Una familia (WangXian)

Primera Parte

Lan Wangji arropó a Wei Wuxian al despertarse. El clima de Gusu podría ser frío, pero el viento en los Túmulos Funerarios era despiadado. La tensión entre las sectas se había calmado un poco, el hecho de que Wen Ning se comprometiera con el Líder Nie y que Lan Wangji visitara con frecuencia a Wei Wuxian había hecho que Jin Guangshan frenara su sed de poder y que las demás sectas se tranquilizaran al respecto.

Hanguang-Jun no sabía cómo habían terminado así. Él siendo un invitado regular de Yiling Wei y Wei Wuxian siendo algo más que su alma gemela. Sonrió un poco al recordar aquellos momentos que tanta angustia le provocaron. Wei Wuxian despertando de su extraño trance y diciéndole que había escuchado su devota confesión, Lan Wangji sonrojándose por completo y más cuando escuchó las risas cariñosas de Wei Ying mientras le decía que podía intentar cortejarlo.

Pasaron semanas, la tormenta entre las sectas se calmó y los pocos Wen que quedaban con vida fueron perdonados al comprobarse que se trataba de una familia con apenas cultivadores y solo preparación médica.

Jin Zixuan y Jiang Yanli se casaron y de ellos nació Jin Rulan, Jin Ling. Jiang Cheng permaneció con el Líder de Yunmeng Jiang y declaró que la secta Yiling Wei estaba en negociaciones para mantener la paz con las cuatro grandes sectas.

Lan Wangji se tomó unos minutos para ver el rostro dormido de Wei Ying. Sus ojeras eran cada vez menos oscuras y sus mejillas más redondeadas. Evocó en su memoria el sentimiento de alimentar a Wei Ying, desaparecer de su cuerpo la sombra de los huesos que se asomaban famélicamente entre su delgada piel.

Había visto su cuerpo esa noche, como otras tantas, pero allí donde antes había sentido la debilidad del hambre ahora había más carne. Cada vez se parecía más al Wei Ying que había conocido cuando eran apenas unos jóvenes.

- Hanguang-Jun - las palabras del Patriarca Yiling casi lo hacen estremecer - No es muy noble de tu parte espiar a éste líder de secta mientras está durmiendo - Lan Wangji sonrió y pasó sus dedos por el cabello de Wei Wuxian, apartándolo de su rostro - ¿Te vas ya?

- He pasado varios días aquí, mi hermano y mi tío tendrán preguntas - Wei Wuxian abrió sus ojos y los agitó de manera seductora a Lan Wangji, quien solo sintió el roce de la cinta de regulación en su cabeza - Volveré pronto. Espero que Yiling Wei me reciba en los próximos días - Lan Wangji tomó la mano de Wei Wuxian y besó el dorso, provocando una risa traviesa en Wei Wuxian.

Hanguang-Jun se fue por la mañana, cuando el sol apenas estaba saliendo. En la entrada de los túmulos funerarios se encontró un pequeño altar que las personas de Yiling y algunos viajeros le hacían a Wei Wuxian. Los rumores decían que el Patriarca Yiling era una especie de demonio, que había hecho tratos con alguna entidad maligna para transformarse en una criatura que no era completamente humana, así que los más temerosos de Yiling dejaban ofrendas. Otras creían que al hacerlo el Patriarca Yiling ayudaría a aumentar su poder en las artes oscuras.

Nada más alejado de la verdad.

Lan Wangji dejó él mismo una figura de papel con forma de conejo. Wei Wuxian sabría que era de él.

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Wen Qing entró a la cueva donde Wei Wuxian dormía y se encontró con el Patriarca Yiling en un estado deplorable. Las náuseas lo tenían postrado al suelo, vomitando un líquido amargo que le quemaba la garganta.

Ella se apresuró hasta llegar a él y le sostuvo el cabello.

- ¿Le dijiste? - Wei Wuxian negó con la cabeza, a punto de ponerse de pie un mareo lo hizo regresar, Wen Qing solo pudo sostenerlo - Tienes que decirle a Hanguang-Jun, no es solo porque es su bebé el que esperas, sino porque él podrá protegerte cuando el mundo se entere.

- ¿Crees que los ancianos de su secta lo permitan? - Wei Wuxian se sentó en la cama y Wen Qing lo cubrió con una manta - Un hijo del honorable y noble Lan Wangji... engendrado en el cuerpo del temible y despiadado Wei Wuxian - puso una mano en su vientre de forma protectora - No es algo que él se merezca.

- ¿De qué estás hablando, Wei Wuxian? - ella le miró de una manera muy curiosa, quizás como si su shijie alguna vez lo hubiese regañado - ¿Un hijo del hombre al que ama y formar juntos una familia? Hanguang-Jun será el hombre más feliz. Te ama.

- ¿Y si lo hacen elegir? - Wen Qing negó con la cabeza y se puso de pie - ¿Crees que se merece elegir entre su familia y yo, un marginado?

- Él va a elegir entre su secta y su familia - Wei Wuxian cerró los ojos, un calambre se extendió del centro de su vientre hasta su estómago y espalda - Y él ya te ha elegido desde hace mucho.

Wen Qing salió de la habitación y caminó a las cocinas. Los Túmulos Funerarios no eran los mismos desde que Wei Wuxian había decidido hacer su secta. Había varios motivos, sin embargo sólo ella conocía el verdadero: proteger a los pocos Wen que quedaban con vida.

Ella se sentía culpable. Si ella no le hubiese pedido ayuda para encontrar a su hermano y que, en consecuencia, Wei Wuxian salvara a su familia, tal vez Wei Wuxian seguiría viviendo en Yunmeng Jiang, siendo la mano derecha de Jiang Cheng.

Aun así, estaban mejor que antes. Tenían ahora tres lugares, las cocinas, la sala de entrenamiento y una sala de aprendizaje. Wei Wuxian había adoptado tres pequeños discípulos, dos de ellos niños huérfanos que habían sido sacrificados en su nombre.

Los pueblos de los alrededores los habían dejado en la entrada de la montaña. Estaban atados y tenían con ellos joyas, armas, monedas y comida. Eran parte de una ofrenda de paz que le habían dado a Wei Wuxian. Y él estaba completamente indignado.

Decidió dejar que todos creyeran que era malvado y siniestro, si eso los alejaba de las montañas. les dio un refugió a los niños y los cuidó. Y ahora ella entraba y veía a esos tres niños sentados mientras comían.

- Qing-Jie - la niña de ojos blancos le saludó primero y le mostró un juguete - A-Yang me enseñó a tallar madera, ¿no es bonito? - Wen Qing tomó en sus manos lo que supuso que era un zorro y sonrió.

- Es bonito, muy bien hecho - ella miró a A-Yuan, quien también estaba jugando con un juguete de madera, un conejo - ¿Tú lo hiciste?

- No, ese fue A-Yang - el niño con la mano vendada sonrió y asintió con la cabeza, Wen Qing le acarició el cabello despeinado - ¿Xian-gege vendrá a desayunar pronto?

- Xian-gege se siente mal hoy - los niños se mostraron tristes, Wen Qing se resistió a pellizcarles las mejillas - Así que pueden ir a jugar.

- ¿Es por su bebé? - Xue Yang preguntó, sorprendiendo a Wen Qing. El niño pensó que había dicho algo malo, así que sus ojos temblaron un poco al igual que su voz - Escuchamos... que Xian-gege... eh...

- Xian-gege hablaba con Ning-gege - la niña notó el miedo de su amigo y se paró frente a él - Dijo que tenía miedo de que el bebé no lo dejara enseñarnos - Wen Qing pensó que el rumor correría más rápido si los niños le contaban a los mayores - ¿Xian-gege tiene un bebé?

Wen Qing sonrió a los niños y se agachó hasta estar a su altura.

- Aún no, pero pronto tendrá uno - los niños se emocionaron genuinamente, Wen Qing casi sintió sus ojos escocer - Pero es una sorpresa, así que no debemos decirle a nadie más, ¿de acuerdo? - los tres niños asintieron y continuaron comiendo - Ahora terminen de comer para que vayan a jugar... ¿o prefieren que los ponga a estudiar caligrafía?

Los niños negaron con la cabeza y empezaron a hablar de todo lo que jugarían ese día. Wen Qing se dio cuenta de que tenía que convencer a Wei Wuxian de que le diera la noticia a Hanguang-Jun.