamente la chica parecía de buen humor

-¿Vienes a ver a Sparta?-

-Si-

-Deja voy por él-

La mujer cerró la puerta para unos minutos después fuera el castaño quien la abría

-Hola Raptor-

-Ho...hola Sparta-

Seguía incómodo por lo sucedido la noche anterior pero se decía a sí mismo que el alcohol fue el culpable de que su amigo lo besará, Raptor sigue siendo ingenuo

-Pasa, vamos a mi habitación-

El castaño lo dejó entrar

-Gracias-

-¡Pinky, vamos a estar en la habitación!-

-¡De acuerdo!-

Los dos subieron hacia la habitación de la pareja y Sparta cerró la puerta detrás de él

-¿Y a qué se debe tu visita?-

-Veras, sobre lo que pasó ayer-

Sparta se tensó ante aquella respuesta

-Se que no quisiste besarme a propósito y que fue el alcohol, pero algo no anda bien con Mike y eso me preocupa-

Al escuchar el nombre del rubio Sparta se sintió celoso, un gran enojo empezó a recorrer su cuerpo. ¿Sólo el alcohol?, Le parecía tierno como Raptor seguía siendo tan ingenuo.

-¿Sólo el alcohol?, ¿En serio crees eso Raptorcito?-

-¿A qué te refieres?-

-¿No es obvio?-

Bajó su mirada hacía el suelo y comenzó a acercarse al peli rojo

-¡Yo te amo Raptor!-

Atrapó al más alto en la pared

-¡No sabes cómo siento cuando te veo con Mike!, Es un dolor en mi orgullo, no puedo dejar que te olvides así de mí-

Raptor comenzaba a asustarse, hace mucho con se sentía así. Aunque un dejavú le llegó cuando recordó la última vez que vió a Sparta así. Él comenzó a besar el cuello del peli rojo, esto asusto aún más al bi color.

Empujó al castaño haciendo que él se cayera, pero eso hizo enojar a Sparta quien se acercó más a Raptor. En ese momento era uno de los pocos donde Sparta se convertía una bestia, una la cual el peli rojo tenía demasiado miedo. La intención del castaño no era otra más que marcar a Raptor.

....

Mike seguía en su cueva oscura, tenía demasiado enfado en su alma, no podía perdonar a Sparta, pero tampoco podía seguir así, tenía que estar con Raptor.

Salió del cuarto y empezó a buscar a su pareja pero no la encontraba por ningún lado. Comenzó a desesperarse y preocuparse, pero se tranquilizó al ver una nota en la mesa.

El tiempo parecía detenerse mientras con miedo y desesperación salía de la casa. No sabía si estaba conduciendo de manera prudente o no, solo quería llegar a la casa de ese maldito castaño.

Llegó y sin pensarlo tocó la puerta esperando a que ese desgraciado abriera pero en su lugar estaba aquella chica.

-Hola-

Dijo ella

-Hola, ¿Está Sparta?-

-Vaya, todos quieren verlo ahora en día. Está en el cuarto pasa-

Pinky guío a Mike hacía la habitación, cuando la chica se fue él intento abrir la, pero algo no estaba bien, la puerta no abría.

Con más preocupación comenzó a azotar la puerta obligando a que abrieran porque la iba a romper, y así fue, Sparta atendió el llamado, pero cuando la abrió, Mike entro corriendo como si se tratase de un animal en celo.

No vió a su querido Raptor por ningún lado, pero sabía que el castaño escondía algo, claramente su novio le había escrito que iba ir a ese lugar.

-¿Dónde está Raptor?- miraba directamente a los ojos de su contrario

-No sé a qué te refieres. Él ya se fue hace rato- intentaba evitar la mirada del rubio pero era algo difícil

-¡Entonces lo buscaré yo!- comenzó a mirar en todos lados de aquella habitación, pero sin ningún resultado

Solo quedaba un lugar por revisar y era el más obvio de todos, el armario. Mike se acercó con esperanza y algo de miedo, Sparta solo veía como el rubio se acercaba cada vez más a aquel lugar, pero no podía hacer nada.

Abrió las puertas del armario de par en par, de aquel lugar caía el bulto del cuerpo de su novio, estaba amarrado y con cinta en la boca.

-¡Raptor!- comenzó a quitar todo lo que tenía

-Gracias Mi...mike- su voz estaba gastada

-¡¿Pero que rayos te pasa?!- Gritó el rubio, pero solo unas risas cínicas comenzaron a escucharse